La estupenda The Way We Used To Roll ha abierto el show de forma inmejorable. Para mi sorpresa el sonido ha sido bueno, muy bueno por momentos teniendo en cuenta el tamaño del local. Malin tiene ya unos cuantos discos en solitario y ha optado por un repertorio variado. Primero dando bastante cancha a ese estupendo Sad And Beautiful World, un disco luminoso, diferente y arriesgado del que han caído que recuerde State Of The Art, Backstabbers, Before You Go, Todd Youth, Dance With The System y una emotiva Green Pastures de las últimas que ha precedido al torbellino final en forma de versión de la mítica Do You Remember Rock´n Roll Radio de los Ramones.
Durante todo el concierto Jesse Malin ha demostrado que es un excelente frontman al que el minúsculo escenario de la Crazy Horse se le ha quedado pequeño. Pero el tipo ha sabido salir más que airoso de tan reducido lugar interactuando con el público, moviéndose como un poseso e incitando al personal a pasárselo pipa. Y yo al menos me lo he pasado genial muy bien acompañado. Mis momentos favoritos han sido esa Turn Up The Mains que le conecta con su glorioso pasado punk, la exquisita She Don´t Love Me Now que invoca al mejor soul, la deliciosamente vacilona Meet Me At The End Of The World Again y las más pausadas pero poderosamente elegantes Room 13 y Shining Down pertenecientes a Sunsent Kids producido por Lucinda Williams. Versiones de Neil Young (Pocahontas), The Clash (Rudie Can´t Fail) y Tom Petty (Crawling Back To You) han completado un excelente concierto. Ojalá vuelva pronto.