Aunque la década de los noventa comenzó muy bien para John Mellencamp con dos estupendos discos Whenever we wanted (1991) y Human Wheels (1993) a partir de ahí la cosa se torció bastante. Mellencamp siguió grabando buen material pero eran más canciones sueltas que discos de un calibre similar a los mencionados o los inalcanzables Scarecrow y The Lonesome Jubilee. El nuevo milenio tampoco prometía demasiado. Pero los grandes suelen resurgir de la forma más inesperada. Y la carrera de John Mellencamp se enderezó y de qué forma con Trouble no more de 2003.
Los discos de versiones no gozan de buena crítica. Al fin y al cabo coger el material de otros puede denotar falta de imaginación y se suelen asociar a un periodo de transición del artista en cuestión. Pero no siempre es así. Ni mucho menos. En el caso de Trouble no more el de Indiana se apropia de viejos temas de folk y blues y se deja el alma en cada canción. Sientes que al tipo le gusta el material que ha escogido y te lo sabe transmitir. La banda que recluta para la ocasión no le va a la zaga y el sonido del disco es otro de los puntos fuertes.
Adoro el comienzo con Stones in my passway de Robert Johnson. Cada vez que la pongo Unax bota al ritmo de las guitarras. Las tradicionales Diamond Joe y To Washington a las que Mellencamp añade nuevas letras son otro de los puntos álgidos, junto con Lafayette de Lucinda Williams y la impresionante John the Revelator donde destacan unos coros femeninos que elevan la canción a otra dimensión. Teardrops will fall carga las pilas hasta del más soso de los sujetos. Este es uno de mis discos favoritos de John Mellencamp. No me importa que sean versiones este hombre las lleva a otro lugar. Tras este disco han venido Freedom´s road y Life, Deah, Love and Freedoom que merecen su propio post. Qué nadie lo dude.