Hubo un tiempo en que el género Americana gozó y todavía lo hace de un buen número de seguidores por estos lares. Fue entonces cuando se sucedieron las giras de músicos que en principio era difícil imaginar que iban a parar por estas latitudes. También como sucede siempre que alguna etiqueta consigue cierto prestigio y popularidad hubo quien intentó aprovechar la ocasión.
Y otros, otros seguían trabajando como siempre ajenos a los grandes focos, como mejor saben hacerlo, a la sombra, sin hacer mucho ruido pero con una elegancia y calidad que para si quisieran la mayoría. Buddy Miller es uno de esos tipos que difícilmente coparan la portada de ninguna revista, que puede que no tenga el carisma y la presencia de otros compañeros pero que para mí tiene algo esencial: una capacidad demoledora para componer e interpretar soberbias canciones. Pocos rivales tiene hoy en día Buddy.
Escribo estas líneas tras escuchar mucho ultimamamente Universal United House Of Prayer , Love Snuck Up y Written In Chalk. El primero de 2004 y firmado en solitario y el segundo, de este mismo año, compartido con su mujer Julie Miller. Nada de lo que escriba aquí puede hacer justicia a tamañas obras de arte. Solo puedo recomendar su escucha y esperar a que algún día este hombre ofrezca algún concierto por aquí. Espero poder acudir, gozar con su música y simplemente decirle, gracias Buddy.