Ya he escrito una vez que el periodo comprendido entre los
discos Train a comin´y Jerusalem de Steve Earle es glorioso. Una ristra de álbumes
de un músico en estado de gracia y provisto de una mala hostia singular. Hecho
de menos a aquel Steve Earle. Respeto lo que hace ahora y el tío parece feliz
pero me gustaba más enrabietado. En cualquier caso siempre le tengo presente y
el otro día mirando entre la ingente cantidad de material que acumulé cuando lo
conseguía de la mula encontré este pedazo de vídeo en el que se caca una
macanuda versión de junto a Sheryl Crow y con el siempre eficiente y punzante
Eric “Roscoe” Ambel a la guitarra.