martes, 7 de febrero de 2012

Van Halen. Diver Down


Henry Rollins dijo una vez con su habitual ímpetu que sólo podías confiar en ti mismo y en los primeros seis discos de Black Sabbath. Es una gran frase, sin duda. Estoy de acuerdo pero podría cambiar Van Halen por Black Sabbath. O mejor nos quedamos con los dos. Digamos que para días oscuros escogeríamos a Black Sabbath y para los claros a Van Halen. O al revés. Mis inicios con ambas bandas vienen de la mano de mi amigo Rober que fue el que me enseño el camino en el metal y sus aledaños. En el caso de Van Halen tengo un recuerdo claro de Jump tocada en las verbenas de hasta el pueblo más inmundo de la España profunda. Y la cassette de 1984 original que tenía un amigo que nos las paso a todos. Pero aunque en aquellos finales de los ochenta la escuchaba mi pasión por Van Halen se inicio mucho después. En 2000 más o menos Rober me paso los seis discos de Van Halen con David Lee Roth al frente y poco a poco se convirtieron en una de mis bandas favoritas.

Cuando yo empecé a flipar con Van Halen la actualidad de la banda era poco menos que nefasta. Un disco con Cherone. En continúa pelea con David Lee Roth. Acabando mal también con Sammy Hagar. Mientras, yo iba descubriendo una discografía impresionante. Vital, contagiosa, una banda sonora para cualquier día. Así es como percibo siempre a Van Halen. Cualquier momento es bueno pare escucharlos. Hace poco escribí sobre el II y lo señalaba como uno de mis favoritos pero realmente los seis discos están a un nivel similar. Y como su duración ronda los 35 minutos se pueden escuchar de un tirón. Ahora mismo estoy con Diver Down, tal vez es el menos apreciado por la crítica, misterio para el que esto escribe o como siempre cuestión de gustos. No le encuentro ni un error a este álbum, ni una fisura. Pura diversión. Clase. Ecléctico, lo tiene todo en apenas media hora.


El inicio con Where have all the good times gone! es una delicia. Los de Pasadena siempre han hecho unas versiones de traca y la este tema de los Kinks es tremenda. Tal vez me acusen de sacrílego pero me gusta tanto o más que la de los hermanos Davies. Es curioso porque Van Halen no ponían patas arriba las versiones, es más creo que eran bastante fieles a los originales, pero al mismo tiempo le imprimían su inconfundible sello. Otra buena muestra de ello es Oh Pretty woman! tema adictivo que no tiene nada que envidiar a la original. Además está precedida de Intruder, una sugerente intro que prepara con mucha clase el terreno. Las otras tres versiones ajenas suenan igual de bien: Dancing in the street es perfecta para Roth, siempre me encantó Big Bad Bill (Is Sweet William Now) con ese clarinete tan cool y el final con Happy Trails una despedida cachonda para cantar con los amigos birra en mano.



Este disco es de 1982 y a esas alturas Van Halen ya habían dejado constancia de su clase con cuatro pedazo de discos. Así que la relajación y el buen rollo que tienen aquí lo encuentro como un punto muy positivo. No me molestan las versiones porque todas están perfectamente ensambladas entre cuatro temas propios a cual mejor y tres interludios instrumentales que dan en la diana. Eddie Van Halen Eddie lo borda con la guitarra española en la intro de Little Guitars, crea una atmósfera ideal en Intruder para alisar el terreno a Oh pretty woman y nos descoloca con una pieza como Cathedral que engancha perfectamente con Secrets. Los cuatro temas propios cantados por Roth están a un gran nivel. Hang´em High se abre paso como una exalación, Secrets es el tema ideal para que Roth de rienda suelta a su rollo vodevil, Little guitars es directamente gloriosa con esa letra y mi favorita es The Full Bug puro rock´n roll con un gran momento para que Diamond Dave se luzca con la armónica.



Como en todo el disco Eddie hace un trabajo sobresaliente, contagioso. Eddie podía ser el más rápido pero esa es solo una de sus facetas y tal vez a la que menos atención presto. Lo grande de este tío son sus riffs, su ejecución, sus jugueteos con los sonidos de la guitarra. Por algo está considerado uno de los grandes. A mi me encanta. Alex Van Halen y Michael Anthony son de las mejores secciones bajo-batería de la historia y David Lee Roth, buff, Diamond Dave da para un libro. Un tipo esencial en el rock´n roll y Van Halen una banda que si no existiese habría que inventarla. Yeah!!!!!!