Una de las pocas cantantes que por trayectoria y calado en la música popular que se me ocurre podría hacer sombra a la inigualable Aretha Franklin es sin duda Etta James. Desconozco si se admiraban, pasaban la una de la otra o simplemente ni se conocían. Pero considero que tal asunto podría dar para una buena serie de ficción. Chaladuras que tiene uno. En cualquier caso Etta James en mi casa está muy cerca de Aretha y tiene unos cuantos discos que son tan sublimes como las grandes obras de Franklin. At Last! sin duda es una de esas rodajas apoteósicas en la brillante trayectoria de Etta James.
Esta primera obra para el sello Argo se reedito después en el sello Chess de Chicago nos muestra muchas de las excelencias de la sin par Etta James. Su facilidad para maravillarnos en clásicos números de querencia jazzy (A Sunday Kind of Love o Stormy Weather), el torbellino imparable cuando abordaba números R&B como I just want to make love to you o la forma inigualable de transformar el tema At Last en la puta mejor canción sobre la faz de la tierra. Recuerdo que la primera vez que escuché esta canción fue en la serie Doctor en Alaska y días después me compré mi primer recopilatorio de esta mujer.
Una de las bazas imparables de Etta James era su versatilidad. Capaz de navegar por diferentes estilos aportando en cada uno su inequívoca personalidad. En At Last nos percatamos de ello. Es un disco variado que no se decanta por ningún género y que lejos de por ese motivo carecer de unidad el empaque se lo da la poderosa voz de James. Una mujer capaz poner todo el sentimiento del mundo en cada toma. Alguien que se sumergía en la canción en cuestión otorgándole un plus. Si además estaba bien rodeada nada podía fallar. Es el caso de At Last! Una vuelta el vinilo por todo lo alto.