Leo una noticia
en la que David Stern comenta que
sería deseable una Conferencia Europea de la NBA pero que hasta dentro de
dentro de diez años más o menos no será posible. Creo que esto ya lo escuché
hace diez años y no acaba de cuajar. Pero sería deseable. Eso o que los clubs
más poderosos de Europa monten su chiringuito y jueguen entre ellos porque lo
que cada vez tiene menos sentido es ver un pabellón como el del Barça al que acuden cuatro mil quinientas personas (un buen día
porque la media no llega a cuatro mil) para ver a su equipo aplastar al Manresa. Es todo tan aburrido que
cuando surgen cosas como las de Pucela con el Blancos de Rueda Valladolid los aficionados al basket nos
congratulamos.
Y es que aunque desde
Europa a menudo se mira con desdén a la NBA lo cierto es que como Liga es un
modelo a imitar a pesar de sus fallos y de que no es oro todo lo que reluce. Siempre
me ha llamado la atención que en la cuna del Capitalismo se haya forjado una
competición fuerte en la que no siempre ganan los mismos, en la que el equipo
que peor se clasifica un año al siguiente tiene la opción de elegir al mejor
jugador universitario y rearmarse en torno a el, en el que hay un limite
salarial, en el que el reparto de ingresos es más equitativo ( por ejemplo
lo que se genera de las ventas de camisetas de Kobe Bryant no va todo a los Lakers
sino que se distribuye entre todos los equipos), en el que las
estrellas saben su papel y no están encerradas en su torre y lo mejor en el
que los equipos históricos como Lakers
o Boston Celtics pueden estar años
en la sombra sin ni siquiera clasificarse para los playoffs. Alguien se imagina
aquí eso con el Barça o el Barça. ¡Ni de coña! Además como escribió
recientemente el Palomero qué bien saben venderse!!!