miércoles, 28 de mayo de 2014

Matar a un ruiseñor

Gregory Peck siempre se encargó de recordar en todas sus entrevistas que su papel favorito en el cine fue el que encarnó en Matar a un ruiseñor. En aquel film dirigido por Robert Mulligan y basado en la única novela de Harper Lee, Peck interpretaba a Atticus Finch un abogado que en un pueblo de Alabama se encarga de la defensa de un joven negro acusado de abusar de una chica blanca. La película es un canto a la tolerancia, un firme alegato contra el racismo y su mensaje es eterno. Pero más allá de los valores políticos y sociales (que el film los tiene) lo que más me gusta de la película es la descripción que hace de la infancia, de la suerte que puedes tener en esta vida si te tocan unos padres que te educan con cariño y con unos valores muy firmes. 

La película está repleta de aciertos. Es imposible no caer rendido ante la interpretación de Gregory Peck. Atticus Finch es un personaje de carne y hueso, hay personas así, también mucho hijo puta suelto, sin duda, pero tipos como Atticus existen. Incluso es muy probable que por sintonía, vital y política, Gregory Peck pusiese mucho de sí mismo para encarnar ese personaje. Su interpretación le valió el único Oscar de su carrera y aunque los premios no signifiquen nada está claro que el tipo se lo merecía. Realmente da vida a ese hombre al que le vemos también en ciertos momentos solo, pensativo y echando en falta a su mujer, pero que todos los días dedica su tiempo a educar con cariño a sus hijos.

El film está contado desde el punto de vista de Scout, la hija de Atticus, que observa confundida como su padre decide aceptar defender a un hombre negro pero que irá comprendiendo que no hacerlo sería la peor de las decisiones. La voz en off de la actriz que interpreta a Scout, Mary Badham nos guía por un mundo visto desde los ojos de una niña que tiene la suerte de crecer educada por una gran persona. El mundo infantil está maravillosamente reflejado tanto por las interpretaciones de los actores (Mary Badham y Phillip Alford) como por las diversas aventuras que viven y que cualquiera que recuerde su infancia las sentirá como muy cercanas.

La película además de tener una indudable carga social y un mensaje abierto es muy divertida. Hay muchas secuencias entretenidas, sobre todo en el hogar de los Finch, con las típicas trifulcas entre hermanos y con la aparición del personaje basado en Truman Capote, a la que la autora Harper Lee conoció en su infancia. Además no sé si es por la fotografía, por la forma en que está rodada o por el ambiente en general pero siempre emparento esta película con La noche del cazador.  En una te irías a cualquier sitio con Gregory Peck y en la otra pondría millas de por medio con Robert Mitchum. Ah, y la banda sonora de Elmer Bernstein es perfecta. Ahí va uno de las mejores secuencias de apertura de títulos de crédito de la historia y algunas sentencias memorables de Atticus Finch:


martes, 20 de mayo de 2014

La radio de antes, los podcast de ahora

En mi casa la radio estaba encendida prácticamente todo el día. Solo al anochecer cedía su trono a la televisión. Recuerdo escucharla en mi hogar a todas horas. Teníamos una radio hasta en el water. Por la mañana antes de ir al colegio mi ama siempre tenía puesta la Cadena Ser y nos divertíamos con La saga de los Porretas. A la tarde cuando volvía del cole en mi hogar seguía reinando la radio aunque yo no le volvía a prestar atención hasta la noche. La hora de dormir era perfecta para dejarse llevar por algún programa deportivo que acabé aborreciendo y en verano cuando no había que madrugar perderse con el inimitable Pumares gritando a algún pobre oyente en aquel delirante Polvo de Estrellas que se emitía en Antena 3 Radio de una y media a cuatro de la madrugada.

