Hace años leí una entrevista con Elliott Murphy en la que decía que la música tiene un carácter sanador y no puedo estar más de acuerdo. Escuchar sus canciones en directo sigue siendo una experiencia gozosa a más no poder y durante las dos horas y media de concierto te dejas llevar por el poder irreductible de la música. Ayer me emocioné de lo lindo durante todo el show y especialmente con Come On Louann y On Elvis Presley´s Birthday y me encantaron las canciones que interpretó de su recién editado, Infinity... Que recuerde cayeron Granny Takes A Trip, Baby Boomers Lament y cerró el concierto con Night Surfing. A Murphy todavía le rondan excelentes canciones. Un lujo ver a este incombustible rockero con mi amigo Oscar capaz de incendiar el Antzoki con su contagioso entusiasmo. Desconocía que Elliott Murphy es del mismo año que Springsteen. 76 tacos y ahí sigue ofreciendo jugosas celebraciones de rock´n roll. Por muchos años.
There goes the last dj, who plays what he wants to play, and says what he wants to say...
sábado, 12 de abril de 2025
Elliott Murphy. Kafe Antzokia 11/04/2025
martes, 1 de abril de 2025
Waxahatchee. Tigers Blood
¿Por qué esta megachapa si de lo que voy a escribir es del Tigers Blood de Waxhatchee? Pues porque la primera vez que escuché este álbum pensé en Lucinda. Tienen cierto parecido sonoro, influencias similares, deliciosos puntos en común y un nivel similar lo que me encanta porque refuerza mi entusiasmo por los tiempos que vivimos repletos de grandes discos que merecen ser escuchados con el detenimiento de antaño. Por mucha oferta que haya centrarse en maravillas como Tigers Blood ofrece una recompensa colosal. Descubrí el disco gracias a un comentario entusiasta de Alex G en una de sus redes sociales. Después Su me corroboró que solía poner el disco en el trabajo y que, en efecto, era una delicia.
Y caí rendido desde que escuché a Katie Crutchfield entonar la primera frase del álbum; I Pick you up inside a hopeless prayer.... Una adorable forma de empezar un disco con una sensible y atractiva interpretación vocal. Una canción tranquila a la que siguen dos temas irresistibles repletos de buenas guitarras y grandes armonías vocales; Evil Spawn y Ice Cold. Ambas podrían figurar en el disco antes mencionado de Lucinda. Nivel superlativo que no decae sino todo lo contrario con Right Back To It donde se luce y mucho MJ Lenderman en las armonías vocales y a la guitarra como en todo el disco.
Otro músico en el que he pensado al escuchar esta obra de arte ha sido Buddy Miller ya que Tigers Blood tiene ese tipo de producción no intrusiva, de dejarse llevar al estilo Buddy. Menos es más, mucho más, otra prueba radiante es Burns Out At Midnight con esa armónica fundamental que guía todo el tema. Bored tiene un toque a lo PJ Harvey, otra de las influencias de esta chica excelentemente llevada a su terreno. De las más marchosas del disco y con cierto toque punk y chulesco. En esta canción me chifla el bajo de Brad Cook que además produce el disco con mano certera. Lone Star Lake podría ser un tema a enseñar para todo aquel que no conozca el término americana. Una joya que tiene los mejores ingredientes del género, elegancia por los cuatro costados, basta fijarse en como toca la batería Spencer Tweedy.
Crimes Of The Heart es muy minimalista, escucharla a tope en los cascos fijándome en como se complementan las guitarras ha sido toda una experiencia. Crowbar me recuerda poderosamente a REM, las primeras notas de guitarra puede que se parezcan incluso mucho a una canción de los de Athens. Otra delicia. La recta final no pierde fuelle y tanto 365 como The Wolves y la que da titulo al disco, Tigers Blood rematan el asunto de forma prodigiosa. Un disco esencial, sin canción de relleno. Una obra de arte a escuchar con toda la atención del mundo. Así que no se qué hostias haces que no reservas los cuarenta y seis minutos que dura el álbum para escucharlo a todo volumen. Lo agradecerás.
martes, 18 de marzo de 2025
Ryan Adams. Star Sign
Una buena prueba del torrente creativo de Ryan es que el año pasado editó nada más y nada menos que cinco discos. Por supuesto, seguirle la pista es directamente imposible. Me quedé prendado con uno de ellos, Star Sign. Lo escuché compulsivamente a finales del pasado año cuando todavía no estaba en la dichosa plataforma en la que mi querida hermana me ha regalado una suscripción premium. No tengo ni idea cómo funcionan los entresijos legales para que un disco esté ahí pero ya era hora. Antes lo escuchaba en el tubo. Star Sign es sin lugar a dudas uno de mis discos favoritos de Ryan y por supuesto lo puse en mi Top Seventeen de 2024.
