sábado, 29 de diciembre de 2018

Top Seventeen 2018

Este año hasta voy a hacer lista de mis discos favoritos de 2018. Algo que no reflejaba en este cochambroso blog desde.... Realmente sólo lo he hecho una vez y mira que llevo años dándole a la tecla. En fin. ¿Vaso medio lleno, medio vacio? ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Ni puta idea. Yo este curso claramente vaso medio lleno. Miento, a rebosar. Me cuesta elegir sólo diez discos que me han cautivado este año así que voy a poner diecisiete que es mi número favorito y de estos unos cuantos, si, lo adivinaste me han volado la puta cabeza. Me gustaría tenerlos todos originales pero a pesar de mi sueldo equiparable a un alto ejecutivo de la NASA no me da la parna. De cada disco voy a elegir tres temas porque me apetece hacerlo así. Ahí van:

Ty Segall - Freedom´s Globin. Más de setenta minutos de música sin complejos, de diferentes estilos. Un delicioso cajón desastre en el que perderse. Grabado en diferentes estudios con muchos temas producidos por Steve Albini, Ty Segall despliega todo su encanto. Trío de ases: Fanny Dog, My Lady´s on Fire, The Main Pretender.

Father John Misty - God´s Favorite customer. A diferencia del anterior éste apenas llega a los cuarenta minutos. Cuando termina lo suelo poner de nuevo. Un descubrimiento colosal en mi casa. Ese piano me vuelve loco. Trío de ases: Just Dumb Enough to try, Please Don´t Die, God´s favorite customer.

The Marcus King Band - Carolina Confessions. Con tan sólo veintidós años Marcus King se ha cascado un tercer disco antologico. Todo está en su sitio, virtuoso de la guitarra sin dar la chapa. Inmensas canciones, arreglos muy chulos y una voz tan atractiva como su destreza con la seis cuerdas. Trío de ases: Where I´m Headed, How Long, Welcome Round Here.

Spiritualized - And Nothing Hurts. Otro descubrimiento de órdago en mi casa. Estos son veteranos pero jamás había picoteado en su música. Pero un día lo puse en la tienda y el asunto hizo click. Me lo terminé comprando y llevo meses enganchado. Trío de ases: A Perfect Miracle, I´m Your Man, The Morning After. 

Alice In Chains - Rainier Fog. Típico álbum de primeras escuchas difíciles que crece hasta el infinito y más allá. Cada día me gusta más. No hay fisuras. Como me alegra de que Cantrell siga al pie del cañon. Trío de ases: Red Giant, Fly, All I am.

Walking Papers - Wp2. Ojalá Duff McKagan y Barrett Martin pusiesen todo su empeño en esta banda. Los dos discos que han grabado lo valen. Pero si no es así confianza absoluta en Jeff Angell y Benjamin Anderson. Su segundo disco es tan excitante como el primero. Trío de ases: My Luck Pushed BackRed and White, Don´t Owe Me Nothing.

Levi Parham & Them Tulsa Boys and Girls - It´s All Good. Este es su tercer disco y es tan bueno que tengo que chequear los otros dos si o si. Parham estuvo en Bilbao en marzo y ni me entere. Vuelve en las mismas fechas el año que viene. Lo he descubierto por un Podcast que suelo escuchar de El Maquinista de la General. Rock preñado de soul grabado en los Muscle ShoalsTrío de ases: My Finest Hour, Borderline, Kiss Me in the Morning.

The Jayhawks - Black Roads.... Alguna vez he escrito que esta es una de las bandas de mi vida. En este álbum se trata de recuperar canciones con la firma de Louris que éste cedió a otros artistas. Y el invento es tan bueno como sus mejores obras. Canela en rama. No fallan. Come Criyin´To Me, Everybody Knows, Backwards Women.

Ray Lamontagne - Part Of Light. A Ray se le suelen colar un par de temas insulsos por disco, incluso en sus mejores rodajas pero lo compensa con creces, con otros temas apoteósicos. Part of Light es otro disco espléndido en una carrera en la que no me canso de indagar. Trío de ases: As Black As Blood Is Blue, Paper Man, Goodby Blue Sky.


MorganAir. Descubrimiento inesperado, inusitado en mi casa. ¿Como llegué a este disco? Un compañero lo puso en la tienda y me cautivo. Incluso vinieron a hacer un acústico y firmarlo. La voz de Nina emociona y la guitarra de Paco  López es pura finura. Trío de ases: Planet Earth, Sargento de Hierro, Flying Peacefully

Jose James - Lean On Me. Enfrentase al cancionero de Bill Withers y salir indemne no es tarea sencilla. James lo logra. No cambia demasiado las originales pero los arreglos nuevos que introduce o las pequeñas variaciones quedan de cine en especial la parte correspondiente al pianista Kris Bowers además de contar al bajo con Pino PalladinoTrío de ases: Lean on Me, Use Me, Same Love that made me laugh.

Mark Lanegan - With Animals. Siempre prestaré atención a lo que haga Lanegan. Ahora el hombre anda muy ecléctico y muy alejado de su glorioso pasado pero este disco a pachas con Duke Garwood me ha convencido y a base de escuchas incluso me ha cautivado. Mucho mejor que los dos anteriores y con momentos top total. Trío de ases: Feast to Famine, My Shadow LifeOne Way Glass.

Luke Winslow King - Blue Mesa. Un tipo anclado en propuestas del pasado. Puede que si. Pero las canciones dentro de su sencillez son pequeñas joyas muy bien interpretadas. Y le acompaña un guitarrista prodigioso. Qué ganas tengo de verle en directo. Trío de ases: Born To Roam, Break Down the Walls, Farewel Blues.

