Este fin de semana me he
metido sobredosis de basket. Nada más y nada menos que tres partidos de la Liga ACB Endesa. Y los tres muy
divertidos. La hasta hace poco llamada segunda mejor liga del mundo se enfrenta
este curso a la crisis económica, a la fuga de talentos (fundamentalmente a la NBA y la ligas turca y rusa) y a una
repercusión mediática limitada. En este aspecto parecía que TVE iba a pasar del baloncesto pero
sorpresivamente ha llegado a un acuerdo con la ACB para seguir ofreciendo baloncesto en abierto. Como el año
pasado son dos partidos, uno el sábado por TDP
a las 18 con la novedad de que el otro será por la primera a las 19.
A priori la liga ha
perdido atractivo. Se van de la competición Aaron Jackson, Prigioni,
Teletovic, Marco Banic, Canner-Meddley, Victor Claver…. Y tan
solo llega un fichaje mediático: Rudy
Fernandez. Es una forma de verlo. Otra es depositar las esperanzas en todos
esos jugadores jóvenes que van a debutar en liga. Universitarios
norteamericanos que darán sus primeros pasos en el profesionalismo aquí,
talentos del Este que probarán fortuna en la supuestamente liga más dura del
Viejo Continente o tipos que se han batido el cobre en la LEB y están ante su última oportunidad de tocar la gloria. La mayoría de los equipos se han tenido que
reinventar tras ajustar el presupuesto. Y eso tiene su encanto.
De momento con siete
jornadas disputadas ha habido unas cuantas sorpresas. Muy agradables además.
Por ejemplo comprobar que el Blancos de
Rueda Valladolid lleva un balance de cuatro victorias y tres derrotas. El
equipo pucelano ha empezado el curso con un presupuesto más que ajustado (ni
llega al millón de euros) pero en la primera jornada vencieron al Barça el Palau ante un club que tendrá
como no se cuantos millones más de presupuesto (pongamos veinte). Esas cosas
que pasan en el deporte y que tanto me gustan. Siguiendo con los del Pisuerga
ayer iban perdiendo a falta de cuatro minutos de más de diez puntos y acabaron
forzando la prórroga y ganando al Fiat
Mutua Juventut en su casa. Otra pequeña proeza.
Blancos de Rueda Valladolid está confeccionado con jugadores provenientes de
LEB o de latitudes exóticas (cuando no hay pasta hay que agudizar el ingenio) y
de momento les está saliendo además jugando un baloncesto divertido. Assignia Manresa en cambio con la misma
filosofía otro año más esperan salvarse pero de momento no conocen la victoria
en siete jornadas. Dos ejemplos de lo mismo con resultados opuestos de momento.
Por arriba todo sigue
igual. De momento el Madrid (que hoy ha batido el record de triples (18/34)
desde que la línea está en 6,75 continúa lider ofreciendo un basket ágil y
divertido) y se espera que se lo juegue todo contra el otro equipo futbolero el
Barça a cuyo pabellón acude una lastimosa media de 3.800 espectadores. Espero
que surja algún equipo que desbanque a los pesados de siempre y esto no sea un
asunto bipolar. Y si es el Gescrap
Bizkaia Bilbao Basket, mejor.