viernes, 22 de noviembre de 2024

Owen Stewart. Done And Dusted

De vez en cuando surge una voz atronadora que capta irremediablemente mi atención. En los últimos años esto me ha sucedido varias veces. Me cautivó Chris Stapleton cuando le descubrí en Traveler, caí rendido con Celeste y su discazo Not Your Muse, flipe de lo lindo con Jay Crookes en Skin, me tenía que pellizcar para creerme que Myron Elkins siendo tan joven podía tener esa voz en Factories, Farms & Amphetamines... En fin hay muchos más. El que me ha volado la cabeza ahora de forma colosal es Owen Stewart. Un auténtico torbellino de voz. Una mezcla loca de John Fogerty y Bob Seger. Fuerza rockera pero también mucho soul. Ideal para mi. 

Descubrí este álbum en el podcast La Hora Chinaski presentado por Edu Izquierdo colaborador habitual de Ruta 66 y Efe Eme entre otros medios. En breve reuniré unas palabras sobre su programa pero ahora a lo que vamos Owen Stewart. Madre del amor hermoso. Estoy enganchado a Done and Dusted. Es un continuo no parar. Ideal para las tardes noche de viernes. Para empezar claro y contundente; no hay canción mala. Son nueve temas que supuran rock, soul y groove por los cuatro costados. La voz de Stewart es imponente, te gana desde la primera escucha y está arropada por esos fantásticos coros imprescindibles en este tipo de música. Time Served es el inicio soñado, la apertura ideal para dar a conocer tu voz y tu banda a este mundo. A los pocos segundos los saxos de Jay Davis y Mad Cudworth marcan el territorio de forma sublime. Y tienen su momento cumbre al final de la canción al igual que el contrapunto de los coros que hacen Jilian Taylor y Nunzi Wadsworth. El espíritu del Bog Seger en aquellos incendiarios discos en directo está en esta pista o en la tercera, Punching Bag

Ojo a ese inicio sugerente y sensual de Take Care. Aquí los teclados de Adam Flicker crean una atmósfera perfecta. La forma de cantar de Owen puede ser fiera y terriblemente soul como en esta canción en la que el protagonismo va también para el certero solo de James Everhart al que le da el perfecto colchón la sección de viento para que los coros rematen al final la faena. Madre mía pero qué es esto. Una locura. La puedo escuchar en bucle al igual que Nobody Needs To Know que me he dejado por el camino. Dos canciones atómicas repletas de soul fiero, medios tiempos desgarradores. 

Sailor´s Return podría ser un inicio perfecto de setlist si no fuera porque ya existe la primera que he mencionado Time Served. Es otra canción marchosa, una nueva muestra de tema que puedes tararear a todas horas aunque la palma en ese sentido se la puede llevar la siguiente Over The Hill que podría ser otro single perfecto. Podría seguir hasta el final glosando cada canción, fijándome en la multitud de detalles, en la inmensa fuerza sonora  y múltiples matices que tienen todas ellas guiadas por el increíble vozarrón de Owen Stewart. Porque puede que lo primero que llame la atención sea la voz de Stewart pero es que la banda suena espectacular. He leído en este enlace que lo presentaron hace poco más de un mes en Philly. Se puede escuchar ahí el tremendo poderío de esta banda. Estoy noqueado. Adoro este álbum. Y al loro con ese final repleto de clase y groove con Let The Band Load In. No soy mucho de decir eso del disco del año y esas cosas pero que va a estar en mi Top Seventeen seguro. Canela en rama. En vena. 

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Steve Conte. The Concrete Jangle

Me he propuesto hacer todas las reseñas que pueda de unos cuantos discos que me han flipado editados en este 2024 a punto de concluir. Hay mucha mandanga variada. Música para volar alto. Uno de esos discos que ha estado en constante rotación desde que se publicó el 19 de abril es 
The Concrete Jangle de Steve Conte. Sigo muy atento la carrera de este hombre desde que descubrí su álbum Steve Conte & The Crazy Truth al que le siguió el maravilloso NYC. Espléndidas canciones en ambos trabajos de un tipo que además de ser el guitarrista de la magnifica banda de Michael Monroe es un excelente compositor como demuestra en sus discos en solitario y en las canciones que firma para Monroe. Y aclaro que su música en solitario tiene algún punto en común con la Monroe pero es más la excepción ya que Conte se mueve en otros registros y no tiemblo al escribir que me gusta tanto su material como el de Monroe (y adoro a Michael). 