Palace Of The King - Get Right With Your Maker. Un amigo me pasó hace una semana un pincho con abundante material. Y lo primero que han escuchado mis oídos ha sido a estos australianos locos que le dan bien al hard rock con trazas psicodélicas. Guitarras, órganos en su justa medida y pianos que potencian los temas. Loquito me tiene el tema con el que abren. Trío de ases: I Am The Storm, Said the Spider to the Bird, The Serpent.

Anna Calvi - Hunter. Un disco muy vacilón, muy del momento. Aquí te pillo, aquí te mato. Como en el caso de la anterior también me trae recuerdos de otras féminas tremendas del rock. Mola. Trío de ases: As A Man, Hunter, Away.

Courtney Barnett - Tell Me How You Realitty Feel. A veces un artista o grupo te trae a la mente a uno de tus favoritos, porque percibes su inequívoca influencia y piensas que es lo que estaría haciendo el susodicho si estuviese activo (Lou Reed) e incluso a ratos a L7 pero todo esto pueden ser perfectamente fabulaciones mías. Trío de ases: HopefulessnessCharityHelp Yourself


Eels - The Deconstruction. Otros veteranos a los que jamás había escuchado. Un disco al que dedicar escuchas. En mi caso con resultado más que satisfactorio. Extraños pero en muchos temas irresistibles. Me ha ganado para su causa. Trío de ases: Bone DryToday is the dayYou Are The Shining Light.









domingo, 23 de diciembre de 2018

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Alice In Chains. Rainier Fog

A estas alturas de la vida Alice In Chains ya han grabado tantos discos en estudio con William DuVall como lo hicieron con Layne Staley. El tiempo pasa volando. Cantrell decidió que había que seguir con la banda de su vida por muy doloroso que fuese el trago y lo cierto es que el tiempo le ha dado la razón, con creces, además. La trayectoria de DuVall en Alice in Chains es más que sólida y Rainier Fog es otra prueba más de ello. Un disco poderoso, con las señas de identidad de la banda grabadas a fuego y con un puñado de canciones que crecen hasta el infinito y más allá. Que puta alegría seguir la carrera de estos tipos. ¡Qué nivel!

Rainier Fog se grabó en los estudios X (antes denominados Bad Animal Studios, lugar donde también grabaron su álbum homónimo de 1996) el pasado año, se añadieron voces poco después en un estudio de Nashville y en los Henson Studio Recordings de Los Ángeles. A finales de agosto llegó a la tienda. Llegaron pocas copias y se vendieron enseguida así que no lo he puesto hasta bien entrado octubre. Y no voy a escribir que me entró a la primera porque mentiría. Pero a base de escuchas me ha cautivado y de qué manera. Cantrell es un tipo con un talento inmenso y sabe lo que hace. En este álbum ha dado rienda a toda su inventiva con una perfecta mezcla entre el estilo clásico y toques más modernos, mirando al pasado de reojo pero afianzando su presente y teniendo un futuro prometedor. Y esa es un posición en la que se encuentran pocos de sus contemporáneos.


The One You Know, que fue el primer adelanto del disco allá por el mes de mayo, abre de forma inmejorable el álbum. Me parece la elección perfecta, no porque sea el mejor tema del disco pero es pegadizo, reconocible y te deja con ganas de más. Las voces de DuVall y Cantrell casan perfectamente juntas. So Far Under podría estar perfectamente en Dirt. Y curiosamente la firma en solitario DuVall. Que cada uno se tome eso como quiera. Yo lo veo positivo. También suena tremenda Rainier Fog la que da titulo al disco otro tema que hubiese encajado en esos discos mitificados de los noventa.

La compenetración de DuVall y Cantrell en el apartado vocal se extiende a las guitarras a lo largo de todo el trabajo. Cantrell se luce tanto en Fly como en Drone dos temas con múltiples recovecos, de esos difíciles en las primeras escuchas pero que han terminado convirtiéndose en mis favoritos. Otra canción con un gancho comercial enorme y con un sonido tal vez más alejado de la tradición AIC o con ribetes más modernos es Never Fade en el que la voz principal es de William DuVall.

Más allá de etiquetas ya más que superadas como la de grunge lo cierto es que Alice In Chains siempre fue una banda más heavy metal que otra cosa. Y hay que escribirlo sin ningún prejuicio, para nada. Y lo más importante, independientemente del estilo lo principal son las canciones y este disco tiene unas cuantas de esas que si ves a la banda en directo te gustaría que sonasen si o si. Me refiero a media docena fácil. Y eso es un lujo. Por ejemplo me imagino escuchar en directo Maybe y volar alto, tanto como con uno de sus clásicos. Podrían cerrar el concierto con All I Am que también finiquita este disco y saldríamos del show con una sonrisa inmensa.



Hasta ahora sólo he mencionado a Cantrell y DuVall pero que nadie piense que me he olvidado de Mike Inez y Sean Kinney. Estos tipos no son secundarios de lujo su labor aquí es fundamental, oscura, pesada pero vital. Es un deleite ver al bueno de Inez gozarla al bajo en el vídeo de Never Fade y compenetrarse a la perfección con Kinney en todo el trabajo. De diez en todo el disco y mi momento favorito de ambos se produce en Red Giant con la dinámica batería de Kinney y el pedazo de sonido que saca Inez a su bajo. 

