La primera vez que escuché a Dwight Yoakam fue en un episodio de Doctor en Alaska. Guitars & Cadillacs sonaba de fondo en una escena en el Brick. Sería a principios de los noventa y aquella serie además de tener unos guiones fantásticos contaba con una banda sonora espectacular. No fallaba. Cada episodio estaba sazonado con excelente música, variada a más no poder. El tema de Yoakam pertenecía a su álbum del mismo título, posiblemente su disco más conocido y creo que el más vendido de su carrera junto a This Time. En cualquier caso fue inicio muy chulo que no tuvo demasiada continuación porque luego indagué muy poco en la carrera de este tipo. Apenas un recopilatorio. El pasado año volvió al ruedo tras nueve años de silencio.
En Popular 1 recuerdo menciones a su carrera tanto en el Correo como en el Apéndice pero ningún artículo glosando su trayectoria. Nunca es tarde. Y ahora puede ser un momento fantástico porque su último álbum es una auténtica delicia. Brighter Days refleja el momento vital y optimista que vive el músico de Kentucky. Y eso lo notas desde los primeros acordes de Wide Open Heart que abre de forma escandalosamente buena el disco. Una canción que tira más al rock con un potente bajo cortesía de Jonathan Clark que arrastra a los demás instrumentos hacia la gloria. Atención a esos coros en falsete hacia el minuto dos a cargo de Brian Whelan. Deliciosos.
Que me aspen si I´ll Pay The Price no es la típica canción country irresistible, un medio tiempo triunfador que debería petarlo en la listas de éxito. De nuevo los coros de Brian Whelan hacia el minuto y cuarenta y cinco son la rehostia bendita, al igual que la sublime entrada del hammond y luego el piano de nuevo cortesía de Whelan. Un tema glorioso. Bound Away es otra pieza country cocida a fuego lento con una letra que glosa la vida en la carretera, esas esperas para el próximo bolo... Se luce el pedal steel de Drew Taubenfeld. La bella California Sky con esas guitarras acústicas tan bien metidas a cargo del propio Dwight es otro punto culminante de este álbum. Me chifla como se lucen todos a partir del minuto 3,10 para retomar la letra y esos maravillosos coros de Jonathan Clark y Brian Whelan. Lo vuelvo a repetir ambos se salen en esa faceta. Le dan un toque definitivo a cada tema.
Can´t Be Wrong retoma la senda rockera. Es un tema cantado con esa chulería propia de los outlaws que se saben ganadores. Es la clase de canción que encajaría a la perfección en el repertorio de Elvis Presley. Lo posee todo para ser un número fundamental en directo. A Dream That Never Ends suena a clásico desde el principio. Una canción pegadiza a más no poder. De esa que tarareas a cualquier hora del día. De nuevo me pirran los coros. Son sublimes. El pequeño solo de guitarra de Eugene Edwards es de la escuela de Johnny- Solo lo que la canción necesita- Hickman. El tema que da título al disco Brighter Days es una canción que podría encajar en aquella fantástica película titula Los tres entierros de Melquiades Estrada en cuyo reparto figuraba el bueno de Yoakam.
En I Don´t Know How To Say Goodbye participa el célebre Post Malone del que no tenía ni idea de quién era hasta que colaboró hace unos años con Ozzy Osbourne. La canción está muy bien. Tienen un inequívoco y perfecto toque comercial. Hand Me Down Heart es una balada poderosa que cuenta con una interpretación perfecta de Dwight que se deja el alma al cantarla y con el perfecto entendimiento del pedal steel de Drew Taubenfeld y la guitarra de Eugene Edwards. Hay varias canciones en este disco que me recuerdan al excelso nivel de Cracker en los temas que se ponen más country. Las versiones de The Byrds y The Carter Family encajan a la perfección. Me gusta especialmente la de los Byrds, Time Between. El cierre perfecto es Every Night un tema escrito en solitario por Dwight Yoakam que deja el mismo regusto invencible que la apertura con Wide Open Heart. Prendado estoy con este soberbio disco de Dwight Yoakam.
