jueves, 26 de febrero de 2009

Amazing Journey: The Story of The Who

“Tal vez no debería decir esto pero…Keith era un genio. Jon era un genio. Yo estaba cerca de serlo. Roger, bueno Roger solo era el cantante” Esta es una de las muchas perlas que el amigo Pete Townshend suelta en el apasionante documental Amazing Journey: The Story of The Who. Una muestra más de que últimamente este género goza de una excelente salud.

Amazing Journey: The Story of The Who es un documental hecho con mucho gusto y los mejores medios sobre una banda pionera en muchos aspectos y que revoluciono las actuaciones en directo a mediados de los sesenta. Pero sobre todo es una película cruda y sincera en la que los protagonistas no se cortan un pelo. Las entrevistas con Daltrey, Townshend, Entwistle y con los primeros managers de la banda son una delicia. Todos los implicados hablan de temas escabrosos con una brutal sinceridad. Aquí no hay rastro de la tan temida autocensura.

La historia de The Who es intensa y está maravillosamente contada y filmada. Un archivo de imágenes excelente, la aportación de todo los implicados directa o indirectamente en la historia, las opiniones de músicos fans de la banda como The Edge, Steve Jones o por supuesto Eddie Vedder. El relato nunca baja la guardia y te lleva en bolandas como hace la propia banda cuando actúa en directo.

La música es la protagonista. Se analiza con tino la creatividad de Townshend, la increíble pericia de Entwistle y Moon con sus instrumentos y las cualidades vocales de Daltrey. Los cuatro eran muy diferentes en todos los aspectos pero juntos crearon algo único que ha superado con creces el paso del tiempo. Y aunque su convivencia fue complicada y en muchos casos agresiva al final milagrosamente todo llegó a buen puerto.

Las tensas relaciones entre los cuatro componentes del grupo, las pasadas con las drogas de Entwistle y Moon, el espectacular declive de este último, la muerte del bajista en manos de una mujer mucho más joven y rodeado de coca, los delirios de Townshend con el guru Meher Baba incluso la acusación relacionada con pedofilia por la que Pete Townshend fue arrestado y después liberado por falta de cargos… Nada se queda fuera en estas dos horas que inevitablemente se te hacen cortas.

Y es esa brutal sinceridad y la franqueza con la que la banda aborda su historia y sus excesos, su visión sobre la vida en general, su pasión por la música, la que hace a este documental irresistible. Y lo mejor de todo es que a día de hoy esa historia continúa y de forma más que digna. Ver a Daltrey y Townshend en la actualidad como dos amigos después de todas las calamidades que han pasado y sobre todo tener la oportunidad de verles en directo es una de las mejores experiencias que se pueden vivir en el rock´n roll.

lunes, 23 de febrero de 2009

Obama y Carole Lombard

El mes pasado fue de machaque constante con el tema Obama. La gran esperanza para unos. El gran batacazo para otros. La inevitable decepción para la mayoría… El día de su investidura estaba en casa hecho polvo con una gastroenteritis cojonuda y vi su discurso completo. Algo más de 19 minutos de gran oratoria, de bonitas palabras, de música celestial para muchos norteamericanos. Pero sólo eso palabras. Y a las palabras muchas veces se las lleva el viento, un viento huracanado en ocasiones.

En todo este asunto me temo que lo único destacable va a ser que un negro sea presidente. Y cuando eso se toma como un gran logro es que venimos de algo muy chungo, muy vergonzoso, de una realidad catastrófica. Escaso botín para un país que necesita la intervención de un gobierno que no sea corrupto y que busque el bienestar de la gente. Por que eso es lo que tienen que hacer los gobiernos, no? Menudo ingenuo soy.

Y todo esto me viene releyendo lo siguiente: En 1937, Carole Lombard era la actriz mejor pagada de Estados Unidos y pagaba en impuestos 397.575 dólares de sus ingresos totales, que eran de 465.000 dólares. Ferviente seguidora de Franklin Delano Roosevelt decía: “Me gusta este país. Me gustan sus parques y sus carreteras, las buenas escuelas y todo lo que hace este gobierno. Después de todo, hasta el último céntimo que pagamos de impuestos beneficia al país. Yo no necesito 465.000 dólares para mí, por tanto ¿por qué no pagar al gobierno para que mejore nuestra nación? No creo que haya un modo mejor de gastarlo”.

