There goes the last dj, who plays what he wants to play, and says what he wants to say...
domingo, 22 de julio de 2018
sábado, 21 de julio de 2018
Bette Smith. Festival Blues Getxo 20/07/2018
La primera vez que supe algo sobre Bette Smith fue por una contestación de The Man en el correo de Popular 1. Era una misiva sobre la muerte de Charles Bradley creo recordar y CM mencionaba en la respuesta Jetlagger como uno de esos discos con gancho que siguen la estela del soul clásico. Poco después me enteré de que lo producía Jimbo Mathus y la ecuación se completaba. El siguiente paso era pedirlo en la tienda y hacerlo sonar. Un álbum directo, potente que entra a la primera con unos cuantos singles irresistibles y con todos los aspectos positivos del género.
Un cliente al que se lo recomendé me comentó hace un par de semanas que Bette Smith venía al Festival de Blues de Getxo. Al lado de casa. Y por diez euros. Y ahí que me he presentado a las 21 horas por tercer año consecutivo. Y me lo he pasado pipa. Bette Smith ha descargado prácticamente al completo su disco Jetlagger y lo ha sazonado con unas cuantas jugosas versiones que además son de mis favoritas de ese maravilloso universo soul.
Con un poco de retraso la banda ha salido a calentar el ambiente con la inicial French Fries y ya me he percatado de que le daban bien al asunto. Han comenzado suave presentado guitarra, bajo, batería, trompeta y saxo y han pegado el acelerón preciso para la imponente puesta en escena de Bette Smith que se ha comido el escenario al ritmo de Shackle & Chain. Nos ha comunicado que viene de Brooklyn y a continuación ha rendido tributo a una de sus cantantes favoritas: Etta James para marcarse un picante Tell Mama. Ha vuelto a su debut con Dirty Hustlin, otra exquisitez servida con pericia por una voz espectacular y arropada con elegancia por la banda que se movía igual de bien en estos temas más sutiles que en los desbocados.
La siguiente diva que ha sido homenajeada ha sido Tina Turner con el tremendo Nutbush City Limits. A la tipa se la ha visto gozarla tanto con el material ajeno como con el propio. Manchild o Jetlagger han sonado tremendas y uno de mis momentos favoritos ha sido con I will feed you con Bette sentada emocionada y dándolo todo. Un par de canciones ha abandonado el escenario para tomar un poco de aire y cuando volvía lo hacía con todo el ardor posible. Las versiones de I found love (Maria Mckee) y Do Your Thing (Isaac Hayes) han dado paso al tema que da título al álbum. Aunque no venga en el set list también se ha cascado una muy buena The Thrill is gone de B.B.King. Después me ha parecido entenderla que presentaba Sinner una canción del que va a ser su segundo disco de nuevo producido por Jimbo Mathus y se ha despedido por todo lo alto con Livin For the City de Stevie Wonder en una centelleante apropiación de tan mítico tema. A dormir con sonrisa millonario.
martes, 17 de julio de 2018
The War and Treaty. Down To The River
No pasa mucho tiempo sin que busque noticias del gran Buddy Miller y hace unos días leí que iba a ser el productor de Michael y Tanya Trotter. Ni idea de quiénes eran estos dos. Me informo y descubro que son el dueto The War and Treaty. Comencé a seguir su rastro por el tubo y lo que encontré me puso los dientes largos. El próximo 10 de agosto se publicará su debut Healing Tide producido por Buddy Miller y esa es mi conexión definitiva con este artefacto. Tengo unas ganas enormes de escuchar el resultado. Mientras, sacio la espera con los temas de su Ep Down To The River, aquí va el que le da título pero podría haber escogido cualquiera de la otras seis que conforma el EP porque todas me parecen igual de buenas. Una gozada.
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Buddy Miller,
Música,
The War and Treaty
jueves, 12 de julio de 2018
Steve Earle y Little Steven
Leo con placer y envidia para que nos vamos a engañar reseñas de los conciertos que en fechas recientes han ofrecido cerca de estos lares Steve Earle y Little Steven. Mi outlaw favorito lo ha hecho en el marco del Huercasa Country Festival en Riaza y Little Steven en las Noches del Botánico en Madrid. A ambas citas me hubiese encantado acudir. Pero es complicado cuadrar fechas, logística y demás. Espero que haya más oportunidades de ver a estos colosos.
En el caso de Earle he tenido la fortuna de verle tres veces y por lo que leo en la crónica de Manel Celeiro y Edu Izquierdo en el Ruta 66 el tipo sigue igual que siempre, cabreado con el mundo, especialmente con el técnico de sonido y derrochando mala hostia. Puede que Steve haya perdido algo de fuerza pero su carácter indomable sigue ahí y la ristra de clásicos que lleva a sus espaldas es de traca. En mi casa sigue siendo grande. Además los actuales The Dukes suenan perfectos.