Algunas veces las bandas son capaces de interpretar en vivo entero el disco que acaban de editar, en una fehaciente prueba de la confianza que tienen en su material. Fíjense si me gusta este disco de Alice In Chains que por mi si vienen de gira lo podrían tocar enterito, de la primera a la última, los 53 minutos y 21 segundos que dura el álbum. Y luego otros 53 minutos y 21 segundos con los clásicos de los noventa más algunos temas de los dos anteriores discos editados con DuVall. Y salgo del recinto propulsado como un puto cohete.


domingo, 16 de diciembre de 2018

Matthew Sweet + Corizonas. Hall Euskalduna. Bilbao 14/12/18

Juro por Iñigo Montoya que son Matthew
Sweet y Jason Victor
Tenía señalada en el calendario la fecha del concierto de Matthew Sweet en Bilbao y gracias a un cliente habitual de la tienda y de forma inesperada pude acudir al show. Había desechado la posibilidad al salir tarde del trabajo y tener sólo tiempo material de llegar al concierto. Además tenía que acudir sólo, ya lo he hecho otras veces pero estos eventos es mejor disfrutarlos en compañía. Su me ha repetido una y otra vez que tenía que haber ido ella ja ja. Pero al final el menda ha sido el afortunado. Y me he acordado de ella y de varios amigos porque la hubiesen gozado.

Antes de Matthew Sweet me echo unas risas con la propuesta de Corizonas sin que esta apreciación reste ni un ápice de valor a su música. Hace años vi a Los Coronas en un triple cartel con Straitjackets y Big Sandy y me dejaron muy buenas sensaciones. Hoy en día juntándose con Arizona Baby forman Los Corizonas que le añade un poco más de cachondeo sin perder la notable instrumentación. Ayer fue un bolo de menos a más. Se cascaron una curiosa y efectiva versión de Wish you were here de Pink Floyd y a partir de ahí el bolo me gusto mucho a pesar de no conocer su repertorio. A estas alturas que se puede contar de Fernando Pardo al frente de Sex Museum, en Los Coronas, en Corizonas... El tío tiene el culo pelado de tocar y dirige el cotarro a la perfección. Y mención especial para el cantante  Javier Vielba un comediante de cuidado, curiosa verborrea la suya y buena labor vocal en la que le apoyaban de vez en cuando Fernando Pardo y el batería Loza cuya labor a las baquetas y compenetración con el bajo de Javi Vacas es perfecta.

A eso de las 23:30 sin muchos aspavientos comenzó el bolo de Matthew Sweet. El amigo Matthew no es muy comunicativo con el público, salvo un par de intervenciones pero se le vio compenetrado con su banda, especialmente con el guitarrista Jason Victor (Dream Syndicate) con quien compartió durante el bolo múltiples sonrisas cómplices. El sonido fue bueno y la voz de Sweet mejor de lo esperado, mucho mejor. Se mantuvo todo el concierto a buen nivel, con algún bajón en especial hacia el final que disimulo muy bien con ayuda del bajista.


El repertorio se basó en su obra cumbre, Girlfriend, del que cayeron unos cuantos temas. La cuarta de la noche fue esa emotiva Winona donde ya despuntó sobremanera Jason Victor algo que fue una constante durante toda la noche. Alucinado me quedé con este tipo que no cambió de instrumento durante la velada con la misma guitarra se las apaño para sacar chispas al asunto. A Winona le siguió una de mis canciones favoritas de este hombre: Divine Intervention, un compendio de lo que es capaz Sweet cuando está inspirado. Una canción con aire Neil Young que me vuelve loco. Las guitarras a pleno rendimiento. 

Para la traca final quedaron piezas imprescindibles como I´ve been waiting, Girlfriend o Evangeline que cerró dejándonos con ganas de más. Por el camino Sweet también recupero un par de piezas de otros de los discos imprescindibles en su carrera, 100% Fun (Sick of myself y We´re the same) y no reparó demasiado en sus últimos trabajos, Tomorrow Forever y Tomorrow´s daughter y lo podría haber hecho perfectamente porque ambos tienen buenas canciones para trasladar al directo. Del primero ejecutó las pegadiza Pretty please y Trick y del segundo el que fue adelanto del disco I Belong To You que particularmente me parece a la altura de sus grandes gemas.

Matthew Sweet ha sabido rodearse de unos músicos perfectos para la música que ejecuta. La brillantez de Jason Victor hizo acto de presencia toda la noche y la labor más oscura pero igual de eficaz y fundamental de Paul Chastain sobre todo a las voces y también al bajo y la pegada certera de Rick Menck fueron vitales para el buen desarrollo del concierto. Lástima de que no durase otra hora más. Pero al día siguiente el amigo Sweet y sus compinches tenían bolo en Helldorado a la 13 de la tarde. Ahí va como se las gastó en Madrid que de Bilbao no hay nada en el tubo, bueno ahora si ja ja.





sábado, 8 de diciembre de 2018

Matthew Sweet. Girlfriend

Es una constante habitual en mi hogar re-descubrir discos que pululan por las estanterías y que vete a saber por qué en su momento no les saqué todo el partido que merecían. Es un placer inmenso. Y aparecen de la forma más inesperada. El otro día me puse a todo volumen Rainy Day Music de The Jayhawks. Hacía tiempo que no lo escuchaba y me sigue pareciendo una maravilla. La clara y contundente demostración de que Gary Louris es más que capaz de continuar al mando de la nave sin Olson a su lado, sin que en ningún momento eches en falta al caótico Mark. Bien, pues en ese disco, participa a las voces en tres temas Matthew Sweet y recordé que tengo un par de discos de este sujeto. En su día creo que me los grabó Alex G. Y aunque escuché ambos, Girlfriend y Blue Sky On Mars, los abandoné demasiado pronto o no les di la cancha necesaria. En mi casa no habían alcanzado la categoría de clásicos. Desde hace unos meses si.