¿Qué hace que Star Sign sea tan jodidamente especial en mi hogar? La respuesta simple es que está repleto de grandes canciones. La más etérea, inexplicable y mágica es que remueve de forma misteriosa y altamente adictiva buena parte de mi ser. Incluso los celadores búlgaros sin estudios tenemos alma. Empezar un lánguido día como hoy, sin tener que ir al laboro, leyendo la entrevista antes mencionada en Ruta 66 y rescatar la que le hicieron Nat Simons y Anchel P. Sol para el Popular 1 de abril del pasado año mientras escucho todas esas atronadoras canciones ha sido una gozada. Disfrutar de un álbum de esa manera como si fuese la primera vez que lo escuchas, aunque sea la decimoséptima, es maravilloso.
Me sucede a menudo que discos actuales que me vuelan la cabeza me remiten a otros que tengo en un pedestal en mi hogar. Emparento Star Sign con After The Gold Rush de Neil Young. Ahí es nada. Sónicamente tienen puntos en común. Por ejemplo la canción que da título al álbum de Ryan podría encajar perfectamente en la obra de Young. Te desarma igual que las del canadiense. Esa armónica con la que comienza marca el terreno de una forma prodigiosa y Ryan adopta un falsete fantástico que se apodera de ti. Las acústicas y el hammond envuelven todo de una forma elegante, reposada, hipnótica. Una canción colosal. Abundan en el disco.
Darkness no hace sino aumentar el nivel de forma asombrosa. Una canción que podría convertirse en un clásico ineludible de su amplio repertorio. Perfectamente construida, de menos a más, con una cadencia lenta pero sin aburrir, dando espacio a que cada instrumento que se incorpora brille para formar un conjunto prodigioso. Y qué decir de la interpretación vocal de Ryan que alcanza su punto álgido al final con ese falsete tan delicado y oportuno envuelto en arreglos orquestales sazonados con unos punteos de guitarra eléctrica sencillamente geniales. De la oscuridad anterior pasamos a la luminosidad gracias a Shinin' Throught The Dark, de esos temas que se quedan a la primera y que cuenta con un acordeón la mar de molón que me hace pensar en aquel estupendo Countrysides de Cracker.
Las seis canciones que quedan son igual de brillantes. Lo juro. Que me aspen si Tomorrow Never Comes no podría estar perfectamente en Nebraska de Springsteen y ojo que me imagino a Bruce haciendo una versión de este tema. Aunque lo más seguro es que ni lo conozca. Speeding Car es otra de esas canciones que podría ser un single perfecto, una de esas tonadas que de figurar en la banda sonora adecuada ganaría adeptos a borbotones. Pero no creo que Ryan esté pensando en nada de eso. Su única preocupación parece ser llenar este mundo con grandes canciones y lo está consiguiendo con creces. Añádanle al lote I Lost My Place, Be Wrong y Stay Alive. Las tres soberbias. Le voy a dar al play otra vez. Y van...
martes, 11 de marzo de 2025
Caballos Salvajes. Jordi Puyol Nadal
Antes de continuar que nadie piense que descuido mis deberes profesionales. En cuanto suena un timbre o algún compañero me solicita para cualquier tarea acudo raudo y veloz, tanto que ni te lo creerías. Hay rayos que dejan menos estela que yo. Y mucho menos glamourosa. Glamour no le faltaba a Parsons. Eso piensan la mayoría de sus acérrimos seguidores, esos que podrían militar en una secta y que opinan que Gram prácticamente inventó un género el solito. Porque los hay. De eso también se da cuenta, y muy bien en el libro, tanto en las reflexiones finales del autor como en unos cuantos testimonios de los implicados.
Cada capítulo del libro está estructurado de la siguiente forma; una introducción a cargo del autor en la que expone que ocurrió en un periodo concreto, seguida de los testimonios bien de los implicados o de las opiniones de autores o músicos conocedores de la obra de Parsons como Sid Griffin, Chuck Prophet, Jim Lauderdale o Mark Olson. Y no se hace redundante, sino todo lo contrario ya que el autor se limita a exponer los hechos y es gracioso comprobar como la película siempre varía según quién te lo cuente o a quién preguntes. Es un forma muy sencilla a la par que poderosa de contar una historia.
Hay varios hechos claves en la vida y obra de Gram Parsons. Me centraré en los que más me han gustado y llamado la atención. Por ejemplo la relación entre Parsons y Keith Richards de la que mucho se ha escrito y especulado. No voy a hacer spoiler pero conecto mucho con las reflexiones que al respecto realiza el autor en la parte final del libro. Siempre planeará la sombra de Parsons en temas como Sweet Virginia o Wild Horses. En lo musical parece que había una conexión casi mágica entre ambos pero también esta por medio Mick Jagger y sus supuestos celos. ¡Mick celoso! ¡Eso no puede ser! Jamás de los jamases, ja ja. En todo caso el resto de la chusma le envidia a él.