Dos revistas de rock´n roll se publican en Spain desde hace unos cuantos años. La más longeva es Popular 1 Rock´n Roll Magazine que pasa del medio siglo y la otra es Ruta 66 Tiempos de Rock´n que este año cumple su cuarenta aniversario. Como ya escribí hace tiempo compro el Popudesde tiempos inmemoriales y lo alterno con algarabía e infinito placer con puntuales adquisiciones de Ruta 66 (no menos de media docena de ejemplares al año). En mi hogar ambas son compatibles y plenamente disfrutadas. Todos los meses coinciden en algunos contenidos y también tienen notables diferencias. Así tiene que ser. Con los años creo que hay más cosas que las unen de las que las separan, cada una con su propia personalidad e idiosincrasia.
Hace veinticinco años apenas compraba el Ruta 66 y las veces que lo hacía a menudo me cabreaba ja ja. Era como, de qué van estos snobs... Aunque nada comparable a cuando leía en la biblioteca de mi pueblo la RockDelux. Aquello si que era un desvarío curioso. Y que conste que también tenía contenidos que me gustaban. En definitiva la sana competencia no sólo es que sea buena sino que es mas que deseable. De hecho se puede sacar mucho partido a todas ellas e incluso a la This Is Rock.
Pero amigos el tiempo es finito y lo primero que busco en una revista de rock´n roll es diversión. Si, queridos lectores de este cochambroso blog. En ese campo Popular 1 no tiene rival. No hay mes que no me descojone leyendo el Correo y Apéndice. Este mes por ejemplo el desdichado autor de este cochambroso blog se encuentra con la descacharrante respuesta de The Man a mi entusiasmo por haber descubierto ingente cantidad de música en una de esas plataformas de streaming que ni por un millón de dólares voy a citar aquí. La conclusión es que dejéis el porno y compréis discos originales, desalmados.
En cualquier caso larga vida a las revistas musicales en este país. Creo que tanto Popular 1 como Ruta 66 reciben una subvención estatal a la edición. Y me imagino que los redactores de ambas cobrarán entre poco y nada. Tal vez me equivoque pero el panorama es cada vez más complicado. En fin, una tarde como la de hoy que se presenta fría y lluviosa agenciarte un par de estas revistas con la banda sonora adecuada (¡en formato físico, nada de streaming bastardos!) puede ser un muy buen plan. Nada que reprochar a ambas publicaciones, insisto, perfectamente compatibles y disfrutables. Como he señalado últimamente sus portadas coinciden como la que dedicaron en su día a Redd Kross o más recientemente a Amyl and The Sniffers. Lástima que no le dedicaron la misma a Aretha Franklin cuando murió. Esa si que es imperdonable. ¡Ja!
En definitiva, aunque en determinados foros seguidores de una y otra se echen los trastos a la cabeza, aunque haya quién piense que son incompatibles (y en su derecho están), pese a que a priori su enfoque sea muy diferente, en mi casa las percibo con más puntos en común que diferencias y me sigue gustando disfrutar de ambas. El día que no estén vendrán los lloros. Pasaste por el quisco o a librería y gástate unos euros en cultura, mangarrán, que no todo van a ser birras. Venga, para cerrar una exquisita selección musical encabezada por Owen Stewart... Respect!
Continúo repasando la excelente remesa de discos publicados en 2024 sin bajar un ápice mi entusiasmo . Siguen enganchados a mi reproductor y parece que va a ser así por mucho tiempo. Muchos de los presentes en esta lista podrían estar en la primera o en la segunda. De hecho si me molesto en incluir otros diecisiete es porque le saco mucho jugo a todos. Algunos son habituales de este blog como Marcus King, Nathaniel Rateliff o Ray Lamontagne, valores seguros, tipos una carrera más que interesante; veteranas repletas de gusto y que rara vez graban nada ni siquiera regular como Norah Jones o descubrimientos gozosos a más no poder como Wyatt Flores, The Cynz o Tuk Smith & The Restless Heart. Sin olvidar ese disco de blues de Cedric Burnside que va ganando a cada escucha.
