No hay duda de que lo único bueno del trabajo son las vacaciones. El tiempo no cuenta, o lo hace menos, transcurre diferente e incluso te tomas las cosas de otra forma. En mi caso hay desconexión total, de tal envergadura que me olvido incluso de que estoy trabajando. Por lo que la vuelta suele ser más jodida.
Esta breve paréntesis no afecta al rock´n roll para nada. Es más me llevo mi cargamento de revistas, mis cds y unas cuantas buenas pelis. A pasarlo bien. En el horizonte para finalizar el verano se presenta un Azkena bastante prometedor y quién sabe tal vez a lo que hay actualmente en cartel se añada un Fogerty, un Mellencamp o por qué no unos Allman Brothers. Soñar es gratis.