Está muy bien contada la historia musical de Gram Parsons y Emmylou Harris. La perfecta compenetración musical entre ambos. De esta cuestión diría que hay consenso. Y basta escuchar cualquier tema que grabaron juntos para percatarse, de que en efecto, ambos habían nacido para cantar juntos. La muerte de Parsons dejo muy tocada a Harris pero la chica supo encarrilar todo su potencial en una carrera más que interesante. La parte en la que se glosa la creación de los discos GP y Grievous Angel está muy bien contada. Es curioso comprobar como alguien que hacía algo más que flirtear con las drogas fue capaz de sacar adelante dos discos espléndidos rodeado de varios músicos clave en la carrera de Elvis Presley como James Burton o Glenn D. Hardin.
Me han parecido especialmente atractivas y certeras todas las intervenciones de Sid Griffin, Barney Hoskins y Jim Lauderdale. Conecto totalmente con sus aportaciones en temas musicales y vitales. Hay reflexiones muy certeras sobre el tema de las drogas. Sobre su romantización, esa idea equivocada a más no poder de que ciertas sustancias incentivan y ayudan a crear... El final de Parsons como el de tantos otros está marcado por una adicción incontrolable que le privó de haber compuesto mucho más material del que hizo. Son también muy interesantes los apuntes sobre la vida de Parsons, un tipo que tenía la vida resuelta desde la cuna y como eso de alguna manera le marcó y no precisamente para bien o al menos no le supo sacar el innegable potencial que tenía esa situación. Voy ahora con las valiosas aportaciones de mis favoritos:
Sid Griffin
Experto en la figura de Gram Parsons, autor de una biografía sobre el músico y del guion del documental Fallen Angel de la BBC (que también en su día compre en DVD), Griffin es además componente del grupo The Long Ryders. Sus intervenciones son jugosas a más no poder e indudablemente certeras. Sid no duda sobre la grandeza musical y su influencia en el mundo del country rock y he descubierto gracias a el que Grievous Angel era el álbum favorito de Tom Petty. Pero aunque le guste y mucho la música de Parsons no se muestra ciego y reconoce que Gram perdió mucho el tiempo y no supo sacar todo el jugo que tenía a su talento. Y se muestra claro y contundente sobre el abuso de las drogas y su romantización. Conecto totalmente con sus testimonios.
Barney Hoskins
¿Qué decir de Barney? Sin duda uno de mis escritores favoritos sobre música. Enormes sus libros Tom Waits, la coz cantante y Hotel California: Cantautores y vaqueros cocainomanos en Lauren Canyon. Aquí sus apariciones son colosales. Por ejemplo cuando se está tratando de la posibilidad de que Gram y Keith Richards grabasen un álbum juntos, Hoskins dice: En la neblina de los ópiaceos y la euforia de la coca, estoy seguro de que Keith lo decía en serio... No he podido descojonarme con tamaña aseveración. Pero para que el lector vea que no sólo me quedo con la mandanga, me encanta cuando Hoskins se refiere a Emmylou Harris como una persona crucial en el renacimiento de Gram Parsons.
Jim Lauderdale
Todos los testimonios de Lauderdale demuestran el profundo y sincero amor que tiene Jim por la música de Gram Parsons. No cabe duda de que fueron una influencia decisiva en su profusa discografía. Y como estudioso de toda la obra de Parsons, Jim pondera y se deshace en elogios a los músicos que participaron en GP y Grievous Angel. Sabe muy bien que la grandeza de la música a menudo, casi siempre de hecho es un asunto de equipo. Varias personas dando lo mejor de sí mismo en unas buenas canciones. No puedo terminar sin referirme a que Jim Lauderdale es uno de los mejores compositores de la historia. Un tapado cuya carrera merece ser reconocida y no puedo sino declarar sin ningún tipo de rubor que Lauderdale superó a su influencia con creces y que ahí sigue grabando música maravillosa.
lunes, 3 de marzo de 2025
A Complete Unknown
Me esperaba un film que cuidase al detalle todo el tema de la ambientación, vestimenta y esas zarandajas. Y así es. Habiendo visto varios documentales sobre Dylan te percatas de que la película recrea ese Nueva York de principios de los sesenta a la perfección. El reparto está espléndido, encabezado por un Timothee Chalamet que se mete en la piel del Dylan de esos años de forma prodigiosa en todos los aspectos; voz, gestos, incluso cuando canta las canciones de Bob. Espectacular. Atractiva y seductora a más no poder está Monica Barbaro en el papel de Joan Baez y perfecto Edward Norton en el de Pete Seger. Las actuaciones del elenco actoral es una baza ganadora. Los secundarios están también soberbios como es el caso de Dan Fogler en el papel de Albert Grossman o Boy Holbrook en el de Johnny Cash, con pocas apariciones pero de esas que no se olvidan.
