La primera vez que supe algo de Buddy Miller y Jim Lauderdale fue leyendo los créditos
de Car
Wheels On A Gravel Road, ese monumental álbum de Lucinda Willams que a día de hoy me sigue pareciendo el mejor de su
discografía. En ese disco, Buddy y Jim tocaban la guitarra y hacían los coros
en varios temas. Pusieron su granito de arena para que esa obra funcionase como
un reloj suizo. El primer disco que conocí de Buddy fue Universal United House of prayer
una emotiva combinación de country, soul y blues en la que por cierto colaboraba Jim. Luego seguí con
Love Snuck up y Your love and other lies. De
Lauderdale no tengo nada. Es otra asignatura pendiente y más tras escuchar este
disco conjunto.
Buddy y Jim sintonizan a
las mil maravillas y en apenas 34 minutos nos regalan unas cuantas canciones
perfectas que en mi caso me han llegado a la primera y que se pasean por el
country, el folk y el blues con mucha clase. No suele ser habitual que escriba
sobre un disco hasta que lo he trillado mucho pero es que este cae todos los
días desde que me lo pasó un amigo. Como he escrito entra fácil. Puede ser
porque esté muy familiarizado con la música de Buddy. Y es que adoro a este
tío. Me parece un productor de traca, un guitarrista de esos que no coparán
portadas pero que es un hacha y un muy buen cantante.
En la variedad está el
gusto por lo menos aquí y Buddy y Jim hacen causa común y nos dan canciones
marchosas que parecen rock´n roll de los cincuenta (The Woble) piezas eminentemente country, construidas con un gusto
exquisito como That's Not Even Why I Love
You y Lonely One In This Town o
canciones sencillamente perfectas y bellas como Forever And A Day. No se les escapa nada a estos tíos. Los violínes
reinan en muchas canciones pero las protagonistas son unas guitarras a las que Miller y Lauderdale sacan chispas.
Ahora estaría de traca que
algún promotor se animase y se pasasen por estos lares. Cómo me molaría
escuchar en las voces de estos tipos esa tremenda I want to everything for you que según me he enterado es de Joe Tex, otro de esos soulman en los
que quiero iniciarme y perder la chaveta con The Woble. Nunca se sabe. Pensaba que jamás vería en directo por
aquí a Steve Earle y el mismo año lo
trajeron a la sala Azkena y al festival del mismo nombre. Así que cruzemos los
dedos. Buddy Miller es uno de los
músicos que más ganas tengo de ver en directo.