martes, 17 de noviembre de 2020

BACK TO VINYL. Ray Lamontagne. Part Of The Light

Uno de los descubrimientos más impactantes de los últimos años en mi casa es sin atisbo de duda Ray Lamontagne. El pasado 26 de junio publicó Monovisión su octavo disco de estudio que ya me se de memoria de arriba a abajo como suelo hacer siempre con la música de este peculiar tipo. Tan sólo me falta pillar Supernova producido por el omnipresente Dan Auerbach. Lo escuché bastante en mi anterior curro pero no lo compré. También lo tengo en la lista. Mientras hoy reúno unas cuantas líneas sobre Part Of The Light de hace un par de años. Lo situé en mi top de ese curso pero hoy en día lo pondría mucho más arriba. 

Me lo regalaron en vinilo el pasado año por mi cumpleaños y rara es la semana que no lo pongo a todo volumen. La edición es un vinilo transparente acompañado de diez cartulinas una por canción más otra con los créditos. En unos colores guapos. Entra por la vista. Pero lo importante es la música y ésta es prodigiosa, gana enteros con cada escucha y aúna a la perfección todas las facetas de la música de este hombre, folk, toque blues aunque la que gana es la psicodelia elegantemente engarzada. Un puto placer para los oídos. 

Como me sucede en ocasiones con la música que me acaba flipando las primeras escuchas no fueron aplastantes. Pero fue creciendo hasta el infinito y más allá. Cuando se publicó la crítica lo señalo como la vuelta a las raíces folk de sus inicios tras sus devaneos con la psicodelia en Supernova y sobre todo en Ouroboros. Y no estoy de acuerdo porque todavía gana con creces la vertiente psicodélica pero a diferencia de Ouroboros, aquí las canciones funcionan perfectamente por separado y no son un todo como en el mencionado álbum.


Algunos cortes de este disco tal vez si que encajasen en su debut (Trouble) o en Till The Sun Turns Black. Por ejemplo el primer single Such A Simple Thing es una muestra de esos esplendorosos inicios en Trouble. Podría encajar perfectamente en aquel disco y destacar porque es una canción fantástica tan buena como la mejor del mencionado disco o como aquella arrebatadora New York City´s Killing Me. Pero insisto aunque las canciones partan de parámetros folk a veces se transforman en una montaña de psicodelia ante la que caes rendido como esa espectacular Goodbye Blue Sky final, perfecto resumen de todas las bazas que pone en liza con acierto el bueno de Ray Lamontagne

La autopista psicodélica esta trazada a la perfección en trallazos como As Back As Blood Is Blue y No Answer Arrives. Ambas poderosas con epatantes guitarras llevándose todo por delante. Unos trazos floydianos la mar de jugosos. De hecho en mi casa es una asociación que se establece a menudo: Ray Lamontagne - Pink Floyd.... Lo cual es todo un piropo para el barbas de New Hampshire. En ambos temas destaca como todos los instrumentos se van dejando su espacio y lo que domina el cotarro es la espectacular línea de bajo a cargo de Seth Kauffman y la batería de Dave Givan. Ambos soberbios. También cobran especial importancia los sintetizadores y órgano de Bo Koster (My Morning Jacket) que trepan en No Answer Arrives de forma prodigiosa. 


Me chifla cuando Lamontagne se desmelena y en este disco lo hace en varias ocasiones. Es capaz de sugerir con esa delicada voz y al rato cantar con mala hostia como en No Answer No arrives. Pero sin duda mi tema favorito del álbum y en el top five de toda su discografía es As Back As Blood Is Blue un torrente sonoro imbatible en el que perderse una y otra vez. Distorsión, energía absolutamente desbocada, filigranas sonoras perfectamente engarzadas en una canción monumental. Joder escucharla a tope en vinilo es la hostia y hacerlo con cascos es ya de enganche absoluto. Me encanta el detalle de que al abrupto final de As Back As Blood Is Blue le siga casi de forma inmediata Such A Simple Thing dos canciones muy diferentes, dos demostraciones perfectas de como se las gasta Lamontagne en la faceta eléctrica desbocada y en la acústica reposada.

A los que prefieran la vertiente más reposada o acústica de Lamontagne en este álbum también hay varios temas en esa onda supremos como el que da titulo al disco Part Of The LightIt´s Always Been You y Let´s Make It Last. En estas dos últimas adquiere protagonismo el piano de Bo Koster. Se trata de dos canciones muy tranquilas, atmosféricas que van ganando con las escuchas cuando descubres como se van incorporando con elegancia diferentes instrumentos dotándolas de interesantes matices. Así sucede forma sublime con el piano en la parte final de It´s Always Been You. Y no he mencionado las dos primeras To The Light otro tema fenomenal que prepara el terreno para la rompedora Paper Man de esas que se te queda a la primera con las guitarra de Carl Broemel sacando chispas y de nuevo con la fenomenal labor de Bo Koster al órgano, piano y sintetizador. En vena, amigos, en vena.