Vamos a acabar el año por todo lo alto con Queen una de esas bandas míticas siempre bien recibida en mi casa. Cuando Freedie Mercury se subía a un escenario se lo llevaba todo por delante con su voz y su inequívoca habilidad parad dominar a la chusma. Como me hubiese molado estar entre la plebe en uno de sus míticos conciertos de los ochenta. Y es que se me ocurren pocos shows más explosivos que aquel celebre concierto en Wembley en 1986. Una máquina del tiempo para estar ahí, en las primeras filas por supuesto.