A principios de los cincuenta la carrera musical de Frank Sinatra se encontraba en un momento delicado. En 1952 se había terminado su relación contractual con Columbia y el sello no había mostrado el menor interés por renovarlo. Tampoco conseguía un contrato con otras discográficas hasta que finalmente apareció Capitol Records que le ofreció un trato bastante modesto en el que no figuraban anticipos y en el que Sinatra tenía correr con los gastos de los músicos, arreglos y grabación del álbum en cuestión. Vamos, que el amigo Frank estaba bastante apurado.
Muchos años después sabemos que los años que Frank Sinatra pasó en Capitol fueron fundamentales en su carrera y en la música popular norteamericana. Y el nombre de Sinatra aparece ligado en esta época en muchas ocasiones al del arreglista Nelson Riddle hasta el punto de que la mayoría de los críticos y estudiosos señalan que Riddle revitalizó con sus brillantes y eclécticos arreglos el sonido de Frank Sinatra. Fue el arquitecto de ese sonido swing tan irresistible para sujetos como el que escribe.
Cuando le preguntaban al propio Riddle que opinaba de que él fuese el artífice principal de aquel sonido y aquellas maravillas grabaciones el bueno de Nelson contestaba que el mayor mérito correspondía a Sinatra. Sentía verdadera admiración y devoción por el cantante aunque confesase que no fuese fácil trabajar con el. Sinatra podía tener amigos al otro lado de la ley, pegarse unas juergas bárbaras, ser un inquieto liberal, sufrir un día por el amor de Ava y al siguiente ir a los brazos de Lauren Bacall, pero lo cierto es que cuando entraba en un estudio de grabación sabía lo que hacía. Lo tenía todo en su cabeza. Y exigía a los músicos un nivel de compromiso similar al suyo. Y cuando los astros coincidían (y en aquella época lo hacían a menudo) el resultado era inmejorable.
En la biografía A su manera de J.Randy Taraborrelli se recogen estas sinceras declaraciones de Nelson Riddle: "No hay nadie como él. Frank no sólo te anima a arriesgarte, sino que tiene una percepción tan fina de la ejecución que te impulsa a dejarte la piel por él. No es sólo que su intuición en cuanto al compas, al fraseo e incluso la configuración, sea asombrosamente exacta, sino que, además, su gusto es exquisito". Amén.
La colaboración de Nelson Riddle con Frank Sinatra comenzó el 30 de abril de 1953 para los arreglos de I love you y South of the Border. También de esa sesión es I´ve got the world on a string que marcó un antes un después en la carrera de Sinatra. Según se cuenta en la biografía de Taborrelli finalizada la sesión Frank recorrió el estudio de grabación estrechando la mano de los músicos y diciéndoles "He vuelto, amigos. He vuelto". Sinatra casi había tenido que mendigar un contrato en Capitol pero su suerte cambió. Frank Sinatra y Nelson Riddle grabaron juntos catorce discos entre su etapa Capitol y Reprise Records dando lugar a una de las relaciones artísticas más prolíficas e inspiradas de la historia musical.