Tal vez a alguno le pueda parecer exagerado que nombre a los Beatles como una de las influencias principales de este disco. Pero es que así lo siento. Cada vez que escucho este álbum me vienen a la cabeza los de Liverpool y eso es un tremendo piropo porque quiere decir que en los temas de este disco abundan las buenas melodías, los precisos arreglos y una interpretación vocal contagiosa, que hace que quieras saber que nos cuenta Steve en cada una de las canciones. Los primeros cinco temas del álbum están compuestas a pachas con Andy Partridge (XTC) que al parecer es un de los héroes musicales de Conte. Y el resultado de la colaboración es buenísimo. 


Abre el disco de forma alegre y desenfadada 4 of July. Perfecta, directamente desde el estribillo. Curiosa forma de empezar sin perder un ápice de efectividad, todo lo contrario. La guitarra suena punzante y chulesca al igual que en Hey Hey Hey (Aren´t you the one). Son canciones con un enorme potencial comercial al igual que la tercera, Shoot Out the Stars y no digamos ya We Like It con ese contagioso estribillo y las guitarras reinando por todo lo alto. La joya de la corona en esta primera cara es One Last Bell. Aquí se siente la huella de los Beatles con esa trompeta  El tema lo tiene todo. Se abre con el sonido de una campana y ciertos aires psicodélicos con la voz de Conte más sensual que nunca con la aparición justa y precisa de la trompeta a los cincuenta segundos que volverá después al avanzar el tema. Irresistible.

Motor City Love Machine es la canción más rápida y vacilona del disco, un efectivo número punk rock que se te queda a la primera. A continuación una de mis canciones favoritas de la discografía de este tipo; All Tied UpTípica canción que te atrapa desde que suenan los primeros acordes. La interpretación vocal de Steve Conte es sublime sin hacer alardes. Es su forma de cantarla. De nuevo aparece en todo su esplendor la influencia de The Beatles en Decomposing A Song For YouSi la cara A ya me parece buenísima la B es directamente sublime con el regusto poderoso y triunfador que dejan Girl With No Name (tema que dan ganas de cantar a todas horas) y ese apoteósico final con I Dream Her, la canción más larga del álbum. De nuevo pienso en The Beatles y me chifla la forma de cerrar el tema y por el ende el álbum con ese poderoso sólo de guitarra.

Con la ayuda de Andy Partridge en las cinco primeras canciones y en solitario las otras cinco Steve Conte continúa inspirado a más no poder. Para dar lustre a este material es imprescindible resaltar la labor de la base rítmica con el veterano Prairie Prince a la batería y el inseparable John Conte al bajo y con el propio Steve haciéndose cargo además de voz y guitarra de múltiples instrumentos como piano, mandolina, sitar... De la batería de All Tied Up Decomposing A Song For You se encarga Thommy Price y de la de Motor City Love Machine Brian Delaney. Desde que se editó el disco en abril lo he escuchado decenas de veces y no sólo no me canso sino que cada día lo disfruto más. Ojalá venga por estos lares para presentarlo. Ya tengo ganas de ver a Steve Conte en directo pero me imagino que tal y como esta el panorama será complicado.


lunes, 18 de noviembre de 2024

Ariel Rot. Sala BBK Bilbao 17/11/2024

Los domingos no están hechos para un concierto de rock´n roll y mucho menos sentados. Las cosas como son. El propio Ariel Rot comentó al comienzo del bolo que creía que nunca había tocado con el público apoltronado en sus butacas... Sólo al final y porque el propio Rot lo pidió nos levantamos de nuestros asientos a bailotear un poco. Y es que,  el que no baile está muerto. Así lo canta Ariel en una de sus grandes canciones y estoy de acuerdo. En fin a pesar de esas circunstancias adversas Ariel y su banda ofrecieron un muy buen concierto de rock´n roll. No alcanzó el nivel superlativo de cuando le vi en el Dale CandELA Fest el pasado verano. Pero seguro que en eso pesan y mucho también las circunstancias.