La película arranca con la llegada de un joven Bob Dylan al Greenwich Village. Un perfecto desconocido obsesionado con figura de Woody Guthrie al que va a visitar a un hospital. Incluso sobre esa historia hay dudas pero, ¿Cuándo no las hay estando Dylan implicado? Ja, ja. En realidad se puede poner en duda muchas cuestiones que se cuentan en el film pero eso en el fondo es igual ya que todas esas licencias no cercenan en absoluto el buen hacer del film. En cualquier caso si que creo que el guion podría tener más garra, haber indagado de una forma un poco más clara en la relación entre Joan Baez y Bob Dylan y haberle dado más cancha a la creación musical en la parte final, sobre todo en el papel que juega la banda que graba el disco Highway 61 Revisited y no tanto al conflicto que hubo en Newport por la electrificación de Dylan en el sacrosanto lugar del folk.
Algo que consigue la película, al menos en mi caso, es tener ganas de volver escuchar a Bob Dylan. Hubo una época, a principio de los noventa en que le tenía en un pedestal y pinchaba su música menudo. Me compré unos cuantos de sus discos, me leí la biografía que escribió Howard Sounes y disfruté de lo lindo con el documental No Direction Home dirigido por Martin Scorsese. Cuando sonó en la película Like A Rolling Stone la volví a gozar como siempre, incluso en la voz de Chalamet. Sigue siendo mi tema favorito de Dylan. Después de ver la película a la noche acompañe la lectura del artículo sobre Blood On The Tracks escrito por Roberto León para Popular 1 con la escucha del mismo y me volví a deleitar con esa rodaja tan buena. Esa época podría dar para otra buena película, seguro que también estaría plagada de extraordinarias y rocambolescas inexactitudes cortesía de Mr Zimmerman.
viernes, 28 de febrero de 2025
JJ Grey & Mofro. Olustee
Y el inicio con To The Sea puede despistar. Es una pista muy tranquila con guitarras acústicas y piano reinando y con JJ Grey cantando con todo el sentimiento del mundo una evocadora letra que capta toda tu atención. A destacar los arreglos orquestales, espléndidos para darle un toque envolvente y singular a la canción. Me chifla ese final tan sugerente, tan relajado que salta por los aires con el siguiente tema repleto de groove y buen rollo, una extraordinaria Top Of The World que camina a lomos de la sección rítmica, fabulosos Tod Smallie (bajo) y Craig Garret (batería), colchón perfecto para que se sumen a la fiesta Kenny Hamilton (saxo) y las trompetas de Dennis Marion y Marcus Parsley. Toda canción que supure funk y buen soul tiene que tener esos coros tan imprescindibles como los que aquí se curran Katie Dutton, Niki Dawson, Laiken Love y Sage Grey. On A Breeze vuelve a una senda tranquila, hipnótica con esas guitarras acústicas que suenan a gloria y otra interpretación vocal fantástica de JJ Grey. Nuevos arreglos orquestales añaden el punto perfecto para elevar un poco más el tema si cabe. Me chifla todo el tema y bebo los vientos por lo que va del minuto 3:30 al final. Escuchar esto en directo tiene que ser una gozada.
Olustee te sacude con fuerza con armónicas marcando cierto territorio blues. El tema parece una loca mezcla de Screamin Jay Hawkins y Sly & Family Stone. La gloria bendita para mi. El piano que inicia Seminole Wind es una gozada total, lo adoro. Menuda forma de captar mi atención. Aquí JJ Grey canta en un tono más grave al comienzo. Pronto le envuelven los fantásticos coros que van dotando al tema de ese inequívoco toque soul. Locura con los vientos que vienen para marcar territorio de forma elegante. Wonderland puede ser el tema rompepistas por el que mi amigo Grushecky venda su alma al Diablo. Irresistible. Dance To The Music!
