Una tesis muy extendida
sobre los noventa es que fue una década demasiado seria, agobiante por
momentos, muy trascendental. El grunge fue el movimiento musical más popular y
parece que se fagocito al hard rock festivo y todas sus bandas se esfumaron en
un chasquido de dedos. Tal vez no sea cierto pero así nos lo han contado a
menudo. En cualquier caso basta ir a lo verdaderamente importante, es decir, a
la música para percatarse de que fue una época excitante. Si repaso la cantidad
de discos esenciales en mi dieta musical me doy cuenta de que muchos pertenecen
a ese periodo.
En esta década como estoy
seguro ha sucedido siempre surgieron unas cuantas bandas inclasificables con un
toque personal que escapaban a casi todas las etiquetas. Desde NYC llegó una de
las más divertidas, iconoclastas y sugerentes del panorama musical: Fun Lovin´ Criminals. En aquel contexto
este trío neoyorquino aportó buenas canciones y unos directos rompedores además
de dejar un legado discográfico que sigue sonando a gloria: Come
Find Yourself (1996) y 100% Colombian (1998).Fueron y
siguen siendo dos de mis discos favoritos de aquella y todas las épocas.
Llegué a ellos a través
del que fue uno de sus mayores hits Scooby
Snacks. Una de esas canciones pegajosas que tarareas a menudo y que se hizo
muy popular y vendió un porrón sobre todo en Inglaterra. La canción se iniciaba
con fragmentos de diálogos de Reservoir Dogs y Pulp
Fiction y tuvieron jaleo con Tarantino
a cuenta de las royalties. El tema es un buen cebo pero no es ni de lejos la
mejor canción del álbum. Ese honor está muy competido.
La fórmula es una
coctelera movida con mucho estilo. Y eso no es fácil. Muchos grupos cuando
picotean de aquí y de allá acaban sucumbiendo en una indefinición que no afecta
a este trío. Huey Morgan (guitarra y
voz) Fast (bajo, teclados,
programaciones, trompeta y lo que le pongan) y Steve (batería) consiguen una propuesta atractiva repleta de glamour,
con raíces souleras, cantos hip-hop y arrebatos rockeros. Una mezcla que a
priori no debería funcionar y no solo lo hace sino que cautiva.
La triada inicial The Fun Lovin´ Criminal, Passive/Aggressive y The Grave and the Constant puede ser un
perfecto resumen de lo que vamos a encontrar. En The Fun Lovin´ Criminal presentan en sociedad. Guitarra acústica,
armónica, un riff pegón y a empezar el día de la mejor forma posible. Passive/Aggressive es, cómo decirlo, no
se puede empezar un tema de forma más cool. Sutil punteo de guitarra, unos
cuantos yeahs de fondo, el bajo de Fast dando forma al asunto…. Qué puta
delicia. Junto al tema Let´s get it on
de Marvin Gaye es mi comienzo
favorito de todos los tiempos. The Grave
and the Constant comienza con un marcado acento hip-hop y tiene uno de esos
estribillos maravillosos que tan bien se saben currar estos chicos y muchas
frases a tener en cuenta como aquello de See
I got more gumbas than Bobby De Niro
and if I was you I'd Act like Nixon and Spiro.
No hay canción mala en el
disco. Esa es la verdad. Hay matices que descubres después de escuchar el álbum
muchas veces. Bajo el envoltorio Goodfellas de estos tíos hay música poderosa a
la par que sutil. A ver quién no cae rendido ante una maravilla como Methadonia. Quién puede dejar de moverse
ante la propuesta de Bombin´ the L. Dejarse
llevar por el envoltorio es perderse sutilezas como I´cant get with that con un epatante solo de guitarra cortesía de
Huey. Todo el disco esta plagado de unas carnosas líneas de bajo a cargo de un
sujeto que se merece más atención. Bear
Hug es un buen botón de muestra. Steve Borgovini, el batería, sólo grabó este y
el siguiente disco. Puede estar orgulloso.
Nada es intocable para
estos tíos. Si les mola lo incorporan. Hay un componente de easy listening de
lounge music y bendita la hora. Si, tiran de tópicos sobre gansters, robos de bancos
y demás parafernalia pero lo bañan todo con el imprescindible sentido del
humor. Claro que si. Y dan mucho más de lo que parece a priori. En Come
Find Yourself dieron en el clavo. Sigue siendo una gozada escuchar el
disco dieciséis años después y comprobar que no sólo aguanta el paso del tiempo
sino que me lo tengo que enchufar cada poco tiempo. Esencial.