Años después, los fines de semana no faltaba a mi cita con el inimitable Paco Perez Brian en su espléndido de 4 a 3 de Radio 3 que recuerdo escuchar las tardes de los sábados y los domingos con una buena resaca. El recuerdo de este programa está ligado a mi primo Oscar que me lo descubrió y con el que me lo pasaba pipa oyendo las andanzas de Brian un tipo que sabía transmitir su pasión por la música y uno de los que más brasa dio con bandas como Nirvana, Pearl Jam o los putos Oasis. Además del programa de Brian, Radio 3 era y sigue siendo en mi opinión como un oasis en el desierto. Puedes encontrar muchos programas especializados hechos con mucho gusto. En su día seguí con devoción Tren 3, El Ambigú de Diego A. Manrique o Pioneros...


Por costumbre familiar me despierto siempre con la radio. La programo y lo primero que suena es la Cadena Ser. Es herencia familiar, no soy nada fanático de la emisora, es más últimamente encuentro pocas cosas interesantes en ella. Pero a Radio 3 le sigo siendo fiel y más con este gran invento que son los Podcast. Apenas escucho la radio en directo durante el día pero cargo mi Mp4 con diferentes podcast de programas interesantes como El sotano, La madeja, Sateli 3, Toma Uno o el imprescindible Todos somos sospechosos. La baza imbatible de los Podcast es que son radio a la carta. Te viene un pequeño resumen de lo que trata el programa y te lo ventilas. En mi caso en el viaje en metro al trabajo, a las noches antes de dormir o cuando voy a caminar. Es un gran invento, yo desde luego le saco mucho partido.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Steve Conte & The Crazy Truth

Hace un par de meses que me compré Horn and Halos de Michael Monroe. Cada día me gusta más y hace poco tuve la suerte de disfrutar prácticamente de su totalidad en directo. Como hago siempre que tengo un álbum original me fijé en los créditos y comprobé que en todos los temas figuraba como compositor Steve Conte. Hasta hace poco lo único que conocía de este sujeto es que había sido componente de los New York Dolls en la resurrección de estos. Recuerdo que hace dos o tres años me llamó la atención por una entrevista que le hicieron en Popular 1. De esas entrevistas chulas que profundizan más allá de los asuntos típicos. 

He estado investigando su carrera y el tío tiene muchos años de rock´n roll a sus espaldas. Escuché un podcast del antiguo programa de Radio 3 Rock Reaktor en el que hacían un repaso a su trayectoria y flipé. Grandes canciones en todos sus proyectos: Company of Wolves, Crown Jewels o The Contes junto a su hermano. Además el tipo ha tocado con gente tan dispar como Maceo Parker, Willy DeVille, Willie Nile o el mísmisimo Chuck Berry del que en la entrevista antes mencionada de Popular 1 cuenta una desternillante anécdota.


De modo que decidí hacerme con su primer disco en solitario titulado Steve Conte & The Crazy Truth sin apenas haber escuchado nada más que un par de temas pero con el aval de ser el principal compositor de Horn and Halos, participar en muchos temas del también excelente Sensory Overdrive y habiendo escuchado otras cuantas canciones de sus anteriores proyectos. Y ha sido un acierto pleno. Steve Conte & The Crazy Truthh me tiene loco desde que llegó al buzón de mi casa hace poco más de un mes y va creciendo con cada escucha. 

Steve Conte en solitario se mueve en una onda diferente a lo que hace con Michael Monroe pero el resultado es igual de excitante. Es la clase de álbum que podría hacer el Izzy Stradlin inspirado de principios de los noventa pero con más matices en su música. Y a la altura de lo de Michael Monroe en solitario. O sea que para el que esto escribe la repanocha. Estoy enganchado al disco de principio a fin. Y se disfruta del tirón. Me gusta este tipo de discos directos que en apenas 36 minutos te ponen a punto. 



