Que lejos quedan los tiempos en los que las voces negras cargadas de soul, funky y blues dominaban los charts y gozaban de prestigio. Hoy en día la mayoría de artistas negros que triunfan lo hacen en el campo del hip hop (un estilo que jamás me ha llamado la atención) y un pseudo soul que no se acerca ni de lejos a los grandes del género.
Y es que a diferencia del rock, que se ha visto relegado a un plano más underground pero en el que puedes encontrar grandes bandas todos los años, el soul prácticamente no existe. Y curiosamente los pocos artistas que se acercan a este estilo con pasión y buenas interpretaciones son blancos: Mike Farris, Joan Osborne, Detroit Cobras.
Si hay un artista que echo de menos en este desolador panorama ese es Terence Trent D´Arby ahora Sananda Maitreya. Por varias razones. Porque creo que todavía no ha grabado su gran obra, porque tiene una voz prodigiosa y porque se le adivinan muchas cualidades para dejar boquiabierto al mundo. Sin embargo, tengo escasa fe en que Sananda nos vuele la cabeza con un material incendiario. Al parecer ahora vive en Milan y los músicos que le rodean son poco más que correctos.
En esta tesitura deseas que este tipo se rodee de músicos competentes, se acerque a un productor de garantías y grabe una obra que signifique un puñetazo en la mesa ante tanto desfile de modelito. Tal vez tengamos que esperar a que tenga la edad de Solomon Burke o Al Green para que algún productor avispado se dé cuenta de que hay una mina esperando a ser explotada. Mientras tanto seguiré pinchando Holding on to you hasta el juicio final, una canción que resume perfectamente de lo que es capaz este chico.