Existen canciones que nunca te cansas de escuchar. Por muchas veces que las hayas oído siguen moviendo algo en tu interior. Simplemente acuden a ti. Una y otra vez. Mas allá de que formen parte de una época concreta de tu vida, de que pertenezcan a lo que pomposamente llamamos banda sonora de nuestras vidas. A mi sucede incluso con megahits. Por ejemplo de mis hoy en día odiados U2 escucho cualquier tema de The Joshua Tree y me sigue pareciendo cojonudo.
Pero no quiero escribir sobre el plasta de Bono y sus colegas. Sino de Otis Redding. De un recopilatorio que me compré en la FNAC al ridículo precio de 6 euros. 30 canciones de este tipo. Un excelente resumen de una carrera desgraciadamente muy corta. Un álbum que he escuchado centenares de veces. En esas habituales épocas en las que necesito una dosis casi diaria de soul.
Poco queda de escribir sobre la imponente voz de Otis. No es solo que me guste su registro sino que su forma de interpretar es sublime, emotiva a más no poder. En temas como I´ve been living you too long, Security o Fa-fa-fa-fa-fa (Sad song) te derrite y en otros como Respect, Hard to handle o Shake te lleva en bolandas. A veces cuando escucho su voz pienso que no hay nadie como él. Pero se me enciende un piloto que me avisa de que también tenemos a Sam Cooke, Aretha Franklin, Solomon Burke o Mike Farris a los que también adoro.
Otra cosa que me vuelve loco en los discos de Otis Redding es la instrumentación. Me refiero a tipos tan fiables como Steve Cropper a la guitarra. A una sección de viento que reina por todo lo alto, que por lo menos a mi me proporcionan un subidón de aupa cada vez que la escucho. Siempre he pensado que en el caso de la música de Redding menos es mas. Es un estilo muy diferente a la exuberancia de Marvin Gaye o Curtis Mayfield (ojo para mi ambos son imprescindibles).
Es inevitable preguntarse que habría sido de la carrera de este hombre si siguiese vivo. ¿Habría perdido la chaveta como casi todo el mundo en los ochenta? ¿Habría continuado grabando excelente música a un nivel más underground? ¿Tal vez en esta década que estamos a punto de abandonar un productor con visión como Joe Henry le habría sacado lo mejor de si mismo? Especulaciones. Divagaciones. Otis ya no esta aquí pero su música es indestructible. Eterna.