Y el flipe que llevo es de órdago. Ya me lo aviso en su día Su y seguro que Alex G. también. Y qué puedo escribir de Girlfriend. Recupero un Ruta 66 en el que sale en la portada el bueno de Matthew Sweet. En la entrevista Matthew le confiesa a Eduardo Ranedo que todos sus discos son comparados una y otra vez con Girlfriend, piedra angular de su discografía y al parecer insuperable. Sweet se congratula de que afortunadamente el que sacaba ese año Living Things había sido muy bien recibido e incluso algún crítico lo había puesto a un nivel similar a Girlfriend. Me gustará comprobarlo. Y de Girlfriend me sumo a los parabienes. Es un disco exquisito. Pop-rock celestial, con melodías arrebatadoras y guitarrazos chispeantes, universos que cuando se cruzan pueden dar lugar a obras tan redondas como este Girlfriend al nivel de las joyas de los mencionados Jayhawks.



Ya las primeras notas anuncian el deleite que vamos a disfrutar la próxima hora. Las guitarras de Robert Quine, Richard Lloyd y el propio Sweet se entienden a las mil maravillas y suenan de traca. Puedes sentir cada nota nítida y siempre al servicio de la canción. Unas veces suenan contundentes, otras más sutiles, a menudo se cruzan en perfecta sintonía con las acústicas. El disco suena a partes iguales sucio y luminoso en un perfecto equilibrio entre pop y rock. Hay varios temas en los que las armonías vocales son de ensueño (I´ve been waiting, Girlfriend o Evangeline), en otras da rienda suelta a su gusto por la balada country (Winona o You don´t love me) servida con elegancia y cuando acelera le salen canciones tan redondas como Does She Talk? o Divine Intervention, una forma sublime de abrir un disco.

Matthew Sweet se rodeó de unos músicos excelentes para darle lustre a estos 15 temas. Y no sobra ni uno. A los mencionados Robert Quine y Richard LLoyd a las guitarras, hay que añadir al prolífico e imbatible Greg Leisz al pedal steel guitar o Fred Mahler a la batería y también encargado de la producción. Mahler está detrás también de la producción de otro álbum mítico en mi casa, New York de Lou Reed. No quepo en mí de gozo. Por si esto fuera poco el próximo 14 de diciembre Matthew Sweet se pasará por estos lares dentro del Wop Festival






domingo, 2 de diciembre de 2018

Bobby Short. I Happen to Like New York


I happen to like New York, I happen to love this town

I like the city air, I like to drink of it
The more I see New York, the more I think of it
I like the sight and the sound and even the stink of it
I happen to like New York
I like to go to Battery Park and watch the liners booming in

I often ask myself why should it be
That they come so far across the sea?
I suppose it's because they all agree with me
They happen to like New York
Last Sunday afternoon, I took a trip to Hackensack

But after I gave Hackensack the once over
I took the next train back
I happen to like New York
And oh, the Easter Show at the Music Hall

A perfect delight
And oh, pastrami on rye at the Carnegie Deli
There's joy in each pie
And Madison Square for a Friday night fight

Or a walk along Broadway to guest at the lights
And at Carnegie Hall where the atmosphere's right
Life at the lights, at the night
I happen to like New York, I happen to love this burg

And when I have to give the world my last farewell
And the undertaker comes to ring my funeral bell
I don't wanna go to heaven, don't wanna go to [unverified]
I happen to like New York, I happen to like New York
I happen to like New York

lunes, 26 de noviembre de 2018

Bohemian Rhapsody, la película

Ayer fui al cine a ver Bohemian Rhapsody prácticamente arrastrado por los canijos. Hacía que no entraba en una sala de cine años y la última vez también fue para acompañar a los enanos en aquella ocasión a ver una de dibujos. Su ensimismamiento con Queen es tanto o mayor que el mío a su edad. Con la diferencia que yo me inicie con el disco A Kind of Magic (que en aquella época me voló la cabeza) y ellos han dado el pistoletazo de salida con el triple recopilatorio Platinum, una forma estupenda de empaparse de las diferentes facetas de esta banda. Y lo están flipando.

Conviene ver la película con los ojos de un niño de once años o de una niña de ocho ja ja. A los fanáticos de Queen o a los que conocen bien la historia de la banda el film les va a chirriar por los cuatro costados. Hay innumerables errores respecto a cuándo se publicaron determinadas canciones y mucha invención para que el relato sea apto para todos los públicos. Y vistos los resultados en taquilla está claro que Taylor y May han acertado. Sabían lo que querían y lo han conseguido. Una película blanda, hollywodiense hecha para petarlo en taquilla.

De modo que lo mejor, insisto es no acudir al cine esperando nada rompedor ni una historia fidedigna de la banda. Es un producto hecho para difundir la música de Queen y como tal funciona. De hecho tiene muy buenos momentos. Particularmente mis favoritos son el arranque, digamos los primeros veinte minutos y el final cuando se recrea la aplastante actuación de Queen en Live Aid. También me han gustado los aspectos relativos a la música, a la creación del emblema de la banda, Bohemian Rhapsody u otros mega éxitos como Another one bites the dust o We will rock you. Lo que más he disfrutado de la película con diferencia es ver la cara de flipados de los canijos. 

