Dos de los discos que mas me han gustado del pasado año han sido Written In Chalk de Buddy & Julie Miller y I And love and you de The Avett Brothers. Ambos tranquilos, sosegados, plagados de armonías vocales y dulces vocecillas. Ya me dice Susana que tiendo a los medios tiempos cuando no a las baladas. Menudo moñas. Supongo que a ambos discos les habrán colocado la etiqueta de americana, new folk o alguna gaita de esa. Para mi dos de los discos más bonitos que he escuchado.Esté álbum supone el paso de Avett Brothers a la multinacional Columbia lo que habrá levantado las suspicacias y la furia de sus seguidores de toda la vida. Estas cosas pasan. Siempre hay quien se baja del carro. Somos un poco puñeteros en eso. Bueno pues en una multinacional Avett Brothers han grabado un pedazo de disco repleto de armonías vocales difícilmente igualables y con un sonido sello Rick Rubin. Si, otro disco entre mis favoritos de todos los tiempos producido por este hombre. Han dejado atrás el esquema banjo-guitarra acústica y contrabajo y sin perder su esencia el piano cobra mas protagonismo junto a las voces de estos dos chicos compenetrándose a lo grande.
Desconozco si en esta ocasión Rubin se habrá echado una siesta en el sofa del estudio mientras acaricia el cogote de sus canes. Más de uno puede pensar que incluso se ha dormido precisamente al escuchar el disco. Pero parece ser que es una sana costumbre que lleva a cabo incluso con Metallica sonando atronadores. En cualquier caso si ha caído en los brazos de Morfeo mientras Seath y Scott grababan temas como I And love and you, January Wedding, Head Full of doubt, And it spread o Ill With Want estoy seguro que habrá tenido dulces sueños.

La primera escena de American Gangster es de esas que te atrapa, hace que te agarres bien a la butaca y te prepares para pasar un sugerente viaje por el Harlem de finales de los sesenta. En uno de sus callejones se ve a un hombre de origen hispano sentado en una silla soltando improperios mientras otro sujeto le rocía con gasolina su maltrecho cuerpo. En frente del hispano aparecen dos negros, ambos impecablemente trajeados. Bumpy es el dueño de las calles y Frank Lucas su fiel escudero. Es este el que sin pestañear arroja un mechero al hispano que arde como un condenado. Para asegurarse de que esta bien muerto le pega unos cuantos tiros. Fundido a negro. Y aparecen los títulos: American Gangster y luego based on a true story.
Como el año pasado me porté muy bien y soy un tipo con suerte en navidades he recibido dos preciados regalos: un flamante mp4 y una box set de la Creedence Clearwater Revival. Un lujo. Lo de la Creedence voy paladeándolo poco a poco y del mp4 ya sale fuego. Mi primera operación ha sido volcar en el mencionado aparato unos cuantos discos que se me habían acumulado en el ordenador y a los que por unas razones u otras no les había prestado demasiada atención.
Casi siempre se le ha colgado el sambenito de moñas, de ñoño. Su propio compañero, el cabroncete de John Lennon decía que a veces componía canciones para abuelitas. Ya sabemos lo mordaz y perrete que podía llegar a ser Lennon. Sin ir más lejos, cuando Brian Epstein manager de los Beatles le preguntó que título podía poner a su biografía, Lennon le espetó: "que tal, Judío Maricon".