El día que cumplí veintiséis años Screaming Trees ofrecieron su último concierto en el Memorial Stadium de Seatle. Veinte mil personas abarrotaron el recinto de una banda que tenía grabado un disco para el que no encontraban distribución. Estuvo guardado durante años en el estudio de Stone Gossard. Muchos años después gracias a la insistencia entre otros de Barrett Martin se editó Last Words: The Final Recordings, maravilloso final para la trayectoria de una banda muy infravalorada. No en mi casa donde son adorados y reverenciados. Cuatro años de ese show antes mencionado habían editado justo el día que cumplí veintidós años Dust tal vez su obra maestra aunque en dura competencia con su anterior Sweet Oblivion. La segunda canción que interpretaron en el concierto de Seatle fue All I Know. Desconozco si Mark estaba pensando mientras la cantaba donde estaba el camello más cercano para la siguiente dosis... Historias de ese pelo y mucho más sórdidas se pueden leer en Sing Backwards and Weep su espectacular autobiografía. El año que viene espero seguir con esta matraca...