El éxito de la película está siendo rotundo y bien que lo notamos en la tienda. A su rebufo la música de Queen se escucha y se vende tanto como en sus mejores tiempos. Nos quitan de las manos el triple recopilatorio Platinum. Gente muy joven me pregunta por Queen y la demanda no va a hacer sino aumentar de cara a las Navidades. Taylor y May han sido muy astutos al nivel de un Gene Simmons. De modo que la batalla está servida a ver quién despacha más copias si Rosalia o Queen, ja, ja. La película podría ser la hostia en las manos de Scorsese, pero eso es ciencia ficción, aún así la he disfrutado lo que jamás perdonaré a May y Taylor es el ninguneo que le hacen a Deacon y que hoy en día tengan tan mal gusto de girar con Adam Lambert. Eso si que es inconcebible.  



viernes, 23 de noviembre de 2018

Marc Guitart. The Black Crowes. Del nido a las raíces

Hace un par de años mi compañeros de trabajo me regalaron The Black Crowes. Del Nido a las raíces un libro sobre la banda de Atlanta escrito por Marc Guitart. Por increíble que parezca apenas hay nada publicado sobre los Cuervos ni en castellano ni siquiera en ingles. Inconcebible. Mis expectativas sobre el volumen en cuestión eran muy altas y lo devoré en apenas dos días. Me decepcionó un poco porque me esperaba la típica biografía cargada de entrevistas realizadas por el autor tanto con los interesados como con los músicos, productores y demás personal que una u otra vez haya colaborado con la banda. Así que el problema fue mio por lo antes escrito: expectativas irreales.

Estos días en plena vorágine cuervil de nuevo (y van....) lo he releído y disfrutado mucho más. De hecho para alguien que haya descubierto a los Cuervos recientemente o que no haya seguido su trayectoria de cabo a rabo es un volumen perfecto para introducirse en la historia de la banda. El autor como se indica en la bibliografía recopila información de revistas como Popular 1, Ruta 66, Guitar Player, This is Rock o Rolling Stone donde las andanzas de los hermanos Robinson fueron seguidas con mucho interés. De hecho para un asiduo lector como el menda de Popular 1 durante los noventa los Cuervos estaban presentes un número si al siguiente también. Bastantes portadas, jugosas entrevistas. Siempre dando juego.

En este libro Marc Guitart además de recopilar toda esa información deja su sello personal en el comentario de cada disco o con el testimonio directo de cuando tuvo la fortuna de verles dos noches en la gira Say Goodnight to the Bad Guys en 2010 en el Best Buy Theatre de Nueva York. Suertudo el muchacho que pudo presenciar a los Cuervos en un estado de forma apoteósico y como es sana costumbre en ellos cambiando el setlist prácticamente de arriba a abajo de una noche a otra. Cuenta la experiencia de forma emocionante, contagiosa, algo que es de agradecer, lejos del academicismo imperante en ciertas revistas y libros. 

En aquella gira (de la que recuerdo que en su momento leí innumerables reviews) The Black Crowes realizaban un set acústico de hora y media y otro eléctrico de la misma duración. Era la época en la que editaron el fenomenal Croweology con Luther en la banda. Y su estado de forma era espectacular. Tuve la suerte de verles dos veces con Luther pero por estos lares al tocar en festivales los setlist eran más convencionales. No me quejo. Para nada. Pero hubiese cambiado esos dos conciertos por una noche de las que presenció el autor. Puestos a pedir. Ja. ja. 


Y voy a terminar mencionando y alabando como no puede ser de otra forma a Luther Dickinson, guitarrista por el que siento predilección. Aunque mis dos discos favoritos de los Cuervos son The Southern Harmony & Musical Companion y Amorica (ambos con Marc Ford a la guitarra solista) el paso de Luther por The Black Crowes fue una auténtica bendición. Como guitarrista me gusta incluso más que Ford (y mira que éste es bueno, el cabrón) pero Dickinson me resulta incluso más versátil. Puede con todo. 

En el libro de Guitart se recogen unas declaraciones del teclista Adam MacDougall donde se deshace en elogios al bueno de Luther: Es sin duda el epítome del caballero sureño. Nada le molesta, nunca está estresado. Siempre está alegre y siempre toca bien, incluso cuando no sabe lo que está haciendo. Continúa Guitart relatando que el teclista ponía el acento en la energía positiva que se había generado con Luther en la banda. Y terminaba diciendo MacDougall: Me gustaría decir que algo de eso es gracias a mí pero realmente pienso que es a causa de Luther. Todos ellos realmente lo respetan por como toca, por las vibraciones que aporta, por su actitud... ha hecho a todo el mundo feliz. Todo esto aparece en el libro The Black Crowes. Del Nido a las raíces un libro de Marc Guitart, concretamente en la página 225.