Después de sudar en la pista de baile puedes agarrarte bien a tu pareja con Starry Night, todo sensualidad con las guitarras eléctricas sonando maravillosas, esenciales. Hay que alabar el trabajo de Pete Winders. Aquí los arreglos orquestales vienen cuando menos te lo esperas y encajan a la perfección en perfecta combinación con el piano. Que mejor titulo que Free High para volver a la pista de baile con una tonada repleta de funky con falsetes de muchos kilates. Otro tema que en directo puede ser una fiesta total. Tanto Waiting como Rooster y la final Deeper Than Belief requieren más escuchas pero la recompensa es tan buena como con todo lo anterior. Podrían haberlos traído al Festival de Blues de Bilbao. Cachis.
lunes, 24 de febrero de 2025
The Red Clay Strays. Made By These Moments
Antes de continuar un pequeño paréntesis. Tras el concierto el otro día de DeWolff en la Sala Santana me decían un par de amigos que seguían disfrutando de la música pero que de alguna manera no había discos que les marcasen como cuando eran más jóvenes. Discrepo. Made By These Moments es uno de esos ejemplos perfectos. Me he metido de lleno desde hace tiempo en este álbum gozando no sólo de la música, que es lo primero que me ha llamado la atención sino también y mucho de las letras, sencillas, evocadoras que tratan de temas universales: salud, amor, depresión, espiritualidad.
La banda la forman Brandon Coleman (voz y guitarra), Drew Nix (guitarra), Zach Rishel (guitarra), Andrew Bishop (bajo) y John Hall (batería). Sus referentes son claros y no lo esconden: Lynyrd Skynyrd, The Allman Brothers, Sturgill Simpson o Johnny Cash. Son igual de efectivos en los temas más rockeros como en los pausados donde rebosan soul por los cuatro costados y donde la voz de Coleman más se me asemeja a uno de mis héroes actuales: Chris Stapleton. Drowing podría perfectamente cantarla Chris pero es una canción de estos chicos y Coleman lo borda con una interpretación maravillosa que va calando poco a poco según avanza la canción de tal forma que no quieres que termine. Me la pongo en bucle.
Claro que todo en este mundo es mucho más fácil si tienes una canción tan endiabladamente buena para abrir el álbum como Disaster que capta tu atención de forma aplastante. El espíritu Allman está más presente que nunca. La primera vez que la escuché pensé; ¡Viva el Rock Sureño, copón! Perfecta melodía sazonada por unas guitarras explosivas todo ello servido de forma lenta, misteriosa, con una magnífica letra que te atrapa desde el comienzo. Me chifla como se van sumando instrumentos, con esa atmósfera tan sureña y ese final de canción a toda mecha con las guitarras echando chispas. Podría ser un clásico de cualquier época que te pase por la cabeza.
I´m a giant slayer,
I´m a music player,
I´m young king walkin´,
Now the prophet´s talkin´,
I don´t wanna say I got carried away when I really just killed a man,
Oh God, disaster struck again
Cuando te tienen bien agarrado no te sueltan con la siguiente Wastin´Time que tiene una efusividad a prueba de bombas. Esto en directo puede ser tremendo. Cómo me gustaría comprobarlo y que chungo va a estar... Un giro maravilloso, repleto de estilo viene con las dos siguientes Wanna Be Loved y No One Else Like Me. Esta última me tiene absolutamente obsesionado. Es otra de las que puedo poner en bucle. Me chifla como se abren paso las guitarras en medio de un bajo que marca el territorio a la perfección y caigo rendido ante Coleman al escucharle cantar: How many mistakes can I make before I start to see? Me vuelve loco como se van cruzando las guitarras, unas más fieras, otras más finas, todas perfectamente empastadas. Que puta locura.
Ramblin´es un cañonazo que me saca de mi ensimismamiento. Te zarandea de lleno este tema que es una oda al espíritu viajero de los músicos. Esas canciones donde se nombran muchas ciudades por las que estos tipos han dejado su impronta. Ojalá que pronto haya nombres europeos, que coño, ¡vascos! Antes ya he mencionado Drowing y tras ella viene otra pieza descomunal Devil In My Ear con una letra descollante acerca de la depresión y cualquiera que haya vivido algo así se podrá sentir identificado. Musicalmente es un medio tiempo evocador, con mucha garra donde reina por momentos la slide.
Como he escrito cuando se ponen trotones y le dan caña al asunto son muy buenos pero alcanzan el éxtasis en las canciones más tranquilas. Extraordinarios ejemplos de ello son I´m Still Fine y Moments a cual más emotiva con todos los instrumentos remando en perfecta armonía. On My Knees puede ser otro de esos momentos que sacudan nuestros cuerpos en directo. Supongo que a alguno le puede tirar para atrás tantas menciones a Dios y el Señor pero lo cierto es que eso cada uno se lo puede tomar de forma distinta e interpretarlo a su manera. El menda desde luego está bien agarrado a este artefacto y me siento identificado a más no poder con líneas como I’ve been holding onto something / This all can’t be for nothing / We’re all made by these moments. Por cierto otro disco descubierto gracias a La Hora Chinaski.
miércoles, 19 de febrero de 2025
La muerte de Robert Johnson. Dolphin Riot & Raúl Gonzalez Rago
El autor de este libro indaga en la vida y muerte de Robert Johnson de forma curiosa, didáctica y sumamente entretenida. Primero en cinco capítulos de ficción, con pulso narrativo y chispa. Se lee de un tirón. Y después en un último capítulo en el que se abordan las cuestiones relevantes de su biografía; quién fue el mentor, el que enseño a Robert Johnson a tocar la guitarra; cómo se originó la leyenda en torno a su figura e interesantes y jugosas disquisiciones sobre derechos de autor. Todo ello acompañado por las exquisitas ilustraciones, molonas a más no poder de Raúl González Rago.