No puedo esconder mi excitación ante temas tan impresionantes como The Truth Ain´t Pretty (cuyo inicio me recuerda a American Girl de Tom Petty), Gypsy Cab, Texas T o Get Off por nombrar algunos aunque como ya escrito las once canciones hay que escucharlas del tirón. Además hay variedad. Temas mas cañeros como el inicial This is The End, la adictiva Her Highness ese molón final con Junk Planet, material más misterioso como la atractiva Busload of Hope con unos coros femeninos cargo de unas tales Nicki Richards y Catherine Russell que olé por ellas o una Indie Girl a la que me costó pillar el punto pero que parece sacada de un disco de Willy Deville. Además Steve Conte ha contado para las mezclas con Niko Bolas y en la masterización con Richard Dodd y con algún invitado de lujo como el New York Doll David Johansen que sopla la armónica en The Goods Are Odd.



viernes, 9 de mayo de 2014

Michael Monroe. Sala Sonora 08-05-14

Todavía con el zumbido en los oídos y la voz un poco ronca pero con la sonrisa de millonario como dice mi primo Oscar. Hace un par de horas escasas que ha terminado el concierto de Michael Monroe en la Sala Sonora de Erandio. Y qué puedo escribir.... Me lo he pasado pipa. Ochenta y cinco minutos intensos en muy buena compañía presenciando una celebración de rock´n roll. Michael Monroe tiene una banda formidable y un repertorio para tocar tres horas seguidas. Pero cuando en el escenario se realiza tal despliegue la duración pasa a un segundo plano. Y hora y veinticinco minutos con Monroe y cía vale mucho.

Antes del concierto hablamos con un viejo colega que trabaja de técnico de sonido en la sala y nos informa que se habían vendido unas 140 entradas. Me esperaba mucha más afluencia pero eso no ha frenado a Michael Monroe y sus compinches que han comenzado a todo trapo con el tema que da título a su último y cada día más excitante Horn and Halos. De hecho Monroe confía tanto en su material reciente que han sonado muchos temas de este disco. Que recuerde: Ballad of the Lover Lower East Side, Eighteen Angels, Saturday Night Special (esta en los bises), Stained Glass Heart, Child of the Revolution, Soul Surrender y seguro que se me olvida alguna. De hecho mi colega Rober que no conocía ni un tema de este álbum me ha comentado que el concierto le ha gustado mucho y que todas esas canciones que no controlaba no han desentonado con el resto del repertorio.


Del también estupendo Sensory Overdrive han caído Trick of the Wrist, 78, Modern Day Miracle... Tampoco podía faltar las referencias a Hanoi Rocks con un tema que no controlo pero que me ha flipado, con una parte de saxo chulísima, y como no dos pelotazos de Demolition 23: Nothing´s alright y Hammersmith Palais. Michael Monroe es todo un espectáculo. El escenario se le queda pequeño y es como un pequeño demonio salvaje que al cantar parece bipolar, lo mismo se pone tierno que violento. Ha sido una gozada poderle ver en directo. Tenía unas ganas de la leche y mis expectativas se han cumplido. Además la banda es un lujo. Steve Conte, Sammi Yaffa, Karl Rockfist y Rich Jones son afortunados de estar en la banda de Michael Monroe pero éste seguro que también sabe la suerte que tiene de contar con ellos. Comentábamos al finalizar que este concierto es el típico que tenía que haber sido un sábado por la noche, no tener que madrugar al día siguiente y cantar a pleno pulmón eso de: Do you want to hear the story of my life, got no reason to go home tonight.....









martes, 6 de mayo de 2014

Bruce Springsteen & E Street Band. Bobby Jean

Una de las facetas que más me gusta de Bruce Springsteen son sus letras. En este campo no tiene tan buena prensa como algunos de sus contemporáneos o de algunos totems del género que no nombraré pero lo cierto es que yo conecto mucho antes con la prosa del de New Jersey que con las tribulaciones y metafísica de otros. Admito que soy un tipo muy básico, cada vez más y me pierdo en metáforas y recovecos literarios fuera de mi alcance. 