Además de sacarle más jugo a este libro y escuchar compulsivamente a los Cuervos investigo en el tubo y encuentro que Luther después de dejar la banda ha aparecido en conciertos en solitario tanto de Chris como de Rich, señal inequívoca de que ambos siguen respetando y admirando su trabajo. Y es que sin duda lo voy a volver a escribir el paso de Luther por The Black Crowes fue una auténtica bendición, una puta fortuna. 






miércoles, 21 de noviembre de 2018

Top Ten Black Crowes

La reciente gira de The Magpie Salute por estos lares ha reactivado la ya de por si caldeada historia de los Cuervos. Parece que este año los hermanos Robinson tampoco van a trinchar el pavo juntos en Acción de Gracias. Estarán a kilómetros de distancia incluso aunque estén en el mismo estado o ciudad. La saña con la que se han pronunciado el uno del otro en los últimos tiempos asusta y todo. O quizá esté todo preparado porque todos sabemos como es el showbusiness y no parece que haya nada que un buen cheque no pueda arreglar. Lo veo complicado en esta ocasión y es una pena porque aunque disfruto y mucho con las aventuras de cada uno por su cuenta pocas cosas hay tan grandes a cuando estos tipos están en sintonía. Perderse una y otra vez en la discografía de The Black Crowes es un ejercicio que realizo a menudo. Mi obsesión por esta banda no cesa y la tengo en lo más alto de mi podium casero. Algunos se les pueden acercar pero en lo más alto estos tipos, siempre. Forever Crowes!














jueves, 15 de noviembre de 2018

Father John Misty. God´s Favorite Customer

Uno de los mejores y más certeros comentarios que ha hecho en el Popular 1 en los últimos tiempos The Man es en la sección Apéndice de la revista donde contesta a un entusiasta popuhead que por mucho que le guste la revista jamás se ciña a escuchar solamente la música que se recomienda en esas páginas. Es muy probable, casi seguro que de no trabajar en donde lo hago no habría descubierto este disco que me trae loco de Father John Misty. En mi sección somos unos cuantos compañeros con gustos diferentes, con muchos artistas en común al mismo tiempo que con nuestras filias y fobias. Y reconozco que me encanta cuando los prejuicios se hacen trizas, saltan por los aires. La gozo. El triunfo es doble. Eso es lo que me ha sucedido con Father John Misty, al menos con este álbum que por supuesto me da pie a seguir investigando en la carrera de este sujeto.

La primera vez que escuché a Father John Misty (seudónimo de Josh Tillman) fue el año pasado. Un compañero pincho su Pure Comedy y yo le pregunté que quién era ese tipo. Me explico que tenía unos cuantos discos en solitario y que había sido batería de Fleet Floxes uno de esos grupos bastante populares a los que no les pillo el punto. Pure comedy no me gustó nada y mi colega me dijo que a él tampoco le convencía, a pesar de que el disco en cuestión terminó en la lista de los mejores de muchos medios ese año.

En junio de este año se editó God´s Favorite Costumer y mi compañero volvió a insistir con Father John Misty y esta vez el acierto fue pleno. Y seguro que si no lo llega a pinchar yo no lo hubiese hecho así que ni os podéis imaginar como me alegra que lo hiciese. Lo tuvimos puesto en la tienda toda la semana y cada día que lo escuchaba me gustaba más. Me lo acabé comprando y lo he recomendado infinidad de veces. Desde que se publicó no pasa semana sin que lo escuche varias veces. Y si, es uno de esos discos en la que la manida frase de gana con las escuchas es totalmente cierta. 

En la Rolling Stone americana el prestigioso David Fricke lo ha comparado con los trabajos de John Lennon en los setenta y no cabe duda de que el disco está poblado de rastros beatlenianos. A mi este disco me remite de forma recurrente a aquel tremendo The Boatman´s call de Nick Cave. En ambos el piano es el instrumento determinante, la clave en casi todas las canciones que por otro lado son todas maravillosas, sin excepción. Los arreglos de cuerda y el acompañamiento de las guitarras acústicas perfecto, el soporte adecuado para estos temas que ineludiblemente acabas tarareando. Producido por el propio Tillman con la puntual colaboración en algunos temas de Jonathan Wilson.



El álbum se abre con la embriagadora Hangout at the Gallows provista de unos milimétricos arreglos de cuerda y un piano irresistible. Un inicio evocador, sugerente y por el mismo terreno sigue Mr Tillman, esta más luminosa, directa piano, guitarras acústicas y bajo para dar forma a otro temazo, con el amigo Josh cantando de maravilla. Lo que sería un single perfecto. Just Dumb Enought To try es uno de mis temas favoritos de los últimos años. Aquí es donde me viene la reminiscencia al mejor Nick Cave, aquel de inconmensurable The Boatman´s Call. En esta canción de nuevo los arreglos de cuerda están situados a la perfección en una hipnótica progresión. La letra es fantástica. Me vuelve loco ese final con Oh, but I´m just dumb enough to try to keep you in my life, for a little while longer, and I´m insane enough to think I´m gonna get out with my skin and start my life again.

Palmas y algarabía para Date Night el tema más movido el disco, vacilón en la onda del mejor Beck de mediados de los noventa. Piano saltarín, guitarra primordial y el falsete de Tillman luciéndose en cada estrofa. Otro single perfecto y la canción más diferente que se sale del tono introspectivo del álbum que se retoma con otra joya: Please don´t die igual de buena que las antes mencionadas y enriquecida con mucho gusto con acordeón, armónica y trompeta. Madre mía que pedazo de disco que se ha cascado este tipo.


The Palace cuenta sólo con piano, celo y guitarra, más que suficiente para configurar otro tema que te desarma. Aquí la presencia de Lennon es total cuando Tillman canta eso de Cause I don´t wanna leave the palace, at least that´s what my true love calls it... Mis sensaciones llegados a este punto es que estoy ante uno de esos discos especiales como Grace, Civilians o Written In Chalk, esa música que toca teclas divinas. 

