Cuanto más tiempo pasa entre disco y disco más dificultades para apreciar el último intento en cuestión. Los Black Crowes luchan contra siete años de silencio discográfico y contra una ristra de discos a cual mejor. También con un panorama saturado de novedades y de fondo de catalogo. Porque en la mula está todo, como es vox populi. Y casi nadie escapa a ello. Pero desde que salió este Warpaint tenía reservada unas horas en mi reproductor.
He escrito en alguna ocasión y lo reitero que los Cuervos son uno de los grupos de mi vida. Uno de esos que los sigues desde el primer disco y que afortunadamente casi veinte años después siguen ahí. En este caso ha habido un periodo muy largo sin noticias de la banda pero no han perdido el tiempo precisamente. Además de dar rienda suelta a sus proyectos en solitario desde el 2006 han ido fraguando este Warpaint.
No tengo prisa, paladeo el disco poco a poco, consciente de que un buen álbum en ocasiones requiere muchas escuchas. Me relajo y disfruto de este nuevo disco. Me encuentro con varias joyas que me han sacudido fuerte a la primera escucha: la inicial Goodbye daughters of the revolution, Oh Josephine, Locus Street o Movin´ on down the line con ese inicio tan psicodélico.
Hay una novedad más que interesante en este nuevo disco, Luther Dickinson de North Mississippi Allstar se encarga de las guitarras junto a Rich y a falta de Marc Ford no se me ocurre un tipo que encaje mejor aquí. Al parecer Luther ha iniciado la gira americana con los Cuervos. Desconozco si se convertirá en uno más de la banda, aunque conociendo el historial de los hermanos Robinson…En cualquier caso es un fichaje excelente porque el tío toca la guitarra como muy pocos lo pueden hacer actualmente.
Termina el disco a lo grande, en esto son expertos los hermanos Robinson, ya lo hicieron en Amorica con Descending y en el Lions con Lay it all on me. En esta ocasión es Whoa mule la que me deja prendado, un buen final que me invita a poner el disco de nuevo. Y van…. Pero sin prisa, ya me ha sucedido anteriormente con otras obras de los Cuervos: ni Amorica, ni Three snakes and one charm me sedujeron a la primera pero cuando lo hicieron….
Lo que más me gusta del disco es que parece grabado en una cabaña aislada del mundo. Da igual la MTV, las nuevas tendencias, las modas, estos chicos a lo único que son fieles es al legado blues, folk, pop y rock que han mamado. A disfrutar, Warpaint merece unas cuantas escuchas, es una invitación que no puedo rechazar.