Interesantes a la vez que ingenuas palabras las de la Lombard. Desconozco qué debate produciría en su época. Supongo que algunas personas la tacharían poco menos que de comunista. Pero, ¿no es de sentido común todo lo que dice? Se atreverá Obama a cosas así con los impuestos. Lo dudo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Crystal River



Suena Crystal river. Sugerente, evocadora, hipnótica…Hoy me apetece hablar sobre la felicidad. De esos fugaces instantes en los que notas como el aire inunda tus pulmones y es como si respirases por primera vez, en los que miras a tú alrededor y los colores parecen más vivos, los rostros más amables… De cuando una chica ataviada con una bata blanca te sonríe y te dice que todo está bien, qué tranquilo… De cuando ves a un pequeño corretear cerca de ti haciendo mil y un gestos imposibles mientras te intenta decir algo… De que estás seguro de que es feliz, muy feliz… De mirar a tu lado y ver la sonrisa de la persona que más quieres… Hoy quiero dedicar este Cristal river a Susana y Unax, dos personas que me alegran la existencia, y si, la vida tiene sentido…. Termina la canción y por hoy no puede sonar nada más…

lunes, 16 de febrero de 2009

El libro de Otrocine.com

Conocí a Javi cuando ambos trabajábamos en unos grandes almacenes cuyo nombre no pienso poner. El estaba en la sección de fotografía y yo en la de música y cine. Reparé en él en la sala de descanso donde en torno al humo de los fumadores nos reuníamos para charlar los 20 minutos de rigor. Llevaba una camiseta de Dylan así que supuse que por lo menos podría hablar con alguien de música. O tal vez no. Quién sabe. Aquel día no creo que cruzásemos demasiadas palabras.

Bien antes de entrar a trabajar o cuando terminaba su jornada Javi siempre acababa en la sección de cine de autor de los dichosos grandes almacenes. No es que hubiese un catalogo amplísimo de películas pero si seguramente muchas más de las que la gente se imagina. Si no estaba ahí podía pulular por la sección de jazz o de pop rock internacional. Siempre liado en esos menesteres. Y bueno al final empezamos a hablar y conectamos. Cuando nos conocimos un poquito surgieron las inevitables vaciladas.

Yo le recomendaba encarecidamente que huyese de ese cine, de Godard, Kiarostami y todos esos. Siempre le citaba a Billy Wilder y su primer mandamiento: No aburrirás. Huye de ahí muchacho, le decía, todavía hay salvación para ti… O, estás en un callejón sin salida… Mis típicas chorradas, vamos. El contraatacaba mofándose de Mellencamp, criticando a los grupos hard rockeros que yo admiraba… En fin nos lo pasábamos bien en aquel puto mercadillo con cuatro paredes, según su definición.

Y un día me dijo lo de su blog. Escribía y lo sigue haciendo en otrocine.com sobre las películas y directores que le interesaban y lo hace muy bien además. El muy cabrón tiene una prosa ágil, rápida y mordaz. Imaginativo y sarcástico cuando la ocasión lo requiere, sensible y evocador otras veces... Te lo pasas realmente bien leyendo sobre cine. Y ahora tiene un libro. La editorial Narradores.es le ha propuesto recopilar algunos de sus mejores post y ya está entre nosotros Otrocine.com, el libro.

El viernes fue la presentación. Hace un par de semanas me mandó un mensaje para hacérmelo saber. Día 13 de febrero en La Casa del Libro. Di por hecho que era la que está en frente de la FNAC pero el mismo día del evento mientras estoy en el metro me llega un mensaje que me indica que es en la calle Colón de Larreategui 41. Mi torpeza con las calles es ya mítica y llegó tarde. Pero disfruto de lo que escucho y me lo paso bien.

Acaba la presentación saludo brevemente a Javi y le mando recuerdos de un amigo común y voy arriba a comprar el libro para que me lo firme el autor in person. Pero no les funciona la tarjeta de crédito. El libro vale 15 euros y yo tengo 13’80. Salgo a la calle y voy a un cajero que aunque no me pilla muy a mano es el único que conozco cerca de donde me encuentro. Voy con el tiempo justo pero estoy en forma y creo que me va a dar tiempo.

