Alfred Hitchcock está considerado hoy en día un cinesata clásico. Un genio. Pero no siempre fue así. Ya lo deja claro Truffaut en su excelente El cine según Hitchcock. El director britanico fue el cineasta que supo sacar más partido del talento de Grant, el que sacó más jugo a sus habilidades interpretativas. En Sospecha, Encadenados, Atrapar a un ladron y Con la muerte en los talones vemos a Grant en plena forma. En las cuatro hay comedia, imposible que no la haya estando este tipo por medio, drama, sofisticación y ese característico acento de Bristol que jamás se diluyó.
Todo esto viene a que ayer reserve un par de horas y media para visionar de nuevo Con la muerte en los talones. De esas películas que no te cansas de ver. Porque más allá de la sorpresa del argumento encuentras mil y un matices diferentes cada vez que la ves. Un elenco de actores impresionante y dos tipos que tenían muy claro en qué consistía esto del cine. Cary Grant y Alfred Hitchcock, Alfred Hitchcock y Cary Grant. Casi nada.