Hace unas semanas un amigo me envío un ws indicándome que William Bell iba a actuar en el Festival de Blues de Getxo. Días antes me había hecho con su último disco This Is Where I live que en Febrero ganó el grammy al mejor disco de Americana. La etiqueta me da igual. Es un álbum de soul de uno de los pioneros del género. Tal vez no tan conocido como otras luminarias pero con un bagaje de clásicos espectacular. El primer artista que tuvo un éxito en el mítico sello Stax, su casa donde ha vuelto con su última rodaja. De modo que mi primer impulso fue eufórico. Y en cuanto comprobé que la fecha me cuadraba compré las entradas.
Días después reconozco que me asaltaron las dudas. William Bell no deja de tener 77 años pensé, igual se trata del típico bolo en el que el personal acaba cantando más que el artista. Afortunadametne no hice caso a mi lado cenizo y la recompensa ha sido maravillosa. William Bell se ha cascado un emotivo y candente concierto soul, de menos a mas, con momentos brillantes y sin especular ni un poquito. Ha cantado sus nuevas canciones (hasta seis del último álbum aunque Born under a bad sign sea un clásico de los sesenta) con entusiasmo y una energía considerable. Y suertudo de mi ha coincidido que son mis favoritas del álbum en cuestión: The Three of me, Poison in the well, I will take care of you, This is Where I live y Mississippi-Arkansas Bridge... Todas han sonado de maravilla y no han desentonado al lado de los clásico de Mr Bell.
El material nuevo de Bell le muestra en una envidiable forma compositiva y el acercamiento a su pasado ha sido espectacular. Momentos increíbles, repletos de pasión y sutileza en temas tan redondos como Everybody loves a winner, Private Number, Eloise o Everyday Will Be Like a Holiday. Los grandes conciertos se pueden resumir en una frase que me ha dicho mi amigo mientras sonaba You Don´t Miss Water: En estos momentos la mejor canción del Universo. Suscribo la moción.
No han faltado los guiños a clásicos del soul de algunos colegas como el Stand By Me de Ben E King o el You Send Me de Sam Cooke. Referencias hechas con sumo gusto, insertadas en sus propios temas con un par de estrofas de referencia que han quedado perfectas. Y para finalizar tras recibir una merecida ovación nos ha obsequiado con Hard To Handle de Otis Redding al que William Bell dedicó en su día a Tribute To A King.