Este es uno de mis inicios favoritos de uno de los tipos que más me ha hecho gozar con su música tanto en estudio como en directo. Tan sólo le he podido ver tres veces y se me hacen pocas, muy pocas. Tengo la esperanza de que todavía guarde alguna última bala y tenga la fortuna de verle en directo. No sé si la banda será capaz de llegar al nivel de energía del amigo Bruce, ni si éste lo conservará, creo que si, pero desde luego haría todo lo que pudiese por asistir a su show. En 2009 en aquel estratosferico concierto en San Mames antes de entrar nos chupamos una cola a la solana de varias horas para estar en las primeras filas. No sólo no me arrepiento. Lo volvería hacer. Las veces que hagan falta. Eterno Springsteen.