I never saw the morning 'til I stayed up all night I never saw the sunshine 'til you turned out the light I never saw my hometown until I stayed away too long I never heard the melody, until I needed a song.
I never saw the white line, 'til I was leaving you behind I never knew I needed you 'til I was caught up in a bind I never spoke 'I love you' 'til I cursed you in vain, I never felt my heartstrings until I nearly went insane.
I never saw the east coast 'til I move to the west I never saw the moonlight until it shone off your breast I never saw your heart 'til someone tried to steal, Tried to steal it away I never saw your tears until they rolled down your face.
I’ve been trying to reach you
but you just won’t pick up the phone
I need to talk to you so bad
I’m so tired of being alone
You don’t wanna talk to me
I need to get one thing trough to you
I don’t know your problem
But I need to talk to you
Text me, baby
Do it right away
I need to hear from you
I need to hear from you today
You got my number
What’s your problem, tell me please
You got everything you want
You need to respond to me
If you can’t talk to me
Something must be wrong
I’m worried ‘bout you, baby
Send me a picture, a word or a song
Do something
Text me, baby
Do it right away
I need to hear from you
I need to hear from you today
Got an important message
Urgent message coming trough
The silence has been so loud
Since I heard from you
Don’t misunderstand
The things I’m trying to do
I want to tell you something, baby
Before someone else gets to you
Text me, baby
Do it right away
I need to hear from you
I need to hear from you today
I’ve been trying to reach you everywhere
Is this some kind of game?
I even called your mother
But she said:”Who?
I don’t even know her name!”
I’ve been worried, baby
I need to talk to you right away
From your car, the hotelbar
Wherever that you are
I need to hear from you
It’s for your own good
And you know you should
Text me, baby
Do it right away
I need to hear from you
I need to hear from you today
A pesar de tener un lista de novedades muy apetecibles esperando en el mp4 esta semana la he iniciado dándole cancha a Welcome to Poppy´s. ¿Tiene sentido? Si, siempre. En mi casa estos tíos tiene un hueco muy especial. Sus dos primeros discos los tengo en un altar y el resto de su discografía merece ser escuchada. Recurro a ellos a menudo. Su música me aporta buenas vibraciones, diversión e inevitablemente me transporta a NYC. Una asociación muy evidente a la vez que inevitable. A mi me funciona de maravilla. El chip se encendió el pasado viernes tras visionar un documental sobre NYC en la 2, Buscamundos se llamaba el programa. Y aunque prometían sortear los tópicos de siempre lo consiguieron con cuentagotas. El caso es que fue ver las imágenes de esas calles tantas veces retratadas en miles de películas y pisadas por uno mismo al menos una vez que se activó en mi el modo FLC. Así que a aprovecharlo.
Welcome to Poppy´s data de 2003 y en su día supuso una decepción. Me sonaba demasiado plano, no encontraba canciones con vocación de clásicos, de esas que cuando vas a ver a la banda en cuestión te gustaría escuchar en directo, y además el disco se me hacía largo. Pero hace un año más o menos me hice con su ultimo disco de estudio Classic Fantastic y tras comprobar que la banda estaba en muy buena forma recuperé de la estantería Welcome to Poppy´s decidido a darle más cancha y le pedí a mi camello que me proporcionase Livin in the city. Y para mi sorpresa hoy en día me gusta Welcome to Poppy´s, me gusta mucho… Sonrío al descubrir unos cuantos temas con vocación de clásicos y me alboroto porque la excitación que siento es como si el disco fuese nuevo. Eso es algo que me sucede a menudo. Con mis bandas favoritas a veces dejo a un lado ciertos discos y cuando los recupero descubro cosas que antes no percibía. Esto me ocurre con grupos a los que venero. Y Fun Lovin´Criminals están en ese lote.
En este álbum ya no estaba el batería Mackie y en la portada lucen Huey y Fast que nos entregan 15 canciones, algunas de ellas muy buenas y pocas muy pocas desechables aunque hace años me pareciese justo lo contrario. Hay unos cuantos temas que me resultan ideales para una discoteca con clase un sábado a la noche. Con esas bolas que cuelgan de los techos de tales lugares es fundamental que haya canciones que aporten distinción y ganas de diversión: Friday Night, Got Our love, This sick world o Beautiful todas ellas bailables y divertidas. Especialmente me flipa Got our love, ¡Ay cuando llega ese estribillo!!!! La guitarra suena muy funky en varias canciones, lo cual me encanta. Me vuelve a venir esa voz masculina que me grita: LOS HOMBRES NO BAILAN. Pero no puedo evitarlo. Para compensar tenemos también temas netamente rockeros como Stray Bullet, la cachonda You got a problem o la brutota Baby, con un trozo puro heavy metal. Metal!!!!!!!!!
En la coctelera sonora de estos tipos caben muchos elementos. El hip hop siempre ha estado presente y aunque es un estilo que me es muy ajeno la baza de FLC es que lo mezclan con naturalidad y buen tino en atmósfera soul, lounge y rock. La cadencia rapera esta presente en ese buen single que es Too Hot, en Take me back que se beneficia de ese bendito toque que le dan los instrumentos de viento y la molona guitarra de Huey y en What had happened? a la que me costó pillarle el punto pero ahora es una de mis favoritas. Otras dos que me encantan son Living on the streets con inequívoco toque soul y Steak Knife con un inicio muy cool y que se va calentando configurando un tema muy rockero. Tras la brutota e irresistible Baby, FLC nos acarician los oídos con You just can´t have it all, una pieza muy bonita. Que me arropen un besito de buenas noches y a dormir.
Cuando al día siguiente de un concierto comienzo escuchando los discos de la banda que he visto en directo la noche anterior es señal inequívoca de que he disfrutado. Y así fue con el concierto que se marcaron Stepwater Band en el Kafe Antzoki el sábado. Había expectación para ver a este grupo que está haciendo una gira bastante extensa por estos lares. Y a mi no me decepcionaron. Es más terminé eufórico tras un titubeante inicio, digamos los o tres primeros temas. Pero en cuanto calentaron motores demostraron que son un trío capaz de llenar la sala con buenas vibraciones. En la previa del concierto había llegado a mis oídos que la anterior noche en Vitoria el concierto había sido un poco aburrido, que su último disco era muy monótono, que si tal que si cual… Como siempre para gustos. Yo disfruté como un enano sobre todo con los temas pertenecientes a su anterior álbum: Grace and melody. Sonaron fántasticas All the way to way to nowhere, la irresistible The Healer y aluciné con Waiting to be offended, esa pedazo de canción de mas de 13 minutos donde el guitarrista Jeff Massey volvió a hacernos gozar con un dominio y feeling absolutos de la guitararra. Hacia el final sonaron dos versiones que pusieron un gran colofón al concierto: Honey Bee de Tom Petty y Boom boom de John Lee Hooker. Y el menda y su camello salieron con una sonrisa de oreja a oreja esperando que estos tipos vuelvan por aquí cuanto antes.
Ayer me levante metálico. Llevo mucho tiempo escuchando mucho soul e incluso funky bailable y esto se empezaba a parecer a la escena esa de In & Out en la que una cinta grabada le espeta al personaje de Kevin Kline: los hombres no bailan. Así que para contrarrestar tanto amor y canciones a la luz de las velas, el duendecillo metálico que llevo dentro, que es un cabron y cizañero me ha venido a recordar que mis discos de Metallica, Corrosion of Conformity, Down o Anthrax no están en este mundo para coger polvo sino para sembrar el caos. Y puedo afirmar que hay salvación para mí. A las noches salen las florecillas pero por el día un buen pedazo de metal no lo supera nada. Y como siempre en mi casa Anthrax son los reyes. Puntualizo, Anthrax con John Bush, cantante a reivindicar.
Aunque comencé el día con el álbum negro de Metallica que sigue bien vigente y sigue siendo mi favorito de los de San Francisco continúe con Volume 8, the threat is real de Anthrax que con los otros tres discos de estudio que los neoyorkinos grabaron con John Bush a las voces me gusta tanto como el álbum negro de Metallica. Lo cual no es una exageración sino sencilla y llanamente lo que pienso. A su lado también estaría el American volumen dealer de Corrosion of Conformity y el segundo de Down. Este disco es de 1998 y su distribución fue peor que nefasta. Incluso en esa gira Anthrax vinieron a Bilbao teloneando a Sepultura. Como dijo mi amigo Robert todo encendido los brasileños tenían que haber ejercido de roadies de Bush and cía. Pero bueno el colega me contó que en apenas una hora se los comieron con patatas. Que mas da.
Volumen 8 es un álbum poderoso a la par que ecléctico y definitivo en la carrera de estos tipos. Lo grabaron Scott Ian, Charlie Benante, Frank Bello y John Bush porque el guitarrista Dan Spitz había abandonado el barco con lo que el batería Benante se hizo cargo de muchas guitarras rítmicas. Ya con la inicial Crush la tierra se abre a los pies de estos tipos. Un riff cojonudo que se te queda a la primera. Catharsis no hace más que añadir testosterona y una batería tremenda cortesía del amo de las baquetas. Y es que pocos le pueden pegar tanto y tan bien como Benante. Inside out se inicia con una bonita guitarra acústica que te desarma luego te voltean con un riff atronador, luego paran otra vez y vuelta. Un clásico. Una muestra del groove de esta banda. Por supuesto una de las bazas de la banda es la voz de John Bush. A mucha gente que le gustan Alice In Chains, aquello que se denominó grunge y demás zarandajas, conectan mucho con el tono de Bush. Toas to the extras, el corte seis, es una delicia propia del eclecticismo de estos tipos: armónicas, armonías vocales diferentes, un aire country. Qué bueno!!! Anteriormente hemos disfrutado con dos trallazos que no dan respiro.
Si hasta ahora el nivel es de órdago, a partir del corte 6 no es que la cosa decaiga sino que increíblemente mejora. El delirio lo trae esa Killing Box con Phil Anselmo en tareas vocales. Harms way es la típica canción que si la hubiesen grabado Soundgarden o Pearl Jam hubiesen arrasado en las listas pero desgraciadamente estos neoyorkinos no tuvieron jamás suerte y su cuota de ventas fue irrisoria comparada con otras bandas de su época. Dos de mis temas favoritos son Stealing From A Thief, maravilloso tema, la clase de canción que recomendaría a cualquiera para iniciarse con esta banda. Como bonus track queda Pieces la constatación definitiva (por si alguien lo dudaba) de que estos tíos también saben hacer temas acústicos de altos vuelos. Esta emotiva canción cantada por Frank Bello está dedicada al hermano éste y primo de Charlie Benante, Anthony, asesinado en 1996. Esta canción era el final perfecto para la edición que se editó en el 98 pero yo tengo una de 2003 que incluye tres bonus tracks que mantienen el nivel, uno de ellos una excelente cover de The Bends de Radiohead.
Que me aspen si este Volume 8 no es uno de los discos mas infravalorados de la historia y del metal y John Bush un tipo que dotó a Anthrax del toque definitivo. Como grita un simpático sujeto en el Dvd en directo Music of Mass Destruction: Anthrax rules!!!!!
Hoy hace un año que nos dejo Solomon Burke, the King of rock´n soul. Murió en el aeropuerto de Amsterdam cuando estaba a punto de hacer unos cuantos conciertos con la banda holandesa De Dijk con los que grabó el que sería su testamento sonoro, Hold on tight, un disco que es necesario reivindicar. La colaboración entre esta veterana banda (más de treinta años de recorrido) con el patrón del soul se gestó tras la coincidencia de ambos en 2007 el Heineken Festival. Al parecer Burke quedó impresionado por el nivel de estos músicos y e insistió en grabar con ellos. El resultado es brillante por varios motivos. Porque incorpora al cancionero de Solomon temas compuestos por esta banda (que siempre canta en su idioma natal) traducidos al inglés y porque a la habitual carga de soul, country y rock se suman elementos diferentes que pueden entroncar mas con la tradición europea. Para mi gusto el único ingrediente que falta para que este disco hubiese sido igual de grande que su inmaculada trilogía son unos coros mas potentes. Detalle insignificante frente a una colección de canciones entre las que Burke se pasea con algo más que soltura.
Grabado en los estudios ICP de Bruselas durante seis días en octubre de 2009 y publicado el año pasado en Hold on tight encontramos a unos músicos solventes, profesionales, que arropan con cariño a un hombre que no se arrugaba ante nada. En este álbum tenemos algunas de las canciones más rockeras que ha grabado nunca. Lo hizo con setenta años sentado en su megatrono por la obesidad mórbida que padecía. No importa. Olé sus huevos. Escuchar a un tipo sentado en su trono volarte la cabeza con canciones como What a woman o la stoniana I gotta be with you no tiene precio. Y la compañía es algo más que una banda europea frotándose los ojos por compartir un disco con una gloria del soul. De Dijk son un combo veterano que reconoce de dónde vienen sus influencias pero que a la vez no renuncian a su idioma. Eso les hace un caso especial. Hasta ahora siempre habían grabado en Dutch pero si alguien se merecía variar el rumbo quién mejor que Solomon Burke.
En los últimos años Burke había repetido la fórmula de escoger un repertorio ajeno y llevarlo a su terreno con resultados fascinantes. Lo atractivo a la vez que le otorga un plus a este Hold on tight es que se trata de un álbum con doce temas de la banda holandesa traducidos al ingles. Y el nivel es extraordinario. No hay canción floja y unas cuantas son directamente sublimes: No one, Good for nothing, The Bend….Con variedad de registros y sonidos pero sin diluirse, conformando un conjunto que fluye armonioso y atesora momentos impagables. En los créditos del álbum Burke aparece como coautor de letra y música de todas las canciones y firma la letra de Text me, mi favorita de un álbum que puso broche de oro a una trayectoria a reivindicar a diario. Escuchando el resultado no puedo evitar sentir todavía más pena por la muerte del cantante de Philadelphia porque esto parecía el inicio de una gran y fructífera amistad. Va por Solomon, THE KING OF ROCK´N SOUL
Es probable que tras escuchar a Fernando Trueba agradecer de aquella forma tan original su oscar a Billy Wilder muchas personas se acercasen a la obra de este pequeño (de estatura) director. Y desde luego es una filmografía en la que perderse porque el amigo Wilder dominaba el medio cinematográfico como pocos. Se curtió como guionista a lado de Lubitschy supo coger lo mejor de éste y poner mucho de su parte para hablar de las miserias humanas consiguiendo hacernos reír en el camino. Cultivó como pocos la comedia (un género a reivindicar hasta el fin de los días) y cuando picoteo en otros también lo bordó. Ahí están Perdición, El crepúsculo de los dioses, Traidor en el infierno, Testigo de cargo… Muchas y muy buenas. El cine de Wilder sigue tan vigente como cuando se estrenó.
Hoy me apetece escribir sobre Primera plana una punzante comedia que arrasa con todo. Esta película está basada en un texto del gran Ben Hetch, The Front Page y antes de que Wilder la dirigiese ya se habían hecho dos versiones, una de Lewis Milestone (que no he visto) y otra de Howard Hawks. Esta última es una maravilla interpretada por Cary Grant y Rosalind Russell. No se queda ni un centímetro atrás la de Wilder. Uno de los muchos cambios de Wilder respecto a la de Hawks es que aquí los protagonistas son dos hombres encarnados por Walter Matthauy Jack Lemmon. Si hay que enviar al espacio exterior unas escenas en las que se explique eso tan intangible que llamamos “química” entre actores se puede mandar cualquiera de este film. Lemmon con su aspecto corriente, su rostro vulnerable, el típico hombre que no puede sortear las desdichas y Matthau con su careto de cabroncete y esas maneras medio mafiosas que se gasta en este film. Por separado, brilllantes. Juntos, insuperables.
Una baza tremenda en Primera plana son los diálogos. Rápidos e hilarantes. La velocidad con la que habla Walter Matthau le da un toque invencible a sus intervenciones. La ironía y el sarcasmo reinan por todo lo alto. El tema elegido da juego, mucho juego. Y la película puede verse como un canto a la libertad de expresión, una defensa del periodismo a pesar de que ataca a la profesión de lo lindo. Pero eso es como la vida misma, un poco de amor duro, es mejor criticar lo que amas que dejarte llevar y ser pasivo. El argumento es sencillo: Walter Burns (Walter Matthau) el director del periódico local (repleto de ineptos y tipos acomodados que piensan más en las partidas de cartas que en ejercer su profesión) recurre al único tipo con talento Hildy Johnson (Jack Lemmon) para cubrir la ejecución de la pena de muerte de un pobre diablo. Pero Hildy tiene otros planes. Casarse con una corista de Philadelphia y dedicarse a la publicidad. Esa línea argumental nos proporciona desternillantes tiras-aflojas entre Lemmon y Matthau que son la Biblia de la comedia. Pero por debajo de esta trama hay mucho mas. Siempre me viene a la mente una frase de Wilder que afirmaba que si no podía aseverar que todo el mundo estaba corrupto es porque no conocía a todo el mundo. Aquí todos se llevan hostias. Dadas con clase eso sí. Como casi siempre en las pelis de Wilder las que mejor paradas salen son las putas. Los políticos, la policía y demás estamentos de la sociedad a la hoguera.