Y qué puedo escribir de Little Steven. A este no he tenido la suerte de verle y ya me jode que se me haya escapado en un año un par de veces porque lo que el bueno de Steven Van Zant ofrece esta hecho a mi medida: sudorosas celebraciones de rock´n and soul con todos los ingredientes básicos que me chiflan, guitarras, piano, coristas y potente sección de viento. Y con el aliciente de poder escuchar en directo los temas de su adictivo Soulfire. Además leo una entusiasta reseña de Luis Lapuente con una guinda apoteósica ya que subió a compartir escenario con la banda nada más y nada menos que Michael Monroe que se cascó una contundente versión de Dead Jail or RnR. Por la gloria de Solomon Burke, la hostia bendita....
miércoles, 4 de julio de 2018
Anthrax. The Sound Of White Noise
El pasado mayo se cumplieron 25 años de la edición de The Sound Of White Noise el álbum más exitoso en la carrera de Anthrax (disco de oro en USA, 511.284 copias vendidas). El inicio de la andadura de John Bush en el combo neoyorkino no pudo ser mejor. Muchas cosas cambiaron con la entrada del cantante de Armored Saint. El sonido anterior fue mejorado y de alguna forma modernizado. Desconozco si Charlie Benante y Scott Ian ya tenían en mente este viraje, se produjo por la llegada de Bush o la contribución del productor Dave Jerden fue clave. Tal vez un poco de las tres. Lo cierto es que The Sound Of White Noise es un pelotazo que no ha perdido ni un ápice de vigencia y que fue el mayor éxito de Anthrax propulsado por los singles Only y Black Lodge.
Dave Jerden había trabajado con Jane´s Addiction en Nothing´s shocking, Red Hot Chilli Peppers en Mother´s Milk, Alice in Chains en Sap y Dirt o en el disco homónimo de Social Distortion. Un bagaje más que interesante y a todas luces ecléctico. Parecía un tipo versátil con la visión adecuada para pasar a Anthrax a otro nivel. Y si las canciones no fallaban y doy fe de que no el asunto podía funcionar y lo hizo, de forma descomunal, añado. A ver quién puede resistirse a esa tromba que se nos viene encima con Potters Field. Una apertura que ya muestra por donde va ir el sonido, una muralla sónica imponente con las guitarras de Scott Ian y Dan Spitz entrelazándose a la perfección, Frank Bello y Benante conformando una sección rítmica aplastante y versátil y un John Bush pletórico a la voz con las ocasionales réplicas cafres de Scott Ian y los coros enriquecedores de Frank Bello. Un equipo ganador.
Only es la clase de single que todo trabajo necesita, el empujoncito necesario para alcanzar un puesto alto en los charts. Una canción perfecta según James Hettfield de Metallica y esto de acuerdo con el. Igualito que Black Lodge un corte experimental, el tema más pausado del álbum coescrito con Angelo Badalamenti de Twin Peaks, una canción hipnótica con unas guitarras que nunca habían sonado así en sus discos anteriores y una interpretación vocal de John Bush magnética, sobrecogedora. Pero es que este disco no sólo vive de esos arrebatadores singles.
Ahí están esas inmaculadas Room For One More, Hy Pro Glo e Invisible, tres temazos plagados de riffs penetrantes, baterías imposibles o sólo posibles si el que le zumba es el bendito Charlie Benante y un trabajo vocal de John Bush cargado de matices, nada de ir todo el rato al mismo registro, a piñon, dándole la vuelta a cada canción con decisión. Una puta maravilla. Y no exagero sin escribo que en mi casa tanto este disco como los otros tres de estudio que grabaron con Bush (Stomp 442, Volume 8 y We´ve Come For You All) juegan en la misma liga que el Black Album de Metallica, Powertrip de Monster Magnet o America´s Volume Dealer de Corrosion of Comformity o Badmotorfinger de Soundgarden.
Dave Jerden había trabajado con Jane´s Addiction en Nothing´s shocking, Red Hot Chilli Peppers en Mother´s Milk, Alice in Chains en Sap y Dirt o en el disco homónimo de Social Distortion. Un bagaje más que interesante y a todas luces ecléctico. Parecía un tipo versátil con la visión adecuada para pasar a Anthrax a otro nivel. Y si las canciones no fallaban y doy fe de que no el asunto podía funcionar y lo hizo, de forma descomunal, añado. A ver quién puede resistirse a esa tromba que se nos viene encima con Potters Field. Una apertura que ya muestra por donde va ir el sonido, una muralla sónica imponente con las guitarras de Scott Ian y Dan Spitz entrelazándose a la perfección, Frank Bello y Benante conformando una sección rítmica aplastante y versátil y un John Bush pletórico a la voz con las ocasionales réplicas cafres de Scott Ian y los coros enriquecedores de Frank Bello. Un equipo ganador.
Only es la clase de single que todo trabajo necesita, el empujoncito necesario para alcanzar un puesto alto en los charts. Una canción perfecta según James Hettfield de Metallica y esto de acuerdo con el. Igualito que Black Lodge un corte experimental, el tema más pausado del álbum coescrito con Angelo Badalamenti de Twin Peaks, una canción hipnótica con unas guitarras que nunca habían sonado así en sus discos anteriores y una interpretación vocal de John Bush magnética, sobrecogedora. Pero es que este disco no sólo vive de esos arrebatadores singles.
Ahí están esas inmaculadas Room For One More, Hy Pro Glo e Invisible, tres temazos plagados de riffs penetrantes, baterías imposibles o sólo posibles si el que le zumba es el bendito Charlie Benante y un trabajo vocal de John Bush cargado de matices, nada de ir todo el rato al mismo registro, a piñon, dándole la vuelta a cada canción con decisión. Una puta maravilla. Y no exagero sin escribo que en mi casa tanto este disco como los otros tres de estudio que grabaron con Bush (Stomp 442, Volume 8 y We´ve Come For You All) juegan en la misma liga que el Black Album de Metallica, Powertrip de Monster Magnet o America´s Volume Dealer de Corrosion of Comformity o Badmotorfinger de Soundgarden.
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