Componente de una de mis bandas favoritas de la historia, destroyer escénico junto a su hermano Gary Lee y confidente de Mark Lanegan en Screaming Trees, Van Conner fue un bajista peculiar de indudable carisma que aporto su prestancia con el instrumento y unos molones coros en innumerables canciones que me volaron la cabeza. Junto a su hermano, Lanegan, Pickerel primero y después Barrett Martin grabó algunos de los discos más guapos que he escuchado a los que desgraciadamente jamás se le dio el valor que tenían. Lo único que sé es que escuchar cada poco tiempo Uncle Anesthesia, Sweet Oblivion, Dust y Last Words: The Final Recordings tiene todo el sentido del mundo en mi hogar. Que la tierra te sea leve, Van. Rock´n Roll!