Ayer hicimos un pequeño viaje al túnel del tiempo. Destino
Sala HellDorado en Vitoria. Situada en un pabellón industrial, incrustada ahí
en medio de la nada y ajena a las leyes
imperantes en la sociedad actual se ha convertido desde el mismo momento en que lo conocí
uno de mis locales favoritos para presenciar un concierto de rock´n roll.
Nuestro objetivo era ver a The Hangmen y volvernos. Pero como al final se
apuntó una cuarta elementa que quería ver a Valient Thorr nos quedamos para ver
a estos sujetos. Voy a empezar por ellos aunque tocaron después de The Hangmen.
De Valient Thorr no había escuchado nada y por lo que
presencie ayer eso no va a cambiar. Pero me ofrecieron 15 minutos delirantes en
los que me eché unas buenas risas. Jamás pagaría por ver un concierto suyo y no
escucharía su música en casa y ni en cualquier otro lugar ni bajo tortura. Los
tipos salieron al ritmo de Sprach Zarathustra de Richard Strauss. El cantante hizo su aparición provisto de
una capa verde mientras se deleitaba con el susodicho tema y
arengaba a las masas. Para la segunda canción ya se había quedado lorza al aire
y reconozco que ahí me entro un ataque de risa descomunal. De esos en los que no
puedes parar durante varios minutos. Mi risa aumentó al ver el careto de mi
amigo Diego mirando para atrás como pensando qué lejos queda la puerta….Me vino
a la mente esa escena de Hannah y sus
hermanas en la que un aterrorizado Woody Allen acude a un concierto de una
ruidosa banda en NYC y le espeta al personaje interpretado por Dianne West:
Vamonos de aquí que estos al finalizar el concierto capturan rehenes...
Antes de este despiporre visual y sonoro The Hangmen me
alegraron una hora y poco con un concierto de rock´n roll crudo e intenso. Me
sorprendió gratamente el sonido de la banda, pulcro y en el que se apreciaban a
la perfección los cuatro instrumentos. Sonaron compactos y crujientes.
Presencie todo el concierto con una gran sonrisa porque me dieron más de lo que
esperaba. De hecho por momentos lo que escuché ayer me sonaba mejor que su
disco en directo.
Bryan Small se mostró comunicativo y disfrutando de su
última fecha por la Península. A Jimmy James se le adivinaba una pequeña
sonrisa tras esas barbas y bigotón, Angelique parecía en otro mundo y el
batería, (que debuta en esta gira) estaba hipercocentrado en el asunto. Abordaron con entusiasmo Big Red Rooster,
Homesick Blues y alguno más de su último álbum, East of Western y no faltaron
temas ya clásicos de su repertorio como Dowtown, Blood Red o Bent que Small
presentó diciendo que era un tema country al Hangmen style.