Para la recta final Tillman mete un poco de fuelle en Disappointing Diamonds are the rarest of them all junto a Date Night el tema más movido provisto de un estribillo reconocible y tarareable y que cuenta con un breve pero intenso sólo de saxo a cargo de James King. La canción que da título al disco God´s Favorite Customer y que cuenta con un vídeo grabado en las calles de no sé qué ciudad americana tiene la participación a la voz de Natalie Merring que ni idea de quién es pero que aquí le da el contrapunto perfecto a Tillman. De nuevo tan sólo piano y órgano son más que suficientes para que The songwriter me vuele la puta cabeza. Otra que no me puedo quitar de la cabeza. Y esto acaba con We´re only people (And There´s not much Anyone can do about that). Mejor imposible.




People, we're only people

There's not much anyone can do, really do about that

But it hasn't stopped us yet

People, we know so little about ourselves

But just enough to wanna be nearly anybody else

How does that add up?
Oh, friends, all my friends

Oh, I hope you're somewhere smiling

Just know I think about you more kindly than you and I have ever been

And I'll see you the next time around the bend
People, what's the deal?

You've been hurt

And I've been hurt

But what do we do now?

People, we're only people

There ain't a thing one person can ever change about that
Oh, friends, all my friends

Oh, I hope you're somewhere smiling

Just know I think about you more kindly than you and I have ever been

And I'll see you the next time around the bend
I think the end of it all may look a lot like the beginning

Passed around from hand to hand

Screaming for no particular reason

The company gets pretty thin

So we start to shed all our distinctions

So why not me?

Why not you?

Why not now?

lunes, 12 de noviembre de 2018

The Magpie Salute. Kafe Antzokia 11/11/2018

The Magpie Salute han presentado hace unas horas en un Antzoki con todo el papel vendido su primer disco de estudio High Water I. Al contrario de lo que pensaba y me alegro de ello, Rich cree que la mejor forma de valorar a su nueva banda es dando cancha al disco antes mencionado. Así han caído muchos temas de un álbum a reivindicar. Quizá todavía no han llegado lo lejos que se intuye puede ir esta banda pero es un primer paso más que interesante. 

A eso de las 19:30 de la tarde (una hora inusual para un concierto por estos lares) The Magpie Salute han comenzado el concierto con la descarga de High Water, Walk on water, Omission y For the Wind. Excepto Omission, single de su debut las otras tres pertenecen al disco que presentaban. Lástima que esa primera parte de concierto haya estado lastrada por un sonido deficiente en el que por momentos no se escuchaba la guitarra de Marc Ford y no demasiado bien la voz de John Hogg. Además de apostar por High Water me ha parecido curioso que Marc Ford haya asumido la voz principal en dos temas (The Vulture Shalimar Dreams) de su carrera en solitario.

Era de esperar y lógico que Rich se decidiera por algún que otro tema de su gloriosa banda Black Crowes al fin y al cabo él ha compuesto toda la música de los Cuervos por mucho que le joda a Chris ja ja. Lo que me alegra es que su elección haya sido inesperada y refrescante. Nada de ir a lo fácil con los hits que todo quisqui conoce (y con los que el menda tampoco hubiese tenido problemas, ojo) pero ha sido una delicia poder degustar en acústico Lay it on me, una de mis favoritas de estos tipos y que jamás había escuchado en directo y cascarse una contundente Horsehead de By your side momento en el que mejor ha rendido la voz de John Hogg. Alegría infinita también al escuchar en directo otras de mis incunables: She Gave Good Sunflower del eterno Amorica.


El concierto ha mejorado ostensiblemente en cuanto a sonido a partir del set acústico que se marcaron Rich Robinson, Marc Ford y John Hogg. Esa hora final ha sido muy buena. Una interesante pista de por dónde pueden tirar estos tipos si se ponen a ello con ganas. En la parte final ha sido un placer escuchar la bonita versión de Oh Sweet Nuthin´de la Velvet Underground. El concierto ha terminado con uno de los mejores temas de High Water, Send Me and Omen. Quizá una declaración clara de intenciones. Si, tocamos de los Cuervos pero más de las nuestras y cerramos con una de ellas. Y por cierto mi colega D tenía razón han tocado una de Neil Young, Big Time que ha cantado Rich. Y qué caramba ni me acordaba de esa canción. Ahora mismo ni me acuerdo en qué disco está jaja.


viernes, 9 de noviembre de 2018

Joe Henry. Civilians

Joe Henry es uno de los productores más destacados de las últimas décadas. Su excepcional trabajo se puede paladear en obras de arte como Don´t Give Up On Me de Solomon BurkeI´ve Got My Own Hell to Raise de Bettey LavetteThe Bright Mississippi de Allen Toussaint o Hopes & Desires de Susan Tedeschi. Es evidente que cuando este hombre acude al estudio en cuestión tiene más que claro lo que se trae entre manos y el resultado suele ser apoteósico cuando no directamente celestial como en Don´t Give Up On Me. A los mandos es un hacha. Desconozco cuál es su secreto. Por las redes circularán diferentes teorías pero ojalá siga cultivando esa faceta hasta el fin de los tiempos. Se me ocurren unos cuantos músicos a los que les vendría de perlas ponerse en las sabias manos de este tipo.

Además de productor, Joe Henry tiene una larga (e inabarcable todavía para mi) carrera en solitario. Más de una docena de discos. De los que piloto, Scar es uno de esos discos ideales para dietas nocturnas, Tiny voices lo redescubrí el pasado verano al atardecer en la playa proporcionándome momentos especiales me lo pille original y lo flipo con él y Civilians que directamente es uno de los mejores discos de la pasada década, así, sin medias tintas. Tan sublime como Don´t Give Up On Me, tan bello como Written in Chalk tan especial como Grace, una jodida maravilla, de principio a fin.