Como ha me había leído anteriormente La historia de Elmore James y Robert Johnson lo relativo al capítulo sexto de este libro aparece en el mencionado desarrollado y ampliado. Recomiendo por tanto, leer primero La muerte de Robert Johnson y luego ir a por el otro de cabeza. Me quedo con una reflexión que cito textual y que me parece un gancho definitivo, por lo menos para mi, para leer este libro; qué es más fácil de vender al gran público a través de un documental, libro o disco; ¿Un afroamericano con oído absoluto al que le enseñaron a tocar la guitarra en casa o un negro pendenciero y mujeriego que vendió su alma al Diablo para convertirse en el mejor guitarrista y cantante de su tiempo?
El libro me lo he ventilado en una ociosa jornada nocturna de trabajo entre timbre y timbre (afortunadamente no han sido muchos ja ja). Me ha enganchado de tal manera que lo he releído en la siguiente noche ya en casa mientras sonaba King Of The Delta Blues. Entre los muchos aciertos del libro están unas más que interesantes reflexiones en el último capítulo bajo el título de Recursos y Derechos, de autor. Me he descojonado vivo leyendo las opiniones que se recogen de Bob Dylan sobre el impacto que tuvo el descubrimiento de la música de Robert Johnson en él. El análisis que hace el autor sobre sus palabras es certero a más no poder. Lean, lean.
miércoles, 12 de febrero de 2025
Becoming Led Zeppelin
El film se abre con Good Times, Bad Times en una actuación de la banda mientras se van viendo imágenes de archivo con sucesos de la Inglaterra de mediados de los cincuenta y también a nivel mundial. El contexto es importante, vital y nunca me canso de ver asuntos relacionados con esa época de crecimiento y expansión que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Son pequeñas pinceladas que vienen muy bien para situar la historia de estos cuatro tipos que cuando se juntaron fueron capaces de llevar su música a cotas espectaculares.
Hay que aclarar que el documental está autorizado por lo tanto que nadie espere carroña, asuntos de derechos de autor, sexo desenfrenado, drogas a tutiplén y demás mandanga. Es un film meramente musical que pone el foco en como se forjo la banda explicando de dónde procedía cada uno de sus componentes. Y eso es lo que más me ha gustado de la película. Ver a Robert Plant emocionado indicando que fue Little Richard el que le voló la cabeza, comprobar lo mucho que apreciaba Jimmy Page el carácter pionero y rompedor de Lonnie Donegan en la aburrida escena británica, como flipaba John Bonham con los bateristas de James Brown o el entusiasmo de John Paul Jones por el vodevil. Son testimonios genuinos y entusiastas sobre otros músicos.
Algo que ya sabía y que el documental se encarga de reforzar es lo excelentes músicos que eran Jimmy Page y John Paul Jones. Dos tipos obsesionados por la música que desde muy jovencitos se afanaron en practicar y practicar y que sin llegar a los veinte años ya tenían una reputación excelente como músicos de sesión. Sabía que habían participado en multitud de sesiones antes de formar Led Zeppelin pero desconocía que lo habían hecho por ejemplo en el Goldfinger de Shirley Bassey. Ese es otro de mis momentos favoritos del documental, sobre todo por como es explicado por sus propios protagonistas.
Ya que es un documental oficial se agradece que se haya centrado en los primeros años de Led Zeppelin, en realidad en el primer año. Y que todo gire en torno a la música. Lo contrario hubiese sido un error porque nos iban a escatimar toda la carroña que circuló siempre sobre la banda. Otra baza fundamental del film es que cuenta con declaraciones inéditas y exclusivas de John Bonham, que dio muy pocas entrevistas en su vida. Mi sensación tras ver las dos horas de metraje es que el director y los protagonistas han sabido transmitir muy bien su pasión por la música, poner a ésta en el centro y alabar el trabajo de los creadores y las misteriosas y apasionantes sinergias creativas entre músicos. El film tiene varias actuaciones casi completas que son una gozada.
