Vaya, vaya con Steve Gorman desata su lengua de lo lindo en la entrevista que ha concedido a Luis Roman González para el número veraniego de Popular 1. Ni Chris ni Rich salen bien parados. Del primero comenta que tras su fachada de hipppy se encuentra un tipo muy preocupado por la pasta y del segundo que es un envidioso y que también tiene el brillo del dólar en sus ojos. Por si eso fuera poco corrobora que los hermanitos siempre estaban peleados, antes incluso de tener éxito. Es su forma de relacionarse. Nada nuevo bajo el sol. Desde luego si ya tenía ganas de leer el libro Hard To Handle: The Life and Death of The Black Crowes muchas más tras leer la entrevista.
Gorman comenta que el punto de inflexión para ponerse a escribir este libro fue la muerte del gran Eddie Harsch, que el volumen lo concibió como un homenaje al pianista de los Cuervos y también porque la historia de la banda debía de ser contada por el impresionante legado musical del combo de Atlanta. Y en ese aspecto estoy totalmente de acuerdo con Gorman. Los hermanos Robinson serán unos peseteros, unos egocéntricos o lo que Gorman quiera pero su talento musical es descomunal. Pocas bandas pueden presumir de tener una discografía tan impoluta como estos resabiados sureños. No hay fisura en todo su arsenal e incluso su álbum más flojo By your Side contiene unas cuantas piezas sublimes.
Llama mi atención que Gorman se muestra muy combativo y harto de los hermanos Robinson en toda la entrevista. Si, comenta que la música que hicieron juntos es maravillosa pero al leerle uno se queda con la sensación de que el resquemor y los malos rollos le agobiaron casi todo el tiempo que duró su estancia en la banda. Por otro lado es lógico pensar, que, coño Gorman si tan mal estabas haberte pirado antes. Pero hablar es fácil y puesto que el bueno de Steve estuvo con los resabiados hermanos Robinson tanto tiempo a mi sólo me queda felicitarle por haber aguantado tanta mecha y haber puesto su exquisita habilidad a las baquetas al servicio de los ogros de Atlanta. Y ahí van unas cuantas muestras del poderío, sutileza y pericia de Gorman tras el kit de batería: