Mientras sonaba un tema de Howlin Wolf salieron al escenario Luka, Pablo y Robin y tras una pequeña introducción atacaron con Night Train uno de los singles de su último trabajo, el estupendo Love, Death & In Between a la que siguió otra joya del álbum: Heart Stoppin Kinda Show. Dos canciones arrebatadoras, perfectas para abril el show. Desde el comienzo sonaron engrasados a más no poder, cubriéndose a la perfección unos a otros, deleitándose con pasajes sonoros que cubrían sin aburrir parcelas psicodélicas, progresivas y hasta jazzisticas. Cuando alargaban los temas me encantó la labor de Luka que además de tocar con un groove de no te menees la batería tenía una voz super chula. Mi amigo Oscar me repitió varias veces que parecía un baterista de jazz. Ahí es nada. Robin Piso envolvía todas las canciones de forma elegante y los punteos de Pablo eran precisos
Lástima que llegamos justo a la hora del concierto y nos tuvimos que poner arriba, en la Kutxa Beltza lugar donde Pablo nos informó de que habían tocado hace unos años. Lo cierto es que al bajar a cazar el setlist y hacerme con su dos últimos discos de estudio (Wolfpack y Love, Death & In Between) saludé a varios conocidos que estaban con la misma sonrisa pletórica que mi amigo Oscar y yo. Que vuelvan pronto y a ser posible con sección de viento, coristas y demás. Eso sería la hostia. Lo cierto es que la banda está en continuo crecimiento y ahora están en un momento dulce. Hay un antes y después en su trayectoria tras ese inconmensurable Love, Death & In Between. Y por lo que parece les ha ido fenomenal en toda la gira por Spain llenando en todas las salas de aforo sensiblemente mayor que su anterior visita. Toda la suerte del mundo para estos jovenzuelos holandeses. Se lo merecen, llevan currándoselo desde que eran menores de edad. Una pasada.