viernes, 22 de junio de 2012

Gregory Porter. Be Good


Todavía soy de los que a veces se fía de algunas críticas de discos que salen en las revistas musicales. Y eso que hay motivos sobrados para renegar de esta práctica.  Pero de vez en cuando conectas con un redactor porque sus textos consiguen el objetivo primordial de ese ejercicio: que al lector le entren unas irremediables ganas de escuchar el disco en cuestión. Me sucede a menudo con Manel Celeiro o Andreu Cunill en Ruta 66 y con Marcos de Lahueria en Popular 1. Gracias a la crítica que este último hizo del álbum Be Good de Gregory Porter me lancé en su búsqueda. Hoy en día fácil. A tiro de click. Mi camello me enseño un día en su móvil de ultimísima generación todo lo que tenía almacenado y para mi alegría estaba Be good. Un par de horas mas tardes ya me había hecho una copia en Cd de este artefacto. Un tipo leal y eficiente mi camello.

Y desde el día que cayó en mis manos no ha habido noche en que no haya sonado. Señal inequívoca de lo enganchado que estoy a él. Como me dijo mi amigo Diego es un disco para escuchar, para prestarle atención. Parece una perogrullada pero es la verdad. No puedes estar haciendo otra cosa mientras escuchas y degustas este artefacto. Las expectativas que me generó la crítica de Marcos de Lahueria se han cumplido con creces. Alucino con este disco. Así de claro.  Entre las influencias que admite Gregory Porter está Donny Hathaway y me regocijo al comprobar que el amigo Porter sigue el legado de Hathaway con mucho estilo. La música de Porter está mucho más orientada al jazz pero la impronta de Donny está en la interpretación. Y lo que es más importante con canciones aplastantes.

El orden en el que lo tenía grabado en el Mp4 no es el original. Es otra de las cosas que suceden hoy en día con la música. Te llega a tu pequeño artefacto (que no es poco) pero a veces se pierde hasta el orden de las canciones. Y eso es un detalle importante. Al menos yo le doy su valor. En fin que me enrollo, en mi copia el álbum empezaba con  un tema a capella God Bless the child original de Billie Holiday  interpretado de forma sublime y emocionante por Gregory Porter. En el original ese es broche final. Ya lo sospechaba yo, es un cierre perfecto.




Be Good son doce canciones, tres de ellas versiones, la mencionada God Bless the child que cierra mágicamente el álbum, Imitation of life un tema con tan solo la voz de Gregory y el piano de Chip Crawford y Work song original de N.Adderley y O.Brown, un torbellino sonoro con una espectacular interpretación vocal de Porter y con el saxo campando a sus anchas y finalmente un hueco para que se luzca el contrabajo. El estilo predominante del disco es jazz pero sin apabullar y con inequívoco toque soul. Las nueve canciones que firma Porter son maravillosas, sin excepción y su trabajo vocal excelente. Una voz muy chula con un toque crooner. Por momentos hay alguna canción como Be good (Lion´s song) o Real Good Hands en la que me recuerda al Jamie Cullum de Twentysomething. Esto puede tirar para atrás a mucha gente pero como a mi aquel disco me encanta pues es lo que hay.



Hasta ahora cada vez que he puesto el disco ha sido para escucharlo de principio a fin y se me hace difícil escoger temas favoritos ya que insisto las nueve canciones originales de Porter me parecen tremendas. Y las tres versiones también. Pero allá voy. On My Way To Harlem, un bonito homenaje al Harlem de Duke Ellington y a Marvin Gaye, Mother´s song una de esas baladas emotivas que aunque se acerca a los siete minutos de duración no quieres que se acabe y Our love justo lo contrario, un conciso tema de tres minutos que da en el clavo como todo lo que contiene Be Good un auténtico regalo de Gregory Porter al resto de los mortales. Peace and love.