Hace poco leí en la página de Solobasket un dato que me dejo perplejo: un 60% de jugadores de la NBA se arruina. Uno de los casos más ilustres es el de Scottie Pippen el escudero de Jordan en aquellos Bulls que marcaron una época y a millones de locos por este deporte. Pippen logró un espectacular contrato junio del 93 en su tercer año en Chicago y a lo largo de su carrera ganó mucho dinero. Pero parece que para algunas personas es mucho más fácil gastarlo y derrocharlo que ganarlo. Scottie siempre vivió a la sombra de Jordan. Era lo lógico si a tu lado tienes al mejor de todos los tiempos. Con los años se le reconocieron los méritos y el propio Jordan lo dijo en más de una ocasión. Pippen fue pieza clave en el equipo por su capacidad de hacer muchas cosas en beneficio del colectivo: rebotes, puntos, asistencias y una defensa sublime que generaba contraataques a porrillo. Recomiendo la lectura de este artículo sobre uno de los jugadores más decisivos de la liga. Una gozada verle jugar.