Más de sesenta años después de su publicación Here´s Little Richard sigue sonando rompedor. Nada le puede detener. Tanto tiempo después las bandas siguen rastreando la esencia del rock´n roll en esta rodaja. Y el listón no puede estar más alto. Debutar con un disco así es una bendición por un lado pero pone el nivel tan arriba que resulta complicado seguir su estela. En su segundo disco seguro. Después no lo sé. Tal vez Richard lo consiguió. No lo sé. Será un placer investigarlo. Lo que está claro es que aquí puso una de las primeras piedras del rock´n roll y bien arraigada además. 28 minutos que valen por carreras enteras.
La forma de cantar y comportarse del amigo Richard en escena resume perfectamente lo que es el rock´n roll. El peligro, la sensación de caos y el efecto liberador está ahí. Y por mucho tiempo que pase nada puede borrar ese subidón que proporciona esa música. Incluso hasta en los temas más calmados como Can´t Believe you wanna leave o Miss Ann su impronta tiene ese regustillo de lo salvaje, de lo inesperado. Cualesquiera que fueran las influencias de Richard las elevó a un lugar desconocido. Siempre se nombró a Esquerita como una de sus influencias. Le robó hasta el peinado el bueno de Ricardito.
Musicalmente este primera etapa de Richard se basaba en el piano y el saxo. Ambos llevan el peso de cada tema siendo la guitarra predominantemente rítmica y el despliegue vocal de Ricardito lo que sobresale por encima de todo. Little Richard no se volvía loco con las letras. Casi todas giraban en torno a un tema: lujuria a mansalva, sin mesura, expresada con abundantes falsetes y onomatopeyas imposibles pero que rimaban que no veas. Tenía que ser la leche ver a este sujeto en un escenario. Negro, abiertamente homosexual y alentando a las masas. Tremendo. En un documental que vi sobre la historia del rock Little Richard explicaba como su música hizo añicos la barrera de la segregación, que en muchos locales los negros y negras se mezclaban con los blancos. Danger, danger.
El título ya es toda una declaración de principios: Here´s Little Richard. Y ha venido para quedarse apunto. Prepárate amigo porque todo va a volar por los aires. Nadie ha cantado esas locuras de dos minutos y medio como lo hacía Richard mientras aporreaba su piano de la forma menos académica posible. Canciones como la mencionada Tutti Frutti, Ready Teddy, Long Tall Sally, Rit It Up son toda una declaración de principios, tonadas frescas a más no poder que invitan al baile, a pasar un rato divertido que a ser posible acabe en lujuria.
El segundo disco titulado simplemente Little Richard es otro compendio de rock salvaje primigenio con todos los ingredientes del primero tan frescos como el primer día. Nada se ha perdido en el camino. Ahí está la mítica Lucille, es inicio absolutamente rompedor con Keep A Knockin´, la brillante y eterna Good Golly Miss Molly...Nadie mejor que Richard para cantar eso de All around the world, rock and roll is on its way, all around the world, rock and roll its on its way, You can hear those jukebox jumpin´ all night and all through the day...
Musicalmente este primera etapa de Richard se basaba en el piano y el saxo. Ambos llevan el peso de cada tema siendo la guitarra predominantemente rítmica y el despliegue vocal de Ricardito lo que sobresale por encima de todo. Little Richard no se volvía loco con las letras. Casi todas giraban en torno a un tema: lujuria a mansalva, sin mesura, expresada con abundantes falsetes y onomatopeyas imposibles pero que rimaban que no veas. Tenía que ser la leche ver a este sujeto en un escenario. Negro, abiertamente homosexual y alentando a las masas. Tremendo. En un documental que vi sobre la historia del rock Little Richard explicaba como su música hizo añicos la barrera de la segregación, que en muchos locales los negros y negras se mezclaban con los blancos. Danger, danger.
El título ya es toda una declaración de principios: Here´s Little Richard. Y ha venido para quedarse apunto. Prepárate amigo porque todo va a volar por los aires. Nadie ha cantado esas locuras de dos minutos y medio como lo hacía Richard mientras aporreaba su piano de la forma menos académica posible. Canciones como la mencionada Tutti Frutti, Ready Teddy, Long Tall Sally, Rit It Up son toda una declaración de principios, tonadas frescas a más no poder que invitan al baile, a pasar un rato divertido que a ser posible acabe en lujuria.
El segundo disco titulado simplemente Little Richard es otro compendio de rock salvaje primigenio con todos los ingredientes del primero tan frescos como el primer día. Nada se ha perdido en el camino. Ahí está la mítica Lucille, es inicio absolutamente rompedor con Keep A Knockin´, la brillante y eterna Good Golly Miss Molly...Nadie mejor que Richard para cantar eso de All around the world, rock and roll is on its way, all around the world, rock and roll its on its way, You can hear those jukebox jumpin´ all night and all through the day...