A eso de las ocho de la tarde después de una exquisita selección musical de fondo salieron Ariel Rot (guitarra y voz), Ricardo Marín (guitarra y coros), Tito Dávila (piano, teclados, coros), Jacob Reguilón (bajo) y Pablo Serrano (baterista). La noche se abrió stoniana con el Vals de los Recuerdos fantástica canción que no me canso de escuchar en bucle si hace falta y que me parece el mejor de los comienzos. Lo mismito que me sucede con Hasta perder la cuenta con esos coros tan molones que te dan la vida. Cuando suena Adiós Carnaval Su se gira y me dice que bueno es y vaya banda. Esa es la sensación que transmite en directo la música de Ariel. Rock´n roll ejecutado con pasión, sin reservas, de forma contagiosa. 

De su mítica etapa en Tequila sonaron dos clásicos de esos que siempre te apetece escuchar, Quiero Besarte y Rock´n Roll en la plaza del pueblo en clave blues. Y mola mucho así. Pero mis momentos favoritos llegaron con su material en solitario; Bruma en la Castellana, Geishas en Madrid, Vicios Caros, Baile de ilusiones... No podían faltar tampoco Dulce CondenaMilonga del Marinero, El Capitan y Me estas atrapando otra vez incunable de Los Rodríguez que no me canso de escuchar. Pero lo cierto es que podría acudir a un concierto de Ariel Rot y que sólo sonaran  canciones de sus discos en solitario y saldría igual de contento porque creo que mucho de su material es tan bueno como por lo que posiblemente sea más conocido. El desmelene final mitigo un poco esa sensación de que la próxima voz por favor que quiten las butacas y que lo pongan un viernes o sábado por la noche, ja ja. 

sábado, 16 de noviembre de 2024

Bryan Adams. BEC Barakaldo 15/11/2024

Hace unos años cuando colaboraba en una revista de rock de tirada nacional en uno de los números entrevistamos a Dan Baird. Fue uno de esos cuestionarios que se envían por ordenador. El redactor jefe me pidió algunas cuestiones para mandarle al bueno de Dan. La última de ellas era, ¿a quién te gustaría producir? Baird contestó que a Bryan Adams. Tal vez alguno se llevó una sorpresa en la This Is Rock pero los que conocen la trayectoria del canadiense saben que el amigo Bryan cuando se pone rockea de verdad. Tiene unos cuantos discos incontestables en ese aspecto: Cut´s Like A Knife, Recklees e Into The Fire. Verdaderas gemas rockeras que beben de las mejores fuentes posibles. Y en los tres discos hay también espacio para baladas soberbias. Me gustaría que eligiese temas de Into The Fire o Waking Up The Neighbours antes que baladas con las que no conecto de su trayectoria posterior pero todo no puede ser en la vida. Ja, ja. 

En cualquier caso ayer acudí al Bec muy bien acompañado a disfrutar de la música de Bryan Adams. La última vez que le vi fue en Anoeta en 1996. Por lo que presencie ayer Bryan Adams está en una excelente forma. No le vi flaquear ni vocal, ni físicamente. El concierto comenzó a eso de las 21:10 con una presentación la mar de chula. Un coche que llevaba el lema de la gira So Happy It Hurts sobrevolaba nuestras cabezas a ritmo de Jerry Lee Lewis Chuck Berry. Ahí está el nacimiento del rock´n roll. Y Adams siempre ha bebido de ahí por mucho que haya sazonado su trayectoria con baladas que nada tienen que ver con esos parámetros. Que también las tiene espectaculares (Victim Of Love, Native Son, Home Again)

El bolo se abrió a todo trapo con Kick Ass, Can´t Stop This Thing We Started, Somebody y 18 Til I Die con Bryan haciéndose cargo de bajo con esa forma tan peculiar, atacándolo a veces de forma casi punk...A continuación Please Forgive Me me cortó el rollo. Qué le vamos a hacer. No puedo con esa canción. Pero a partir de ahí todo fue para arriba. Mis momentos favoritos fueron obviamente Kids Wanna Rock, It´s Only Love (intercalando What´s Love Got to do de Tina Turner), Run To You, Summer of 69 y Cut´s Like A Knife. Y también la gocé por inesperada con Take Me Back, redescubrí The Only Thing That Looks on Me is You y me encantó que rescatase Rock´n Roll Hell que en su día grabaron Kiss pero que es una composición de Bryan Adams y Jim Vallance

