
Tras salir de prisión Earle publicó en 1995 Train a comin un buen disco acústico que fue nominado a los grammy. Pero su verdadero puñetazo en la mesa fue un año más tarde. I feel alright es una obra cargada de rabia y fuerza, vitalista en la que todas las canciones son una maravilla y tocan con maestría varios estilos de la música americana: country, bluegrass, rock.
Entre las cosas que más me llama la atención de este disco es la forma de cantar de Steve. Con rabia, como un huracán, al estilo punk de sus adorados Dictators o Ramones. Imposible no estremecerse ante brutales declaraciones como CCKMP (Cocaine Cannot Kill My Pain), The Unrepentant o Hurtin' Me, Hurtin' You. Un artista en estado de gracia desnudando su alma. Y un dueto alucinante con Lucinda Williams en You´re still standin there.
Años después Steve declaró “Cuando salí de la cárcel, tenía dos opciones. Una era salir a los bajos fondos a comprar drogas, la otra era ir a casa y hacer algo provechoso. Escogí esta última. Todo me empezó a ir mejor.” Y todos nosotros nos beneficiamos de este nuevo Earle inspirado a más no poder y que encadenaría una espléndida serie de discos que se merecen otro capítulo aparte.
A pesar de que en los últimos tiempos se le ha relacionado casi de forma exclusiva con la causa política hay que recordar que este hombre lleva años batiéndose el cobre con dolorosas canciones de amor, truculentas historias de traficantes y apasionados cánticos sobre el amor por la música. Y que así sea por muchos años.