En el cajero me espera una desagradable sorpresa. Me encuentro con un compañero del colegio totalmente demacrado que me reconoce al instante. Dice mi nombre y me pide dinero. No es ni el esqueleto de lo que fue en su día. Apenas tiene dientes, balbucea frases incoherentes y apesta a calle. Me cuenta que vive ahí precisamente en la puta calle, que hace un par de días que no come y que solo el tinto le cura el alma…Joder, no se me ocurre nada que decir así que le formulo una estúpida pero sincera pregunta: ¿qué te ha pasado? Su respuesta es concisa: Déjame algo de dinero vete a casa y ni te acuerdes de mi, la Diosa Fortuna les sonríe a unos y se mea en otros, yo estoy en el puto medio del charco, me suelta, por los viejos tiempos déjame algo de dinero y vete con tu familia, no sabes lo afortunado que eres… Y eso hago le dejo dinero y me voy a casa.

jueves, 12 de febrero de 2009

Los Deltonos. GT

Cuando uno ha crecido leyendo determinadas publicaciones rockeras tiene ciertos vicios y fobias de las que poco a poco se va desprendiendo. Es inevitable, en algunas edades eres más influenciable a las opiniones externas. Y muchas veces te dejas llevar… Hasta que llega un momento en el que no estas para tonterías y sigues disfrutando de esas mismas lecturas con otra perspectiva.

Todo esto viene a cuento de un disco que hace cuatro años me maravillo y que lo sigue haciendo cada vez que lo pongo. Me refiero a GT de Los Deltonos. Por lo arriba expuesto nunca fui un seguidor del rock nacional. Si, en la adolescencia el rock radical vasco ocupaba un lugar destacado en mi dieta musical y lo compaginaba con los Cuervos o Zeppelín. Pero después, un largo desierto para el rock nacional.

A los Deltonos les conocía de mediados de los 90. Sabía que eran un grupo de rock con base blues y que tuvieron un curioso caso con la Justicia que les declaró “grupo intelectualmente violento”. Son un grupo veterano y GT hace su 5 disco. Y el nivel que alcanzan aquí apabulla. Muy buenos temas con un sonido excelente. Nada que envidiar a los discos de los grupos foráneos que más me gustan. El sonido de las guitarras es nitido, conciso y Hendrik Rover demuestra su pericia con las seis cuerdas y acierta con una producción sin artificios guiado por el sentido común.

Otros aspecto destacable son las letras, de las mejores que he leído en tiempo. Y mira que es difícil encajar las palabras en castellano. O tal vez es que al estar acostumbrado al ingles a mi me parece muy complicado. Sin embargo aquí Hendrik canta con gusto unas historias entrañables y sencillas. Cierto tono melancólico se percibe por todo el álbum. Mis temas favoritos son Noroeste, Circunvalación, Satelite, Elvis, Inventos, Mareas... Joder en realidad todas me parecen cojonudas. Unas más pausadas otras más enérgicas, todas excelentes. Aquí dejo la letra de La canción, una de de las mejores que he escuchado en los últimos años.

No recuerdo mi primer intento
Ni en que me equivoqué
Sé que ahora llevo un par de cientos
Y aún no me sale bien
Prisionero del convencimiento
De que se puede hacer
Sé muy bien que mientras tenga aliento
Lo intentaré otra vez

La canción imposible de olvidar
El resumen de todas las demás
La canción imposible de olvidar
El sonido con el que echó la tierra a andar

Ciertas fórmulas me ilusionaron
Pero poco más
Hay que cosas que no están en los tratados
Y nunca estarán
Al final me pareció más simple
Escucharte canturrear
Ver el sol ponerse en la distancia
Algún día me saldrá

La canción imposible de olvidar
El resumen de todas las demás
La canción imposible de olvidar
El sonido…

martes, 10 de febrero de 2009

The Steepwater Band. Sala Azkena 06-02-09

Tras una sequía de casi tres meses sin poder asistir a ningún concierto por fin el viernes me resarcí de lo lindo con The Steepwater Band en la sala Azkena de Bilbao. A última hora a Susana le cambiaron el turno en el trabajo y me animo a que fuese a disfrutar de esta banda de Chicago. Oportunidad también para ver a los amigos a los que hacía casi los mismos meses que no veía. Ganas por lo tanto de gozar otra buena noche de rock´n roll en la mejor de las compañias.

Y puedo decir que objetivo más que cumplido. A pesar de que no controlo los dos últimos trabajos del grupo, me quedé en aquel Dharmakaya, el ahora trío de Chicago me sorprendió gratamente. Jeff Massey es otro de esos jóvenes guitarristas que además de dominar su instrumento a la perfección tiene la capacidad de componer grandes canciones como Waiting to be ofended que sonaron a gloria. Tanto Tod Bowers al bajo como Joe Winters a la batería se compenetran de cine con Massey, aspecto fundamental en un trío.