Por lo tanto, lo escrito que nadie vaya a ver el documental pensando que va a encontrar sexo, drogas y rock´n roll, ni mucho menos posibles plagios (danger, danger). Tengo claro que casi todos las películas de este tipo autorizadas por los interesados rehúyen lo escabroso, los claroscuros y no plantean ni la más mínima duda sobre la genialidad de los protagonistas. Así que si eres de los que piensan que Led Zeppelin eran los putos amos y que prácticamente inventaron un género la vas a gozar, si eres como el menda, de los que se deleitan con todo lo que rodea a la música y la gozan observando como los protagonistas rinden tributo a sus héroes también la gozarás. Si antes de ver el documental ya tenía en un pedestal a John Paul Jones mi sensación tras ver el film es que este tipo merece su propia película aunque sea única y exclusivamente versando sobre música.
domingo, 9 de febrero de 2025
Rod Stewart 80
Poseedor de una peculiar e inimitable voz, con un timbre exquisito y muy personal, Rod Stewart compatibilizo durante unos cuantos años su trayectoria en solitario con los Faces. En los discos que firmaba en solitario colaboran sus compañeros de la banda; Ronnie Lane, Kenny Jones, Ian McLagan y Ronnie Wood y durante algo más de un lustro la armonía y el buen rollo reino por todo lo alto. Son unos años prolíficos, repletos de enormes canciones y discos muy especiales, a cada cual mejor. Tengo especial predilección por su trayectoria en los Faces una de mis bandas favoritas de la historia, de las que mas escucho y que siempre me ponen de buen humor. Era un combo hedonista, especial que tenía un feeling único, juntos era una bomba tanto en estudio como en directo. Uno de mis mayores tesoros es la caja Five Guys Walk Into a Bar.
Merece mucho la pena indagar en la carrera en solitario de Rod Stewart en esos primeros años. Se zambulle sin problemas, con un estilazo total en géneros tan jugosos como el folk, blues y rock por supuesto todo ello regado con innumerables pinceladas soul. No en vano su cantante favorito era Sam Cooke al que dijo que escucharía todos los días de su vida. Secundo la moción. Antes de iniciar su carrera en solitario grabó con Jeff Beck un par de discos seminales, precursores de lo que luego hicieron bandas que se llevaron mucha más parte del pastel. Basta escuchar Truth y Beck-Ola para darse cuenta de por donde van los tiros. Sin olvidar que cada vez que hacía una versión de un tema de Bob Dylan lo elevaba a los altares.
Tras el descomunal éxito cosechado en solitario Rod voló en solitario se fue a vivir a Estados Unidos y su carrera a partir de ahí es muy diferente. Disfruto con algunos de sus hits e incluso alguno de sus discos pero la historia ya fue por otros derroteros. En cualquier caso que le quiten lo bailao... Todavía en los noventa se descolgó con un sorprendente Unplugged al lado de Ronnie Wood donde seguía intacta su voz y su enorme carisma. Que no te digo que si pasase cerca de mi casa iría a verle aún a sabiendas que lo hace hoy en día esta muy lejos de sus años gloriosos.
viernes, 31 de enero de 2025
Handsome Jack. A Good Thing
martes, 28 de enero de 2025
Medio siglo + 1
Ni que escribir tiene que mi amigo tiene el atractivo de Paul, las neuras de Lucinda, la habilidad a la guitarra de Eddie o casi y el don de la eterna juventud de Jesse. Que sea por muchos años más y lo celebremos y lo disfrutemos juntos. Rock on! La selección musical como es habitual en este cochambroso blog exquisita. Dance To The Music, motherfuckers. Y no os fíes en la puta vida de quien no baila o al menos lo intenta.
martes, 21 de enero de 2025
Dwight Yoakam. Brighter Days
En Popular 1 recuerdo menciones a su carrera tanto en el Correo como en el Apéndice pero ningún artículo glosando su trayectoria. Nunca es tarde. Y ahora puede ser un momento fantástico porque su último álbum es una auténtica delicia. Brighter Days refleja el momento vital y optimista que vive el músico de Kentucky. Y eso lo notas desde los primeros acordes de Wide Open Heart que abre de forma escandalosamente buena el disco. Una canción que tira más al rock con un potente bajo cortesía de Jonathan Clark que arrastra a los demás instrumentos hacia la gloria. Atención a esos coros en falsete hacia el minuto dos a cargo de Brian Whelan. Deliciosos.
Que me aspen si I´ll Pay The Price no es la típica canción country irresistible, un medio tiempo triunfador que debería petarlo en la listas de éxito. De nuevo los coros de Brian Whelan hacia el minuto y cuarenta y cinco son la rehostia bendita, al igual que la sublime entrada del hammond y luego el piano de nuevo cortesía de Whelan. Un tema glorioso. Bound Away es otra pieza country cocida a fuego lento con una letra que glosa la vida en la carretera, esas esperas para el próximo bolo... Se luce el pedal steel de Drew Taubenfeld. La bella California Sky con esas guitarras acústicas tan bien metidas a cargo del propio Dwight es otro punto culminante de este álbum. Me chifla como se lucen todos a partir del minuto 3,10 para retomar la letra y esos maravillosos coros de Jonathan Clark y Brian Whelan. Lo vuelvo a repetir ambos se salen en esa faceta. Le dan un toque definitivo a cada tema.