Lo prometido es deuda y aquí esta sin perder tiempo el anexo al Top Seventeen 2024. Otras diecisiete rodajas jugosas a más no poder a las que seguirá otro anexo. He dejado por escrito y reitero que el pasado año fue glorioso en mi hogar. Buen material a mansalva. En esta ocasión voy a optar por poner un tema de cada disco elegido. Pululan por este anexo veteranos en plena forma como Green Day, The Dictators o Pat Todd & The Raunkoutsiders jovenzuelos on fire como Dewolff, descubrimientos colosales como Duane Allman o JJ Grey & Mofro y metaleros de Dallas como High Desert Queen. Allá vamos. Mi entusiasmo por este anexo es equiparable al Top Seventeen. Así están las cosas.
Pat Todd & The Raunkoutsiders-Keepin´Chaos at baby
Mi cuñado, palillo en boca, apoyado en la barra del bar me asegura que la música de hoy en día es una mierda. Que el rock esta muerto. Que dónde están los nuevos Guns´N Roses. Que todo es trap, autotune y música urbana de mierda. Que ya no se hacen discos como en los setenta, ochenta u noventa. Le pregunto cuántos discos publicados este año ha escuchado. Ninguno me dice. Que todo es una mierda. Pues muy bien. Ja, ja, ja. Estoy en las antípodas de ese pensamiento. Más bien lo contrario. O simplemente asevero una máxima imbatible: Siempre ha ha habido buena música. Sólo tienes que buscarla. Hacerlo hoy en día es más fácil que nunca con una de esas plataformas que ni por un millón de dólares voy a mencionar aquí. En cualquier caso es muy respetable quedarse anclado en al año que quieras: 1972, 1985, 1991, 2002 o el que te salga del ciruelo. Podrías escuchar sólo discos de cualquiera de esos años y no darías a basto.
Hasta este año siempre compraba música en formato físico, cd y algún vinilo. Todo ha cambiado en mi hogar en 2024. No sé como ha sucedido pero intuyo que no hay vuelta atrás. Tal vez compre algo cuando vaya a los conciertos de turno y el bolo en cuestión me vuele la cabeza, quizá aproveche una de esas jugosas ofertas de 3X2 o quizá simplemente he caído en las diabólicas y megacómodas redes del streaming. Mi hermana me ha regalado una suscripción a uno de esos inventos y he sucumbido. He pecado. No hay vuelta atrás.
En fin que este ha sido un año glorioso en mi hogar. He escuchado más material que nunca. Ha sido un gozoso y loco no parar. Música de casi todos los estilos; pop, rock, blues, soul, metal, punk rock, hard rock, jazz... ¡Hasta cumbia! Y me lo he pasado pipa al comprobar la cantidad de personal que hay haciendo cosas más que interesantes. En algunos casos sublimes. Es más este año voy a hacer un par de anexos a mi flamante y ya imprescindible en la blogosfera Top Seventeen. Y los anexos son tan buenos como este. Perder el contacto con la realidad a menudo es lo mejor. Sex, Love And Rock´n Soul, motherfuckers.
Colosal debut de este hombre de Philadelphia por cuyas venas corre el mejor rock y soul que puedas imaginar. Le descubrí en el podcast La Hora Chinaski y se me agotan los calificativos para semejante discazo. Nueve canciones a cual mejor. Una banda enorme detrás y una voz portentosa, de esas que captan por completo mi atención. Trío de ases: Time Served, Punching Bag, Let the Band load in.
Waxahatchee - Tigers Blood
Leo y escucho a menudo que el americana está viviendo una era dorada, comparable a épocas pretéritas. No voy a ser el que lo niegue. Desde luego en lo más alto tiene que figurar este fenomenal álbum encabezado por la dulce y sugerente voz de Katie Crutchfield que acompañada por la guitarra de MJ Lenderman se curran unas maravillosas canciones repletas de elegante y majestuoso pop rock con pinceladas country. Trío de ases: 3 Sisters, Right Back To It, Lone Star Lake.
