A las 17:00 salimos para Vitoria. Pasamos por Gallarta a recoger a Ander. Llegamos y ahí nos esperan en las campas Iñigo, Itxaso y Grushecky. Se palpa el cansancio. Diego parece perjudicado, pero es un toro. Ander es indestructible, Idoia tiene los genes de su hermano y yo estoy como un puto fraguel. Mike Farris tiene la pocima adecuada.
En el mismo escenario en el que el día anterior Eli Paperboy Reed hizo de las suyas Mike Farris va a elevar nuestras miserables almas y cuerpos. El poder de la música. Farris ejerce de maestro de ceremonias y la banda que lleva es de lujo. Caen temas del fantástico disco Salvation In Lights: Sit Down Servant, Streets Of Galilee, I´m Gonna Get There… Farris ha nacido para cantar. En solitario, con una banda como la que lleva ahora, con Screaming Cheetah Wheelies, con gitanos rumanos…. Puede hacer lo que quiera. Es el puto amo.
Se muestra comunicativo y da cancha a su banda. Claro, es que no hacerlo sería estar ciego. Todos aportan y en el escenario se notan las buenas vibraciones. Las McCrary Sisters que le acompañan a las voces tiene su bien ganada cuota de protagonismo como el resto de la banda. Pero esas dos mujeres, las nos llevan más allá. Interactúan con Farris a la perfección y cuando toman el mando de la canción eso es el éxtasis. Te apabullan, elevan tu espíritu, te recuerdan una y otra vez el poder de la música. Farris es un hombre feliz y lo que vemos es una celebración de la música de la que todos somos partícipes.
A las 22:30 en el escenario grande Fun Lovin´ Criminals vuelven por estos lares y Ander y Diego me comentan tras el concierto que estos muchachos se están echando un poco a perder. Y tal vez tengan algo de razón. El concierto me gustó porque sonaron grandes temas y porque Huey sigue siendo un cachondo pero creo que hace falta un poco más. Las versiones de Foxy Lady de Jimi Hendrix y Rock´n Roll de Led Zeppelin fueron de lo mejor. Pero también sonaron grandes canciones del trio como Korean Bodega, Smoke Em, King Of New York o I Can´t Get Whit That. Fueron tan solo 55 minutos con un buen repertorio pero muy corto.
La espera para que saliese Alice Cooper se nos hizo eterna. A esas horas el cansancio hace mella y Vincent Damon Furnier y su banda salieron con 20 minutos de retraso. Pero mereció la pena. Sin duda. Alice Cooper lleva una banda solvente donde destaca el ya veterano Chuck Garric verdadero alma de los músicos que le acompañan. Y un repertorio repleto de clásicos que resiste el paso del tiempo. Grandes temas que no te cansas de escuchar jamás: Schools Out, I´m Eighteen, Is It My Body, Billion Dollar Babies. Y fin de fiesta con Elected para mi una decision perfecta.
También sonaron del Dirty Diamonds, la que da título al disco y una de mis favoritas, Woman Of Mass Distraction. Alice tiene cuerda para rato. El espectáculo que se montan como siempre no está nada mal aunque sinceramente si no hay buenas canciones detrás de poco serviría. Y Alice Cooper las tiene a manta. Como siempre el momento de Welcome To My Nightmare destaca, es cuando el show alcanza su máximo apogeo. Y Alice lo sabe y lo sigue haciendo tan bien como siempre. Tras algo más de hora y media de show Alice abandona el escenario sabiéndose de nuevo vencedor.