jueves, 10 de abril de 2014

The Avett Brothers. The Carpenter

Hace unos meses un amigo me pasó un interesante artículo sobre la situación de la industria discográfica a nivel mundial. Además de reflexionar con acierto sobre el tema el texto contaba con datos concretos de ventas de discos en Estados Unidos algo que siempre ha llamado mi atención. Mi sorpresa fue mayúscula al encontrarme ahí a The Avett Brothers con cerca de 300.000 ejemplares vendidos de uno de sus últimos discos, no recuerdo cuál. No sabía que el status comercial de estos tipos había subido tan alto en su país.  

En cualquier caso dejando lo comercial a un lado lo cierto es que me confieso rendido admirador de la música que ejecutan estos sujetos. Desde que les descubrí hace siete años con Emotionalism no me he perdido ni uno de sus pasos y todos han sido acertados, qué leches brillantes. I and Love and You es uno de mis discos favoritos publicados en los últimos años. Y ese camino siguen The Carpenter y Magpie and The Dandelion. Además seguirles la pista es una gozada porque son bastante prolíficos.


Desde hace unos años la escena neo-folk o como gaitas la hayan bautizado tiene unos cuantos grupos a los que desde los medios se les ha dada mucha cancha. He de reconocer que casi ninguna de esas bandas me ha cautivado pero estos tíos lo han hecho de largo. No se trata de que tengan cuatro o cinco canciones buenas por cada disco es que es estar escuchando el álbum en cuestión e ir alucinando con cada tema de principio a fin. The Carpenter fue el siguiente a I and Love and You y no pensaba que podían alcanzar el nivel de aquel pero a estas alturas lo sitúo a su lado. 


The Carpenter es una delicia de principio a fin. Siento recurrir a tan manida frase pero es así. Merece la pena escuchar el álbum desde The Once And Future Carpenter a Life y perderse en estas pedazo de canciones que para mi trascienden al género. Si, sé que estos tíos les sitúan como paladines del nuevo folk o lo que sea pero para mi eso es reducir su potencial. Y siempre es un placer encontrar a Benmon Tench entre los músicos invitados. Una confesión, la canción del disco que menos me gusta es la que tiene el título más cool: Paul Newman vs The Demons.

Al parecer con esta banda se da una dualidad estudio-directo. Sus tres últimos discos de estudio siguen una senda bastante tranquila con algún arrebato furioso que te medio enseña esa faceta fiera que al parecer se gastan en directo. Algo similar a lo que le sucede a los discos de Buddy Miller, Universal United House of Prayer y Written in Chalk. Si, son discos tranquilos pero madre mía, ¡qué canciones! Y esa misma sensación de que cuando se desmelenan son igual de buenos o incluso mejores. Ya podían venir en directo por estos lares. Una de las bandas que me encantaría ver en un pequeño recinto pero dado el status que tiene ahora va a ser complicado.