Sierra Ferrell - Trail Of Flowers
Curioso que en las primeras escuchas no conectase demasiado con este disco. De hecho lo aparqué durante un tiempo y cuando volví y le dedico tiempo y atentas escuchas me terminó encantando. Otro que se sumerge en el country rock con ciertos ramalazos folk y un sonido espectacular. Las colaboraciones de Lukas Nelson y Nikki Lane son perfectas y de nuevo no sobra ni un tema. Trío de ases: American Dreaming, I Could Drive you crazy, Lighthouse. Tanto este disco com el de Waxhatchee me recuerdan a la mejor Lucinda Williams.
Amythyst Kiah - Still + Bright
Otra imponente muestra del momento alucinante que vive la música de raíces norteamericana. Ya me gustó su anterior Wary + Strange pues este todavía más. La primera vez que lo escuché pensé en Allison Russell de quién es compañera en Our Native Daughters. Con este álbum caí rendido desde la primera canción. Trío de ases: Play God and Destroy the World, Empire Of Love, Dark Matter.
Old 97´s - American Primitive
Nunca es tarde para descubrir a bandas incluso a pesar de que sean tan veteranas como estos tipos de Dallas que acaban de publicar su decimotercer disco. El primero que escucho. Y lo hice tras leer un excelente artículo de Rafa Suñen publicado en el número 429 de Ruta 66 en octubre de este año. Tengo que juntar unas letras sobre tamaño descubrimiento. Lo mejor de todo es que no sé como calificar su música, ni donde encajarla. Sólo se que me encanta. Trío de ases: Falling Down, By The End of The Night, Western Stars.
Ryan Adams - Star Sign
No hace tanto tiempo parecía que la carrera de Ryan se iba al garete. Afortunadamente no ha sido así y Adams sigue sacando material a borbotones. Creo que nada menos que cinco discos este año. Star Sign es otra muestra del enorme talento que tiene este tipo para amar excelentes canciones que se te clavan irremediablemente. Trío de ases: Self Defense, Shining Through the dark, I Lost My place.
Chuck Ragan - Love & Lore
Proveniente de la escena hardcore y punk rock, Chuck Ragan es otro de esos músicos que mira de reojo a la música de raíces. Su forma de presentar las canciones aunque sea con un envoltorio de ese estilo tiene una marcada influencia punk y rock americano clásico a lo Springsteen. Y funciona a las mil maravillas. Trío de ases: All In, One More Shot, Hanging On.
The Red Clay Strays - Made By These Moments
El southern rock está de enhorabuena con combos tan potentes como estos tipos de Alabama que tienen claro lo que quieren y como conseguirlo. Atención a la voz de Brandon Coleman que ha venido para quedarse. No hay punto flaco en el disco y también saben moverse en rock´n roll más clasico a lo Creedence. Otro discazo. Trío de ases: Wasting Time, Drowning, On My Knees.
Billy Strings - Highway Prayers.
Sorpresa mayúscula en mi hogar. No soy un fiel seguidor de bluegrass ni alguien demasiado metido en ese estilo pero no lo desprecio. El nombre de este jovenzuelo ha salido unas cuantas veces en Popular 1 para ponerle por las nubes. En esta ocasión estoy más que de acuerdo. Este disco tiene la esencia de esa música y muchas cosas más que ha sido un auténtico placer descubrir. Trío de ases: Gild The Lily, Stratosphere Blues/I Believe In You, Be Your Man.
The Hanging Stars - On A Golden Shore
Tuve la suerte de ver a estos músicos escoceses en el DaleCandela Fest antes de que cayese una buena tromba. Y la gocé de lo lindo. Sus dos últimos discos son ley en mi casa. Preciosas armonías vocales. Perfecto pop rock con canciones mayúsculas. Les tengo muy presentes. Trío de ases: Let Me Dream Of You, Sweet Light, I Need A Good Day.
Un veterano curtido en mil batallas rockeras y cinematográficas que vuelve con un disco atómico tras casi una década sin material nuevo. Me ha volado la cabeza desde la primera a la última canción, incluyendo las versiones de Carter Family y Cake. No sé si que colabore por ahí Post Malone le ayudará al bueno de Dwight a llegar a más público. Me la pela. El disco es un cañón y también lo descubrí en La Hora Chinaski. Trío de ases: I´ll pay the price, California Sky, A Dream That Never Ends.
