Algunos actores parece que no están llamados a ejercer de protagonistas. Suelen tener un rostro poco agradecido, raro, difícil de clasificar. Y esa suele ser la principal pega al mismo tiempo que se convierte en su mejor arma. Un arma infalible. Porque cuando aparecen en pantalla no puedes evitar dirigir tu mirada hacia ellos. Porque roban el plano a lo protas. Porque tienen algo especial, algo que les hace imbatibles. Me estoy refiriendo a tipos como Walter Mathhau, Christopher Walken, Chris Cooper, John Turturro o el protagonista de esta entrada Steve Buscemi. Parece que ahora al bueno de Steve le ha llegado el momento de encarnar al protagonista en este caso de una serie que cuento los días para que aterrice en mi reproductor dvd Boardwalk Empire. Pero mientras uno de mis camellos me la proporciona me apetece escribir sobre el bueno de Buscemi.
Mi fijación por este tipo se inició en Ghost World. En ella Buscemi encarnaba a Seymour, un cuarentón solitario que acude citas a ciegas y que llena los huecos que su destartalada vida le deja con viejos vinilos de blues y objetos antiguos. Todo un freaky, vamos. Pero con un encanto especial. Steve lo borda algo que me imagino intuía el que hizo el casting. Anteriormente ya había llamado mi atención con su personaje en Reservoir Dogs y en Fargo de los Cohen pero fue Ghost World la que le elevó definitivamente. Y es que el personaje que interpreta, si, es un freaky, si, es un lobo solitario, un tipo fuera de este mundo, pero tan entrañable que es imposible no cogerle cariño. La película es de 2001 y ese mismo año todos sabemos lo que ocurrió el once de septiembre. Buscemi, natural de Nueva York, que había sido bombero en Little Italy antes que actor acudió a echar una mano como tantos de sus vecinos y se implicó posteriormente para ayudar a las familias que habían padecido la tragedia. Lo hizo a su forma sin conceder entrevistas ni darse publicidad. Se supo después. Un tío con clase.
Ahora parece que le llega el reconocimiento tras haber ganado el Globo de oro al mejor actor de serie dramática por Boardwalk Empire. Y me alegro porque el tipo se lo ha currado de lo lindo. Sus apariciones en las series Los Soprano y 30 Rock fueron antológicas y su filmografía habla por sí sola. Ha participado en unas cuantas películas con los hermanos Coen compatibilizándolo con incursiones en grandes producciones que le permiten seguir trabando en otras más independientes y de su gusto, siempre poniendo su peculiar careto y sobre todo su profesionalidad en las manos de director. Además ha dirigido películas y cortometrajes y algunos memorables episodios en series como Los Soprano o Enfermera Jackie. También ha participado en documentales sobre el once de septiembre, Joe Strummer o John Cazale. Un sujeto con interesantes inquietudes. Y que ahora obtiene un reconocimiento mayor pero que afortunadamente siempre ha contado con el aprecio de sus compañeros de profesión y con seguidores por todo el planeta. Incluso con un excelente blog en castellano, Steve Buscemi Blog. Como gritaba el personaje de Robbin Williams al de Jeff Bridges en El rey pescador: Yo quiero a este tío!!!!!!!!!!