lunes, 22 de julio de 2024

BACK TO VINYL. Cracker

Cualquier día es bueno para mostrar de nuevo mi irrefrenable y desmedida pasión por esta banda que descubrí a mediados de los noventa. Y si la chispa la desata un entusiasta comentario de mi hijo de dieciséis sobre cuánto le gusta Something You Ain´t Got y a continuación me nombra otra decena de temas de esta banda que le entusiasman y lo rubrica con un si vuelven por aquí quiero ir a verles contigo... Qué no te digo que me lo mejores, iguálamelo. Y es que pocas bandas hay más fiables en mi casa. Creo que ya lo he escrito. Ahí va otra vez, ni un disco flojo. Ni uno. Benditas dificultades para escoger el favorito...

Curiosamente el último disco que he conseguido en original es su debut. Data de 1992. No fue mi inicio con ellos ya que ese honor es para Keronsen Hat. El disco homónimo les dio a conocer de forma espectacular y con unas ventas lejos del mainstream pero con cierto gancho por el single Teen Angst (What the world needs now)... Aquello de Cause what the world needs now is another folk singer like I need a hole in my head...  se me quedo a las primeras de cambio. Es una canción que rara vez falta en el setlist del grupo. Un cañón repleto de mala hostia cortesía de David Lowery que la canta con su particular estilo mal carado.

Ni que escribir tiene que el álbum va mucho más allá de ese single con indudable potencial comercial. En la cara A brillan todas las canciones. Una detrás de otra. Sin respiro. Happy Birthday To Me siempre me pareció muy vacilona y es una continuación totalmente diferente a Teen Angst  con ese juguetón acordeón que le da un toque exclusivo. En  This is Cracker Soul el bajo tododopoderoso de Davey Faragher hace diabluras y la canción cuenta con unos coros excelsos, la definición de cool. Todo bajo un contagioso ritmo funky que se lo lleva todo por delante. En I see the light Johnny Hickman demuestra por millonésima vez que es el puto amo a la guitarra. El conjunto está coronado por el imprescindible toque al piano de Benmont Tench brillan sobremanera los coros de Jeanie McClain hacia el final del temaDe esas canciones que no quieres que acaben y que te imaginas alargando en directo. 

En St Cajetan unos precisos y gloriosos punteos de Hickman se mezclan con la acústica de Lowery para armar una de esas canciones imprescindibles en su catálogo. De nuevo los coros de Jeanie McClain brillan hasta límites insospechados. Toda la parte final de la canción es un masterclass del señor Johnny Hickman. Que no se puede tocar mejor la guitarra, joder, que eso es mucha clase. Cierra la cara A Mr. Wrong con un inequívoco y dulce sabor country, género en el que cuando se ponen Cracker tienen pocos rivales. Es la única canción que firma en solitario Hickman que se prodiga menos que Lowery en la composición pero que cuando se pone lo borda.

No te lo vas a creer pero la segunda cara es tan buena como la primera o incluso mejor si es que eso es posible. Las tres primeras canciones además las percibo con un infinito poder comercial. Pon, a ser posible en una buena película, Someday, Can I Take My Gun To Heaven? y Satisfy You y veras como el personal te dice y la canción esa que sonaba en tal o cual secuencia, qué buena es. ¿De quién? Cracker una de las bandas de mi vida. Escucha a Johnny Hickman cantar Another song about the rain y dime si no podría ser el cantante principal de cualquier puta banda de esas que lo peta en el country rock. Aquí es el cantante ocasional, corista y sobre todo guitarrista super clase de no te menees. Una de las constantes en la carrera de Cracker es su absoluta falta de prejuicios sonoros para abordar cualquier tema del estilo que sea. No tiene sentido encuadrarles en el rock, ni en el country; te equivocas si lo haces. Después de la delicada balada cantada por Johnny se sueltan con un pildorazo punk rock repleto de energía: Don´t Fuck Me Up (With Peace and Love). Bernice finaliza de forma extraña pero hipnótica como a ritmo de vals vaquero si es que eso es posible un álbum excelente. Un debut poderoso. 

Es justo y necesario señalar que el sonido del álbum es perfecto. El artífice del mismo es Don Smith que se encarga no solo de producirlo sino también es el ingeniero de sonido y se encarga de las mezclas, tareas ambas vitales en el resultado final. Cuando Smith trabajó con Cracker ya tenía el culo pelado de estar a los mandos con entre otros Tom Petty & Heartbreakers, Roy Orbison, Iggy Pop o Keith Richards... En el apartado de las colaboraciones se lleva la palma el gran Benmont Tench al piano y los teclados, Jim Keltner (batería en los en Happy Birthday To Me, This is Cracker Soul Mr. Wrong y las voces de Jeanie McClain en I see the light St Cajetan. Imperdonable sería olvidarse del bajista Davey Faragher, excelso en todo el álbum y que contribuye coescribiendo tres canciones. Fundador de la banda sólo estaría en el debut y en Kerosone Hat volviendo muchos años después para el que hasta ahora es la última rodaja de Cracker: Berkeley To Bakersfield, otro triunfo absoluto.