Jesper Lindell - Before The Sun
Este ha sido uno los conciertos que más rabia me ha dado perderme. Imposible cambiar el turno en el laboro. Me consta que fue un gran show en gran parte basado en este disco que es una exquisita joya de country soul. Se nota que a este sueco que iba para futbolista estrella le van y mucho The Band y Van Morrison y yo que lo celebro. Trío de ases: One Of These Rainy Days, A Little Light In The Dark, Honesty Is No Excuse.
No me cabe duda de que Sturgill Simpson es uno de los músicos con más personalidad de la música actual. Se la trae floja toda etiqueta que quieran colarle. No encaja en la escena country porque su música fluye de forma precisa hacia recovecos soul y psicodelicos. Y lo borda el cabrón. Trío de ases: If The Sun Never Rises Again, Jupiter´s Faerie, One For The Road.
Este extraordinario músico neoyorquino se ha labrado una trayectoria en solitario tan buena y excitante como la de su compinche Michael Monroe. Le brotan las canciones buenas por todos los lados. Su último disco me gusta tanto como su imprescindible NYC album. Trío de ases: One Last Bell, All Tied Up, Girl With No Name.
Nubya Gacia - Odissey
A esta chica al igual que a la siguiente la descubrí gracias a Popular 1. También leí una entrevista con ella en el Ruta 66. Es un disco de jazz en principio pero también se sale algo del género. Es una aventura sonora a la que hay que prestarle toda la atención del mundo porque la merece. Trío de ases: Dawn, Set It Free, We Walk In Gold.
Willow - Empathogen
Esta rodaja si que es toda una sorpresa. Ni de coña pensaba que algún día iba a escuchar un disco de esta chica. Menos aún que iba a leer elogios en Popular 1 sobre la hija de Will Smith pero lo cierto es que este disco es una gozada. Podríamos escribir que es jazz pero igual los puristas nos masacran. Que les den. Tampoco van a leer este cochambroso blog así que... Trío de ases: Home, The Fear is not real, Big Feelings.
Han recibido palos a mansalva por su nuevo álbum pero lo cierto es que al menda le ha encantado. Fue mi disco del verano y todavía cuando lo pongo me lo paso pipa. Canciones super quedonas, blues, soul y lujuria. Trío de ases: Beautiful People (Stay High), Read Em And Weep, Paper Crown.
Algo más de diez años después de debutar en el mundillo musical con High Top Mountain, Sturgill Simpson ha decidido pasar a llamarse Johnny Blue Skies. No parece que este hombre de Kentucky de ningún paso fácil, encaminado a petarlo en el mundillo country. A pesar de sus vaivenes y sus encantadoras rarezas ha conseguido una base fiel de seguidores, esos que ahora disfrutan viéndole estrujar su repertorio y una jugosa selección de versiones durante las tres horas que están durando sus conciertos. Su carrera ya era excitante con el punto culminante de aquel soberbio A Sailor´s Guide To Earth de 2016, sin olvidarnos de su debut y ni mucho menos de Metamodern Soundsin Country Music de 2014. Después hay que prestar atención a Sound & Fury que fue una especie de suicidio comercial y un camino absolutamente inesperado por parte de este inquieto músico. Lo fácil desde luego no va con el.
Celebro por todo lo alto esta nueva chifladura con Johnny Blue Skies porque Passage Du Desir que así se llama el disco es tan jodidamente bueno y tan excitante como A Sailor´s Guide To Earth, con ciertas similitudes pero también con jugosas e inesperadas variantes. Sturgill ama la música y tras pasar unos años chungos y lesionarse las cuerdas vocales en su anterior gira, se fue a vivir a Paris y allí perpetró las canciones de este álbum. Hay una par de temas que pueden ser típicamente country, cercanos a Waylon Jennings o Johnny Cash, como Scoter Blues o Mint Tea pero incluso en ambas las guitarras suenan diferentes al género. Hay algo que te pone en alerta. Tal vez Who I Am es la más country del tracklist, con la profunda voz barítono de Sturgill advirtiéndonos de que lo ha perdido todo incluso su nombre. Aquí si que hay un riff guitarrero puramente country suavemente arropado por la steel guitar. En Right Kind Of Dream puede que haya incluso hasta cierto toque pop. Es quizá la canción más accesible del disco, entra muy fácil.
