Cumplí veintidós años justo el día que se publicaba Dust de Screaming Trees. He escuchado ese álbum cientos de veces y no me canso. En 2017 un pequeño sello ingles lo reeditó con jugosas caras b, rarezas y tomas en directo de otras canciones. Los cinco primeros temas de ese segundo disco extra son la rehostia bendita y de haber sido incluidas junto al resto no harían sino engrandecer este glorioso disco. Cuando cumplí veintiséis, justo ese día, Screaming Trees dieron su último concierto en el Seatle Memoriam Stadium ante 20.000 personas. Tenían grabado un disco que nadie quería editar y que gracias al empeño de Barrett Martin acabó saliendo mucho tiempo después en 2011 bajo el título Last Words: The Final Recordings. Y si, espero seguir escribiendo esto con buena salud unos cuantos años más. Ni una duda al respecto.