Me cuenta un acérrimo seguidor de Joe Henry que el músico favorito de éste es Bob Dylan. Al parecer siente verdadera devoción por el trabajo del judío de Minnesotta y reconozco que la primera vez que escuché Civilians pensé en Time Out Of Mind para mi gusto el último gran disco de Dylan. Pero la asociación es más en cuanto a atmósfera, en ciertos aspectos de la producción que porque tengan similitudes concretas. Tal vez la forma de entonar de Joe Henry, su fraseo remita algo a Dylan, pero canta infinitamente mejor. Ahí se acaba el parecido si es que lo tiene. 



Como casi siempre que entra en el estudio Joe Henry se rodea de músicos excepcionales que le proporcionan un inmejorable colchón sobre el que armar su composiciones. En este disco todas brillantes, sin excepción. Me chiflan los coros en muchos temas, me vuelven loco en CiviliansScare Me To Death o Time is a Lion una canción que puedo escuchar quinientas veces seguidas. Madre mía, que composición!! Y la forma de cantarla de Joe Henry es sublime, poderosa a más no poder. Hace que dejes lo que estás haciendo en ese momento, pilles el libreto y acudas a la la letra a ver qué es eso tan importante sobre lo que canta el bueno de Henry.

Es una gozada escuchar este disco a todo volumen y apreciar lo que sale por el bafle izquierdo y por el derecho, o hacerlo con cascos para darse cuenta de que en el resultado final juega un papel fundamental la mezcla. Y eso es mérito del responsable de dicha tarea, Ryan Freeland en esta ocasión. Pero ni músicos, ni productores ni ingenieros de sonido pueden hacer milagros si las canciones no son buenas y aquí todas lo son. Sin excepción. Y si, puede que un día esté con Time is a lion que lo flipe a todas horas, pero al siguiente es Our Song la que me tiene prendado para después obsesionarme con Civil War... Y es imposible cerrar un disco con más clase que con God Only Knows.



Henry suele grabar los discos en pocos días en su estudio casero. Éste se lo ventiló entre el 9 y 12 de febrero de 2007. Y no me puedo imaginar un sitio con más talento por metro cuadrado que esa bendita casa. Desconozco cuántas veces habrán tocado juntos Bill Frisell y Greg Leisz pero aquí su entendimiento es sublime. Guitarras eléctricas y acústicas en plena armonía. Es que no se puede tocar ese instrumento con más elegancia a como lo hacen estos dos sujetos en el disco. La labor de Patrick Warren al piano y los diferentes teclados es sutil a más no poder. El piano es fundamental en este disco. No se concibe sin el. Además del piano los pequeños arreglos de cuerda son obra de Warren y ahí se luce a más no poder. La forma en que los introduce en Scare Me To Death... Post aparte merece el trabajo de Jay Bellerose a la batería y la percusión. El puto amo. 

A Joe Herny algunas veces se le ha comparado con Tom Waits. Compartieron sello (Anti) hace unos años y puede que haya alguna similitud pero en mi opinión son más las diferencias que lo que les une. En cualquier caso se me ocurren pocos tipos más adecuados para producir un disco al zumbado de Pomona que Joe Henry aunque dudo mucho que esa tarea se le sea asignada jamás. Mientras a disfrutar y perderse una vez más en su discografía, Civilians, Scar y Tiny Voices está en un jodido altar en mi casa.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Screaming Trees. Julie Paradise

Cae en mis manos el Popular 1 de este mes y lo primero que leo con un entusiasmo inusitado es la entrevista con Gary Lee Conner de Screaming Trees. Se que no voy a encontrar nada nuevo, que es más que improbable la noticia sobre una posible reunión y tal vez es mejor así pero no lo puedo evitar. Lo de esta banda en mi casa es de locura. Sweet Oblivion y Dust son dos discos a los que recurro constantemente y además en el laboro los hemos traído vía importación y ni si las veces que los he recomendado. La semana pasada vino un cliente que se llevó el Dust y al que luego recomendé Mad Season y me contó que había estado en Seatle por curro y que estaba haciendo un artículo sobre la escena, una especie de árbol genealógico sobre el llamado grunge.

En la entrevista de Popular 1 firmada por Alberto Diaz, Gary Lee Conner comenta dos aspectos en los que estoy totalmente de acuerdo; la importancia del batería Barret Martin en el sonido del grupo y el acierto en contar con el productor George Drakoulias para dar forma a Dust. El caso de esta banda me parece inusual o al menos no muy habitual. Muchas bandas encuentran su sonido o dan el pelotazo o ambas cosas a la vez en sus primeros trabajos pero Screaming Trees fueron de menos a más, a mucho más, a la puta perfección en Dust que fue su último trabajo. E incluso puedes escuchar que con The Last Words Final Recordings seguían inspiradisimos pero desgraciadamente todo se fue al traste. 

Salgo caminar armado con mi mp4 y descargo en Ivoox un jugoso podcast de La Gran Travesía sobre la trayectoria de la banda. Y no puedo estar más de acuerdo con su autor, Jesús Jiménez Cuenca que realiza un interesante repaso por la trayectoria de la banda desde esos inicios psicodélicos y con la mirada puesta en Detroit (muy interesantes) hasta llegar al sonido más elaborado y repleto de temazos de Sweet Oblivion, Dust y su álbum de despedida publicado en 2011. Jiménez Cuenca recomienda adquirir la edición deluxe de Dust. Nos ha jodido. Una puta maravilla.