He dejado para el final lo mejor. Cuatro temas apoteósicos de esos que dan el plus definitivo para que este sea un álbum antológico. La inicial Swamp OfSadness es cautivadora. Se abre con arreglos de cuerda y un evocador acordeón callejero a lo Tom Waits para avanzar de forma gloriosa y elegante. Desde que escuché las primeras guitarras de If The Sun Never Rises Again ya intuí que se podía convertir en uno de mis temas favoritos de la carrera de este hombre. Adoro como suenan las guitarras. Y eso es algo extensible a todo él álbum. Se encarga de las mismas el propio Sturgill y planea la sombra del mejor David Gilmour.
Jupiter´s Faerie y One For The Road son los dos temas más largos del álbum y no les sobra nada. En mi cabeza suenan como dos canciones maravillosas donde no hay rastro de country, pienso en Pink Floyd... En la primera los majestuosos arreglos orquestales dan paso en el último minuto a una maravillosa coda al piano. Sublime. Al igual que It Ain´t All Flowers cerraba de forma inmejorable Metamodern Soundsin Country Music, One For The Road hace lo propio con Passage Du Desir. Es una extraña e imaginativa pieza de folk psicodélico cuyo comienzo algo country puede despistar y que alcanza la gloria eterna a partir del minuto 4:50... ¡Cómo me gustaría escuchar en directo este apoteósico final! De nuevo la gloriosa sombra de David Gilmour es alargada....
Llevo un par de años escuchando el podcast La Hora Chinaski codirigido por Raquel Sánchez y Eduardo Izquierdo y presentado por este último. Izquierdo es colaborador habitual de Ruta 66 y Efe Eme en otras publicaciones además de autor de varios libros (Aerosmith, Pearl Jam, Elvis Presley, etc..) Un escritor y periodista profesional y apasionado que se nota disfruta con lo que hace. Mi sintonía con su podcast semanal es total, sigo sus recomendaciones y a menudo, en un porcentaje muy alto coincido con sus gustos. No siempre como es lógico pero le saco tal rendimiento al podcast que no puedo dejar de escucharlo.
A lo largo de estos años he descubierto infinidad de grupos y artistas en solitario. A menudo posteriormente he leído su crítica en el Ruta 66. Uno de los más atómicos descubrimientos ha sido este mismo año, hace apenas mes y medio eligió Done And Dusted de Owen Stewart como la rodaja de la semana y llevo flotando con el amigo Owen desde entonces. Ya sólo con eso amortizado. Pero es que hay mucho más. Este mismo año otro que me ha volado la cabeza ha sido el Love & Lore de Chuck Ragan. El podcast se mueve fundamentalmente por terrenos del americana sin hacer ascos, todo lo contrario, a jugosas y muy disfrutables incursiones en el power pop, punk rock, soul o incluso pinceladas de hard rock.
Otro aspecto a resaltar es el de las colaboraciones. Las más habituales y destacadas las de Dolphin Riot (sección de blues) y Manel Celeiro (southern rock). Con el primero además de descubrir música me parto la caja. Conecto con su sentido del humor y sazona su espacio con interesantes a la par que delirantes reflexiones. A Celeiro le sigo desde que escribía en Popular 1 hace muchos años. También suelo coincidir mucho con él.
En definitiva un podcast fundamental en mi dieta semanal, una fuente continúa de gozo y diversión. Con el presentador del invento comparto además mi absoluta admiración por un disco editado ya hace ocho años que hay que reivindicar día si y día también: A Sailor´s Guide To Earth de Sturgill Simpson del que el autor escribió un excelente artículo en la web de Ruta 66 con el que estoy 100% de acuerdo. Además también hizo la reseña de Swamp Talesde Gruff en la misma web. Y esa me tocó el corazoncito. Ja. Salud!