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Asi que en esas estamos. Tenemos acceso a toda la música con suma facilidad. Se ha escrito mucho sobre el tema y no voy a aportar nada que no se sepa. Solo comentar que el artefacto que sale en la foto de esta entrada contiene 40 discos y esta al 50% de su capacidad. Conocer, disfrutar y sacarle el máximo partido a toda esa música requeriría mucho tiempo. El día no da para tanto. Asi que hay que seleccionar. ¿Pero por donde empiezo? En la era pre-Internet me costaba conseguir todo lo que ponía en las listas. En algunos casos podían pasar meses incluso algún año en lograr un determinado disco. El proceso en sí era emocionante. ¿Me estoy quejando de la facilidad con la que se consigue todo hoy en día? No. Rotundamente no. La herramienta es buena en el uso reside la clave. En racionalizar el disfrute de la música. Antes le daba cancha a los mismos discos una y otra vez porque no tenía mas. Hoy tengo mas pero hay que elegir y disfrutarlos en su medida. Porque la forma de obtener la música no tiene que implicar que también cambie la manera de disfrutarla. Nunca he sido de los que si a la primera escucha no me gusta lo desecho prefiero darle otra oportunidad. Hoy en día con tanto acumulado es difícil no caer en esa tentación pero me he propuesto no rendirme tan fácil y dedicarle tiempo al a música, tanto como lo hacía antes de que todo fuese tan fácil. Porque todavía hay miles de canciones por descubrir.