Tal día como hoy hace cuarenta años se editó The River posiblemente mi álbum favorito de Bruce Springsteen & E Street Band. Eso hoy porque mañana puede ser otro. En su día ya dediqué un glorioso post a este disco, así que no voy a repetirme. O si, qué cojones. En este álbum Springsteen alcanzó uno de sus picos creativos a base de canciones inmensas que han resistido el paso del tiempo de forma inmejorable. La comunión entre el líder y la banda es sencillamente perfecta. Casi siempre fue así pero aquí la sinergia entre ambas partes es para estudiar. El disco tiene todas las facetas que hacen que la música de este tipo sea un vendaval, un puto torrente de emociones. Y ojo que no he catado la edición deluxe en la que seguro hay otra ristra de canciones de quitarse el sombrero porque este sujeto encima de editar discos espectaculares tenía un número de caras b apoteósicas, de esas que cuando las escuchas dices a voz en grito: ¡¡¡Pero cómo hostias se dejó este tío este pedazo de canción fuera del álbum!!!!
Aquí hay canciones escritas a fuego en la trayectoria de este tipo y sus compinches.. Postales sonoras que te invitan a vivir y divertirte como Sherry Darling, Hungry Heart o I´m a rocker, urgentes números punk con toda la mala hostia del mundo como Crush On you, arrebatadoras baladas que tienes que volver a poner en cuanto se acaban como Point Black, Fade Away, Independence Day o Drive All Night, en fin letras que te agujerean el puto corazón como Two Hearts. Muy grande. Venga, lo reconozco por si no se había notado pertenezco a la secta Springsteen (sólo que yo siempre le llamo Springsteen, jamás Bruce) y todo esto empezó una lluviosa tarde dominguera de noviembre de 2005 cuando visioné junto a Su el concierto que viene en la edición deluxe de Born To Run. Pero eso lo escribiré otro día. Salud!