John Belushi y Dan Aykroyd se conocieron
en el Saturday Night Live el programa en el que trabajaban ambos a mediados
de los setenta. Un show que se convirtió en referencia de la televisión
norteamericana teniendo como armas un humor desinhibido y desenfrenado. Hoy en
día se pueden consultar en Youtube
multitud de sketchs que forman parte de la cultura norteamericana. A estos
tipos que trabajaban junto a Chevy Chase
o Bill Murray no se les ponía
nada por delante. Iban a por todas y no se cortaban un pelo.
Tanto Belushi como Aykroyd eran
unos melómanos de cuidado. Al primero le gustaban las bandas clásicas del
rock´n roll y pronto se metió a fondo en el punk lo cual iba de perlas con su
personalidad. Belushi era un tipo
alejado de los formalismos y de la corrección política y vivía al límite. Por
su parte Dan Aykroyd era un loco de
las motos y un apasionado del soul y del blues, veneno que le inculcó con éxito
a Belushi. Fue en 1978 cuando a Belushi se le ocurrió amenizar partes
del programa con un poco de música. El proyecto empezó como un divertimento
pero se convirtió en algo grande, muy grande. No sé cómo consiguieron Belushi y Aykroyd traer a su banda a talentos del calibre de Steve Cropper, Donald Duck Dann o Tom
Malone pero lo cierto es que ahí estaban pasándoselo de cine con los alter
egos de Belushi y Aykroyd: Joliet Jake Blues y Elwood
Blues. El primero encargándose de las voces y el segundo ayudándole en
tareas vocales y dándole a la armónica.
Muchos clásicos del soul
los escuché por primera vez cuando adquirí este recopilatorio de Blues Brothers. Aquí están Everybodys needs someboby to love (Solomon Burke), Soul man (Sam & Dave)
o Think (Aretha Franklin).Afortunadamente los Blues Brothers fueron muy populares y lo escribo así porque siempre
era una gozada estar por ahí de parranda y que cayese algún tema de estos tipos
para animar la fiesta. Entre una selección musical habitualmente pauperrima en
casi todos los bares en algunos siempre caía algún tema de estos tipos.
El proyecto de estos tipos
fue una forma divertida, honesta y muy real de homenajear a los grandes de la
música negra. La primera vez que supe quiénes eran Ray Charles, Aretha Franklin
o James Brown fue por su presencia
en la mítica Granujas a todo ritmo que vi por primera vez en una sesión de
cine al aire libre que solían hacer en mi pueblo en el verano. Y seguro que a
miles de personas les sucedió lo mismo que a mí y se lanzaron poco a poco a
buscar las canciones originales que figuraban en la película.
De modo que durante años
mi bagaje soul y blues se limitó a este recopilatorio de los Blues Brothers. Y le guardo cariño por
varios motivos: la música que contiene es de muchos kilates y además está
ejecutada con maestría, es ideal para levantar el ánimo en días lluviosos como
el de hoy y es una magnífica puerta de entrada para bucear en las raíces del
asunto. En las entrevistas que he leído a Dan
Aykroyd (que hoy en día es copropietario de la cadena House Of The Blues)
siempre se muestra orgullos de esta etapa de su vida y no se cansa de repetir
que fue un homenaje a los músicos negros estadounidenses. El repertorio que
trae este cd es imbatible y puede ser un muy buen inicio para profundizar en
esas raíces de las que habla Aykroyd.