Esta madrugada me he desvelado por completo y tras dar miles de vueltas en la cama he optado por levantarme con la intención de leer un poco o de ver alguna película a ver si de esa forma cogía el sueño otra vez. Hace poco mi amigo Rober me ha pasado Twenty el documental de Cameron Crowe sobre Pearl Jam y he decidido verlo. Recuerdo que en su día lo estrenaron en cines y tenía intención de ir pero al final no pude acudir. Ha pasado bastante desde su estreno y en este período mi relación con la banda se ha enfriado un poco. Siguen siendo un grupo a tener en cuenta en mi universo y cualquier movimiento que hagan merece mi atención pero reconozco que en los últimos dos años los he escuchado mucho menos que antes.
Twenty es un buen documental pero esperaba mucho más. Supongo que es complicado condensar en apenas dos horas veinte años de una trayectoria tan intensa como la de esta banda de Seatle. Crowe ha decidido prestar especial atención a los primeros años de la banda, que independientemente de los gustos de cada cual, son para la mayoría de los fans el momento clave del combo de Vedder y cía. Pero tras verlo tengo la sensación de que el director apunta demasiados temas sin entrar en harina realmente en ninguno.
Entre lo que más me ha gustado ha sido el arranque del mismo. Pearl Jam nacieron de las cenizas de Mother Love Bone la banda de la que Jeff Ament y Stone Gossard eran los principales valedores junto al malogrado Andy Wood. La muerte por sobredosis de éste dejo a Gossard y Ament huérfanos de un cantante con una personalidad arrolladora que estaba destinado a reinar. Era su momento y todo parecía propicio para ello. Cuando se finiquitó esta banda queda claro que tanto Stone como Jeff decidieron pasar página y lo que surgiese, si es que nacía algo iba a ser totalmente diferente.
La aparición de un tímido Vedder les noqueó desde el principio y poco a poco Eddie dio pasos adelante hasta convertirse en un frontman que se jugaba el físico en cada actuación además de tener una voz más que interesante. Sigue siendo flipante ver lo loco que estaba Vedder en esos primeros años escalando cada vez hacia torres más altas y ofreciendo unos shows salvajes. Toda esa parte está muy bien contada. También pone los pelos de punta ver imágenes de Vedder y Cornell pasándoselo pipa en directo con Temple of The Dog ese tremendo tributo que grabaron los componentes de Pearl Jam y Soundgarden a Andy Wood.
Los tres primeros discos de Pearl Jam: Ten, Vs y Vitalogy están muy presentes así como su relación con Neil Young. Se apunta también su conflicto con Ticketsmaster aunque eso por sí solo daría para otro documental y su tensa relación con Kurt Cobain. En conjunto la primera hora del documental te lleva en volandas pero luego pierde fuelle y se dejan de lado o no se abordan con más valentía cuestiones tales como el liderazgo de la banda, inicialmente de Gossard y Ament, a partir de Vitalogy, claramente de Eddie Vedder, se pasa de puntillas por la época de No Code y Yield, ni te cuento por la de Binaural, Riot Act, Pearl Jam o Backspacer y no se le da la suficiente cancha a dos baterías fundamentales en la historia de la banda Jack Irons y el actual Matt Cameron.
Hay un exceso de buenrollismo posiblemente porque el director del documental, Cameron Crowe es amigo personal de la banda desde los noventa y falta más mala leche y entrar en detalles escabrosos. Claro que eso supondría que este documental tendría que haber partido de un entorno independiente y Twenty es una celebración de los veinte años de la vida de la banda. Así que voy a dejar de ser puñetero y me sumaré a la efeméride, al fin y al cabo independientemente de lo más o menos inspirados que han estado en los últimos años siempre he tenido claro que Pearl Jam no han caído en el estado catatónico de algunos de sus contemporáneos.