Bobby Jean es una de mis canciones favoritas de este buen hombre. Y si, me gusta pensar que es cierta la historia de que está dedicada a Little Steven. Para mi esa es una interpretación perfecta. El amigo Van Zandt es muy grande y por supuesto Springsteen lo sabe. La amistad, esa que está por encima de las circunstancias y es ajena al tiempo, es una de las cosas más importantes de esta vida y cultivarla una tarea necesaria, vital diría yo.



Well I came by your house the other day, your mother said you went away
She said there was nothing that I could have done
There was nothing nobody could say
Me and you weve known each other ever since we were sixteen
I wished I would have known I wished I could have called you
Just to say goodbye bobby jean

Now you hung with me when all the others turned away turned up their noise
We liked the same music we liked the same bands we liked the same clothes
We told each other that we were the wildest, the wildest things wed ever
Seen
Now I wished you would have told me I wished I could have talked to you
Just to say goodbye bobby jean

Now we went walking in the rain talking about the pain from the world we hid
Now there aint nobody nowhere nohow gonna ever understand me the way you did
Maybe you'll be out there on that road somewhere
In some bus or train traveling along
In some motel room therell be a radio playing
And you'll hear me sing this song
Well if you do you'll know Im thinking of you and all the miles in between
And Im just calling one last time not to change your mind
But just to say I miss you baby, good luck goodbye, bobby jean

sábado, 3 de mayo de 2014

Pearl Jam. Riot Act

Hace unos meses que Pearl Jam editaron Lightining Bolt su décimo álbum de estudio. No tengo ni idea de como ha sido recibido por crítica y público. Tan solo he escuchado media docena de temas. Lo he intentado varias veces pero ninguna canción me ha parecido digna de su catalogo. Ni las más rockeras ni las más pausadas. No se trata de tempo, es cuestión de inspiración y me parece que las musas les han sido esquivas a Vedder y cía en esta ocasión. Así lo percibo yo al menos. 

Y a qué viene este párrafo sobre su ultimo disco si de lo que voy a escribir es de Riot Act. Viene a que hay discos sepultados en las discografias de los grupos, de los que casi nadie se acuerda pero que esconden pequeños tesoros. Excelentes canciones que perduran más que esos singles cañeros tan quedones pero a los que el paso del tiempo no les hace mucho bien. Soy de los que piensa que en los últimos discos de Pearl Jam funcionan mejor los temas lentos o medios tiempos que las canciones más rockeras. Con alguna excepción que por cierto encuentro en este Riot Act. Cuando quiero escuchar temas más rockeros recurro siempre al Vs o al Vitalogy.

Riot Act se editó hace once años y es junto a Binaural su punto más bajo en cuanto a ventas. Tampoco goza de mucho aprecio entre sus fans. A mi tampoco me parece un trabajo tan sólido como el Ten, Vs o No Code. Pero en conjunto me parece muy superior a Binaural, Pearl Jam o Backspacer. Mi estima hacia este álbum se debe a que algunas de sus canciones me fascinan. Ninguno de los temas que he escuchado en sus tres últimos discos de estudio (exceptuando Parachutes o Come Back del Pearl Jam y Just Breathe de Backspacer) me gustan tanto como Thumbing my way, 1/2 Full o All Or None por poner mi trío de ases de este álbum.




La primera canción que me llamó la atención de este álbum fue 1/2 Full. Una de las más cañeras que me recomendó uno de mis cuñados. Fue la primera que escuche y la mejor de las más movidas. Por eso mismo me costó pillarle el punto luego a temas más lentos como los referidos (Thumbing my way All Or None) o al que fue el single del disco, una I am Mine que con el tiempo ha ganado muchos enteros. Y mención especial también para los dos temas en los que la música es de Matt Cameron. Tanto Cropduster como You Are son dos canciones atípicas, diferentes a las que también me costó pillar el punto pero que acabaron gustándome mucho. Así que no lo puedo negar Riot Act me parece un buen disco, muy infravalorado en la carrera de esta banda.