En I Don´t Know How To Say Goodbye participa el célebre Post Malone del que no tenía ni idea de quién era hasta que colaboró hace unos años con Ozzy Osbourne. La canción está muy bien. Tienen un inequívoco y perfecto toque comercial. Hand Me Down Heart es una balada poderosa que cuenta con una interpretación perfecta de Dwight que se deja el alma al cantarla y con el perfecto entendimiento del pedal steel de Drew Taubenfeld y la guitarra de Eugene Edwards. Hay varias canciones en este disco que me recuerdan al excelso nivel de Cracker en los temas que se ponen más country. Las versiones de The Byrds y The Carter Family encajan a la perfección. Me gusta especialmente la de los Byrds, Time Between. El cierre perfecto es Every Night un tema escrito en solitario por Dwight Yoakam que deja el mismo regusto invencible que la apertura con Wide Open Heart. Prendado estoy con este soberbio disco de Dwight Yoakam.
sábado, 11 de enero de 2025
!Leed Malditos, Leed !
Hace veinticinco años apenas compraba el Ruta 66 y las veces que lo hacía a menudo me cabreaba ja ja. Era como, de qué van estos snobs... Aunque nada comparable a cuando leía en la biblioteca de mi pueblo la RockDelux. Aquello si que era un desvarío curioso. Y que conste que también tenía contenidos que me gustaban. En definitiva la sana competencia no sólo es que sea buena sino que es mas que deseable. De hecho se puede sacar mucho partido a todas ellas e incluso a la This Is Rock.
Pero amigos el tiempo es finito y lo primero que busco en una revista de rock´n roll es diversión. Si, queridos lectores de este cochambroso blog. En ese campo Popular 1 no tiene rival. No hay mes que no me descojone leyendo el Correo y Apéndice. Este mes por ejemplo el desdichado autor de este cochambroso blog se encuentra con la descacharrante respuesta de The Man a mi entusiasmo por haber descubierto ingente cantidad de música en una de esas plataformas de streaming que ni por un millón de dólares voy a citar aquí. La conclusión es que dejéis el porno y compréis discos originales, desalmados.
En definitiva, aunque en determinados foros seguidores de una y otra se echen los trastos a la cabeza, aunque haya quién piense que son incompatibles (y en su derecho están), pese a que a priori su enfoque sea muy diferente, en mi casa las percibo con más puntos en común que diferencias y me sigue gustando disfrutar de ambas. El día que no estén vendrán los lloros. Pasaste por el quisco o a librería y gástate unos euros en cultura, mangarrán, que no todo van a ser birras. Venga, para cerrar una exquisita selección musical encabezada por Owen Stewart... Respect!
martes, 7 de enero de 2025
Anexo II Top Seventeen 2024
Continúo repasando la excelente remesa de discos publicados en 2024 sin bajar un ápice mi entusiasmo . Siguen enganchados a mi reproductor y parece que va a ser así por mucho tiempo. Muchos de los presentes en esta lista podrían estar en la primera o en la segunda. De hecho si me molesto en incluir otros diecisiete es porque le saco mucho jugo a todos. Algunos son habituales de este blog como Marcus King, Nathaniel Rateliff o Ray Lamontagne, valores seguros, tipos una carrera más que interesante; veteranas repletas de gusto y que rara vez graban nada ni siquiera regular como Norah Jones o descubrimientos gozosos a más no poder como Wyatt Flores, The Cynz o Tuk Smith & The Restless Heart. Sin olvidar ese disco de blues de Cedric Burnside que va ganando a cada escucha.
Wyatt Flores - Welcome To The Plains
Marcus King - Mood Swings
Norah Jones - Visions
Recklees Kelly - The Last Frontier
Nathaniel Rateliff & The Night Sweats - South Of Here
Ray Lamontagne - Long Way Home
The Band Of Heathens - Hayes & The Heathens
Tuk Smith & The Restless Heart - Rogue To Redemption
Fantastic Negrito - Son Of A Broken Man
The Cynz - Little Miss Lost
Father John Misty - Mahasmashana
JD McPherson - Nite Owls
ByWater Call - Shepherd
Cedric Burnside - Hill Country Love
Silverlites - Silverlites
Jenny Don´t And The Spurs - Broken Hearted Blue
Lizz Wright - Shadow