El repertorio según me iba informando mi amigo Diego se centró en su último disco Grace and Melody producido por Marc Ford. No conocía ninguna canción y sin embargo me lo pasé en grande, disfrutando de cada tema lo cual no me suele ocurrir cuando desconozco el repertorio. The Steepwater Band siempre han estado ligados al blues pero dominan también otros estilos con maestría. Las improvisaciones de Massey a la guitarra lejos de aburrirme me parecieron magistrales. A la altura de los más grandes.

Hay que añadir además dos versiones escogidas con tino; un tema de los Faces (cuyo título no recuerdo, se que la canta Ronnie Lane) y una monumental Cortez the Killer pues ya está, con una larga sonrisa a casa. Como me comentó Ander tras el show, todo concierto de rock´n roll debería finalizar con una versión de Neil Young. Apoyo la moción. Termina el concierto y me compró Grace and melody otro manjar a degustar con calma.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Uno de los nuestros

Tres hombres viajan en un coche. Es de noche. El copiloto está recostado medio dormido, el que va atrás tiene la pinta de sujeto nervioso y el conductor luce unas ojeras que nos anuncian que la noche ha sido movida. Se escucha un ruido al parecer proveniente del maletero. Paran el coche, abren el maletero y el tipo nervioso asesta unas cuantas puñaladas a un hombre que yace moribundo. Los otros descargan sus pistolas contra el pobre diablo. Se han asegurado de que está muerto. No hay duda. De esta forma tan impactante comienza una de mis películas favoritas: Uno de los nuestros, Goodfellas en el original.

La violencia va a ser el eje por el que se guíe el film. Pero no es una violencia gratuita, tan habitual en otras películas norteamericanas. Aquí todo tiene una explicación. Todo responde a un código determinado. Al código mafioso ni más ni menos, explicado con todo lujo de detalles y sin miedo por Martin Scorsese.

Tras la secuencia inicial la voz en off del protagonista Henry Hill, magníficamente interpretado por Ray Liotta nos dice: “Desde que tuve uso de razón siempre quise ser un gánster”. Suena Rags to Riches de Tonny Bennet y nos espera un vibrante viaje por las peligrosas calles neoyorkinas. Un recorrido que abarca 25 años de la mafia (1955-1980) conducido con mano maestra por Martin Scorsese.

Un director que domina a la perfección el montaje. Su estilo nervioso e impulsivo le va como anillo al dedo a una película que se adentra en los bajos fondos, en el lado violento del sueño americano sin ningún remilgo. Aquí no hay miedo a nombrar la palabra mafia. Scorsese rueda la película de tal forma que casi parece un documental. Las costumbres, los anhelos, las celebraciones familiares son retratadas como si de un antropólogo se tratase por el pequeño director italoamericano.

Además del fabuloso estilo del director el film se beneficia de un reparto espectacular. El trío protagonista (De Niro, Liotta y Pesci) lo clava, a eso le llamo yo química, y la pleyade de secundarios encabezados por Paul Sorvino nos hace más creíble este relato. Lorraine Bracco se destapa con uno de los mejores papeles de su carrera.

Hay secuencias memorables en esta película. Ese inicio trepidante, la presentación de los personajes mediante un rocambolesca entrada en el Copacabana (rodada en un impresionante plano secuencia), la descripción de cómo preparaban la comida en la cárcel, la paranoia del protagonista encocado hasta las cejas creyendo que le persigue un helicóptero…Cine de alto voltaje. Irresistible. Post aparte merece la impresionante selección de canciones que conforman la banda sonora.

La película está basada en un guión de Nicholas Pileggi periodista neoyorkino especializado en la mafia que entrevistó al verdadero Henry Hill hasta construir un relato detallado y profuso de muchos de los aspectos de esta organización… No es de extrañar que Scorsese dijese tras leer la novela de Pileggi: Es el libro que he estado esperando durante años…

Una película que jamás me canso de ver y cuya sombra está presente en mucho cine posterior. Un film influyente y decisivo en la historia de este arte. Es fácil deducir que de esta espléndida obra nacen Los Soprano. De hecho muchos de los actores que participan en ella tienen un papel más relevante en la mejor serie de la historia.