miércoles, 11 de julio de 2007

Cheating at solitaire, un tributo de Mike Ness a la música de raíces americana

Cuando en 1998 Mike Ness anunció que iba a grabar un disco en solitario en el que rendiría homenaje a la música de raíces americanas muchos talibanes del punk rock se echaron las manos a la cabeza. Tantos como nos alegramos de que grabase algo así porque estábamos seguros de que iba estar a la altura de lo que Mike había hecho con Social Distortion. Y vaya si lo estuvo. Cheating at solitaire (1999) es una maravilla. Una deliciosa declaración de amor a una época, los 50 plagada de losers, grandes películas de cine negro y buena música a raudales. Y también una confesión del propio Mike sobre sus vivencias personales y sus convicciones más profundas.

Esta es la clase de discos en los que todo encaja. De principio a fin. Excelentes canciones propias, a cual más inspirada y una exquisita selección de versiones. Incluso el diseño rebosa clase por los cuatro costados. En la portada vemos un primer plano de Mike relajado con los ojos cerrados, su barbilla descansa en una mano y se observa la otra con la palabra love tatuada en los nudillos. Un claro homenaje al Harry Powell de La noche del cazador.

Las fotos interiores del libreto nos muestran a Mike Ness en varias poses chulescas. Un tío con clase. En la contraportada aparece de nuevo Mike apoyado en un precioso coche antiguo y con una guitarra acústica firmada por el mismísimo Johnny Cash. Al parecer, Ness coincidió con el Hombre de Negro en un estudio de grabación y le pidió que le firmase la guitarra. También quería que colaborase en el disco pero debido a la delicada salud de Johnny no pudo ser.

Y si el envoltorio es pura delicatessen (existe una edición en vinilo con un tema extra, Company C) qué puedo decir del contenido. Nos encontramos ante un músico tocado por la magia de Johnny Cash, Hank Williams y todo el country clásico, sin olvidarnos del blues y por supuesto del rock´n roll. Aquí el punk está en la actitud del cantante. Las once canciones que compone Mike Ness son de lo mejor que ha grabado en su carrera. Música imperecedera interpretada con pasión por unos excelentes músicos. Destacaría la colaboración de tres componentes de Royal Crown Revue: Veikko Lepisto al bajo, Daniel Glass a la batería en dos temas y por encima de todos Mando Dorame, cuyo saxo brilla en varias canciones: Misery loves company, Crime Don´t pay y sobre todo No Man´s friend.

Brian Setzer se hace cargo de la guitarra gretsch en Crime Don´t pay y Springsteen canta un par de estrofas en Misery loves company. Pero ambos son dos más entre unos músicos de estudio notables y en medio de un repertorio sublime tanto a nivel musical como literario. Me es dificilísimo escoger temas porque el nivel es altísimo. Las letras son pequeñas historias en las que Mike Ness desnuda su alma como en Charmed life: Some say it's the strong who survive, Sometimes I wonder if there's any truth to that at all, I've been lucky and that's a fact in a crazy world , I've led a charmed life (Hay gente que dice que es el fuerte el que sobrevive. Algunas veces me pregunto si hay alguna verdad en eso en algún modo. He tenido suerte y ese es un hecho en un mundo demencial. He llevado una vida fascinante.)

La que da título al disco Cheating at solitaire empieza con: You can lie to yourself, you can lie to the world, You can lie to the one you call your girl, You can humble yourself to the hearts that you stole, Wondering who's gonna love you when you grow old? (Puedes mentirte, puedes mentir al mundo, puedes mentir a la que llamas tu chica, puedes humillarte frente a los corazones que robaste, preguntándote quién va a quererte cuando seas viejo)

Entre poderosos solos de saxo a cargo de Mando Dorame, Ness canta con rabia en No Man´s friend: You don´t seem to be bothering anybody else now, but you´re really fucking with my mind. Por supuesto no podía faltar la referencia a uno de los iconos definitivos de los 50, es en Dope fiend blues: I tie myself off, shoot it in my veins, I feel like Marlon Brando and I've hid another day's pain, I'm goin' back where it's safe, goin' back to the womb, I find my mother's comfort, here in a needle and spoon. Insisto cada canción cuenta una historia y merecería un post. Queda pendiente.

Las versiones escogidas Send her back de Al Ferrier, Don´t think twice de Dylan, Long Black Veil que hizo suya Johnny Cash y You win again de Hank Williams no hacen nada más que añadir más valor histórico a esta grabación. Todas están interpretadas con verdadera devoción por Mike Ness y su banda, aunque destaca la versión de Hank Williams una canción mítica a la que Ness rinde un sentido homenaje.

El álbum está producido por el propio Ness y James Saez que también se hace cargo de la slide guitar, instrumento que adquiere un notable protagonismo en muchas canciones. Adoro la forma en que Mike consigue mezclar el rock, blues, folk y country. La slide, el saxo, guitarras acústicas por aquí algo de teclado por allá, un sonido preciso que te hace amar la música como si la estuvieses escuchando por primera vez.

Paul Auster


En la estantería de mi casa tengo desde el día que se publicó Viajes por el Scriptorium, la última novela de Paul Auster. En otra época de mi vida lo habría leído por lo menos un par de veces pero en esta ocasión ni siquiera lo he empezado. Reconozco que he leído algunas críticas que me han echado para atrás y tengo un recuerdo tan bueno de Brooklyn Follies que no quiero sumergirme en el universo austeriano con lo que barrunto que va a ser una obra menor.

Y es que desde hace años tengo la sensación de que la obra de este escritor y su propia persona ha estado sobreexpuesta a los medios de comunicación. En ese periodo la editorial Anagrama ha publicado numerosas obras de Paul Auster, equivalentes a determinados discos de rarezas de algunos músicos, sólo que con resultados bastante pobres. Y parece que el escritor norteamericano no ha hecho ascos a toda esa vorágine sobre su persona y obra.

No soy el típico snob que en cuanto algo se hace un poco popular reniega de ello. Nada más lejos de la realidad, de hecho creo que en el caso de Paul Auster, Brooklyn follies (2005) es junto a El palacio de la luna, Leviatán y La música del azar su mejor novela. Pero si es cierto que un cierto deja vu se hace patente cada vez con más fuerza en la narrativa de este hombre desde que publico Tombuctú en 1999. En cualquier caso todavía es capaz de firmar grandes obras como la mencionada Brooklyn follies o El libro de las ilusiones.

El próximo mes de septiembre Paul Auster formará parte del jurado del Festival de cine de San Sebastián donde además presentará su película La vida interior de Martin Frost basada en la vida de un personaje de su novela El libro de las ilusiones. Espero con ansias este nuevo reto austeriano. Ojalá se acerque a la maravillosa Smoke basada en un guión suyo. Aunque eso tal vez sea demasiado pedir.