Algunas bandas tienen su momento de gloria más o menos prolongado, aprovechan el tirón y luego parece que se las haya tragado la tierra. No se que estarán haciendo hoy en día Blues Traveler pero a mitad de los noventa parecía que se iban a comer el mundo. Supongo que todavía tendrán una base sólida de seguidores a los que colmarán todos los veranos con la gira de turno. Luego miro en el You Tube, a ver qué encuentro.
Blues Traveler fueron a menudo metidos en el saco de las jam bands junto a Phish, Widespread Panic o en menor medida Screamin Cheetah Wheelies, banda con la que no se exactamente por qué les asocio siempre. Ambas me gustan mucho. Creo que a mediados de los noventa o algo más tarde Blues Traveler actuaron en el Doctor Music Festival y en su momento me jodió perdérmelos. Siempre he tenido una simpatía especial por esta banda y a día de hoy en mi casa siguen sonando habitualmente Four, Straight On Till Morning o Bridge. Y se mantienen tan frescos como antaño.
Me detengo en Bridge, disco que editaron en 2001 tras la muerte de su bajista Bob Sheehan. Y lo hago porque es un álbum muy bueno con unas cuantas canciones excelentes que no desentonarían en su obra maestra, Four. Una elegante forma de afrontar el duelo de un compañero ofreciéndole un muy bonito tributo. Temas como Back In The Day, Girl Inside My Head o The Way me parecen singles perfectos, canciones pegadizas, muy buenas de esas que te gusta disfrutar en directo.
En este disco la omnipresente armónica de John Popper pierde algo de peso en favor del piano. Pero todavía Popper brilla en las magnificas Just For Me o en All Hands. El piano se luce en la maravillosa introducción a la emotiva Pretty Angry (for J.Sheehan), un pedazo de canción. Aunque el primer tema que me noqueó fue All Hands donde bajo, armónica y piano se entienden a la perfección. En total son doce temas y apenas me sobran dos o tres con lo que tenemos otro buen disco de Blues Traveler que desconozco qué repercusión tuvo en su momento. Yo lo tengo muy presente.