Me ha gustado mucho que Évole haya comenzado el programa entrevistando al padre de Ibai. Ha sido una elección perfecta. Un chute de realidad para comenzar, un contraste de una persona trabajadora humilde que responde con naturalidad a las preguntas sobre su hoy en día célebre hijo. Ha sido una forma de atrapar a la audiencia que suele ver a Évole ya que seguramente su target está más en la edad del presentador (es decir de 46 para arriba) que los más jóvenes. No sé si hoy se habrán sumado muchos jóvenes a ver el programa. Espero que si porque ha merecido la pena. Ha sido una forma inteligente de unir dos generaciones o más con hábitos de consumo en lo que se refiere a la comunicación muy distintos.
En lo que se refiere a Ibai me ha causado una muy buena impresión. No me interesa lo que hace, no es mi prioridad ni mi mundo pero dado que le interesa a mi hijo lo mínimo que debo de hacer es conocer por qué le atrae tanto. Y mi percepción es de que es un tipo con indudables capacidades comunicativas y que como tantos otros jóvenes ha encontrado en esas plataformas una forma de ganarse la vida ( en su caso muy bien ja ja). Y seguramente los medios tradicionales hace tiempo que no han sabido, querido o podido generar contenidos dirigidos a los adolescentes. No es un target que tradicionalmente haya interesado. Y siempre se les ha dejado a un lado en muchos ámbitos de la vida. Incluso la pandemia no ha hecho sino profundizar esa brecha y esos estigmas para con la juventud. Es una cuestión que se repite siempre. Un mal endémico y antropológico que nos persigue.