De entre las baladas que abordó las que más me gustaron fueron la imprescindible Straight From The Heart armado con la armónica, me gustó la forma en que interpretaron Heaven un poco más rápida que su tempo normal, volví a disfrutar con When The Night Comes (al igual que la primera vez que le vi el 11 de diciembre de 1991 en La Casilla) y tanto Have You Ever Really Loved a Woman como All For Love me gustaron más en directo que en estudio. Para terminar el bolo, un extra que hasta ahora no había hecho en las demás fechas por Spain, una festiva versión de Can´t Take Me Eyes Off You de Gloria Gaynor. Ideal para una locaza como yo. El regusto es muy positivo, tanto que aquí estoy la tarde del sábado haciendo tronar Into The Fire e incluso Waking Up The Neighbours que hacía años que no pinchaba. Honor y gloria para Keith Scott excelso todo la noche a la guitarra solista, cumpliendo a la perfección Pat Stewart a la batería y Gary Breit al piano y teclados. Los vídeos no son míos, el colega Zorita si que tiene un móvil de altos vuelos. Ja. 


martes, 12 de noviembre de 2024

Green Day. Saviors

Se acumulan las novedades discográficas a velocidad de vértigo. Es un gozoso no parar. Música de todo tipo, ávida para ser escuchada por seres inquietos como el menda. No me canso. Este año mi flamante Top Seventeen va a estar imposible. A veces se tiende a olvidar los lanzamientos de principios de año. La presencia de un disco que me ha gustado mucho en constante rotación en mi equipo de música se extiende durante un buen periodo de tiempo. Es más los mejores, los que me vuelan la cabeza se quedan para siempre. De momento Saviors de Green Day que se editó el 19 de enero de este año continúa por aquí alegrándome las mañanas. Es adictivo.

El álbum ha sido recibido por la mayoría de la crítica como el mejor disco de Green Day desde American Idiot, su punto culminante a nivel comercial. Asociados siempre al punk rock la música de este trío californiano tiene un inequívoco y contagioso toque pop. La mayoría de sus canciones tienen ese punto de que cuando las escuchas un par de veces se te quedan irremediablemente pegadas, como buena muestra los dos adelantos de este disco, The American Dream is Killing Me y Look Ma, No Brains!. Y tan buenas como estas dos unas cuantas que se mueven en ese territorio en el que están en perfecta armonía el punk rock y el pop. Bobby Sox es otra canción ganadora, destinada a ser un single rompedor.

Como suele ser habitual en estos tipos las letras son divertidas, sarcásticas y cargadas de malestar por la situación en la que se encuentra su país, un lugar tan fascinante como aterrador. No hay píldoras salvadoras ni soluciones sencillas, simplemente una descripción cargada de dardos contra un país en continuo estado de locura. Eso si desde una posición privilegiada. One Eye Bastard, Strange Days are Here To Stay, 1981 o Fancy Sauce son algunos de mis favoritos en cuanto a las letras y todas ellas son excelente en lo musical sin salirse del esquema antes mencionado, buen punk rock con toques pop.  En la primera de las mencionadas me chifla como marca el territorio el bajo de Mike Dirnt, contundente y vacilón, guía perfectamente la canción. 

Hay un par de temas que se salen con resultado más que satisfactorio de ese esquema que tan bien dominan Green Day; son la beatleniana Father To A Son con arreglos de cuerda incluidos y Goodnight Adeline, excelente balada tan efectiva como los temas más movidos. Puede que la carrera de Green Day haya pasado por momentos tediosos o con el piloto automático puesto como les sucede a los que llevan mucho en el negocio pero en pleno 2024 han conseguido armar un disco realmente potente, con gancho, una de esas rodajas que tiene mucho más enjundia de lo que esperas a priori. Bravo por ellos. A ver si lo presentan por estos lares. Por cierto muy guapa la portada.